Las sonatas para viol¨ªn y piano de Mozart
Una caracter¨ªstica sobresaliente de este oto?o discogr¨¢fico espa?ol est¨¢ siendo la aparici¨®n de ¨¢lbumes con grabaciones integrales de los compositores cl¨¢sicos referidas a sus producciones sinf¨®nicas, vocales, de c¨¢mara, concertantes, etc. El fen¨®meno de las obras completas, iniciado en el campo literario se ha ido extendiendo en los ¨²ltimos a?os al musical con cierta profusi¨®n.Con los incovenientes para el disc¨®filo que, en muchos casos posee ya algunas de las piezas contenidas en ¨¢lbum, es ¨¦ste, sin embargo, un excelente medio para hacerse con m¨²sicas dif¨ªcilmente encontrables por separado. La m¨²sica de c¨¢mara, tan abandonada entre nosotros, es la parcela m¨¢s favorecida por el procedimiento.
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A. Mozart: Las diecis¨¦is grandes sonatas y dos series de variaciones para piano y viol¨ªn. Ingrid Haebler, piano. Henryk Szeryng, viol¨ªn.Phillips 6711007/06
La pasada semana escrib¨ªa sobre la grabaci¨®n de los cuartetos de cuerda de Schubert. La presente, la casa Basf ha publicado los de Mendelssohn y los Tr¨ªos para piano de Beethoven. El sello Decca lanza estos d¨ªas los Quintetos de cuerda de Mozart y gran parte de los Cuartetos de Beethoven, como lo est¨¢ haciendo Movieplay. Creo que D¨¦cca tambi¨¦n prepara el lanzamiento de las Sonatas para viol¨ªn y piano de Mozart, en lo cual coincide con la firma Philips, que acaba de publicarlas en espl¨¦ndida edici¨®n. Es precisamente esta grabaci¨®n sobre la que deseo extenderme hoy.
Si cualquiera de los ¨¢lbumes citados anteriormente (excepto el de los cuartetos de Mendelssohn) presentaba grabaciones parciales o totales de su m¨²sica en nuestro mercado, las sonatas para viol¨ªn y piano de Mozart eran terreno incomprensiblemente virgen.
La discograf¨ªa mozartiana ha crecido proporcionalmente al descubrimiento de Mozart por la juventud m¨¢s inquieta de Europa. Tras la admirable versi¨®n, por la Academy qf St. Martin-in-the-Fields de 31 sinfon¨ªas de juventud (Philips 6747099/08), aparece ahora Lucio Silla (Basf 9493191), la ¨²ltima de las producciones de Mozart para Italia.
El viejo clich¨¦ de un Mozart distinguido, alegre, cortesano, acad¨¦mico, ha ido dando paso los ¨²ltimos tiempos a la verdadera imagen del artista profundamente renovador. Un artista que ha sabido recrear los viejos moldes con su infalible sentido del equilibrio constructivo, su l¨®gica y coherente imaginaci¨®n. La inmensa obra de Mozart constituye un caudal de espiritualidad pocas veces superada por otro creador. Cuando nos hemos familiarizado con ella podemos captar, en medio de la ligereza, la elegancia, la perfecci¨®n que emana, la grandeza de un alma profundamente humana y cordial.
Mozart escribi¨® 36 sonatas de viol¨ªn y piano. Todas las comprendidas entre la kv 6 y la kv 46 pertenecen a sus a?os infantiles y, juveniles. Son m¨¢s bien sonatas para clave que pueden tocarse con acompa?amiento de viol¨ªn como rezaba su t¨ªtulo al ser publicadas como Op. 1 en Par¨ªs.
La presente grabaci¨®n, que comprende seis discos de larga duraci¨®n, incluye ¨²nicamente las diecis¨¦is sonatas que van desde la en do mayor, Kv 296 (1778) a la en famayor, Kv 547 (1788). Se incluyen tambi¨¦n las 12 Variaciones sobre La berg¨¦re C¨¦limene, Kv 359 y las Seis variaciones sobre H¨¦las, j'ai perdu mon amant, Kv 360. Faltan las tres sonatas inacabadas -del a?o 1782, Kv 402, 403 y 404, y la Sonata en s¨ª bemol mayor Kv 570, cuya parte de viol¨ªn no es de Mozart.
Nos encontramos pues ante la producci¨®n m¨¢s valiosa de Mozart para viol¨ªn y plano, la cual arranca del grupo de sonatas compuestas en Mannheim y Par¨ªs (1778), don de se pone fin a la preponderancia del plano; se contin¨²a y perfecciona en las cuatro sonatas de Viena, publicadas por Artarla en 1781 (Kv 376 a 380). Se cierra con esas tres obras maestras que son las Sonatas Kv 454, 481 y 526. El bell¨ªsimo andante de esta ¨²ltima ( 1787) nos muestra al Mozart claramente prerrom¨¢ntico, que va a irradiar Sturm und Drang hasta las apasio nadas p¨¢ginas de la Sonata a Kreutzerde Beethoven. El equilibrio entre plano y viol¨ªn es ya perfecto, y el elemento concertante, luego presente en la sonata beethoveniana, ha hecho su aparici¨®n.
En estas sonatas, las influencias francesas o alemanas, ejemplos de versatilidad creadora, quedan asimiladas y transformadas por el genio personal del compositor. Como ha afirmado Niecks, el m¨¦rito principal de Mozart estriba en haber trazado con dec si¨®n y claridad la l¨ªnea estructural de la sonata, cuyo desarrollo eran incipiente cuando comenz¨® a componer en 1778, las que ¨¦l mismo denominaba Clavierduetti mit Violin.
El actual registro, debido a Ingrid Haebler y Henryk Szeryng, es de gran calidad. La pianista vienesa goza de justa fama por sus interpretaciones de Mozart. En cuanto a Szeryng, bien conocido en Espa?a, todos sabemos que est¨¢ entre los mejores violinistas del mundo. Aqu¨ª lo demuestra, como lo ha demostrado esta semana en el Teatro Real de Madrid.
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