Ford y Carter queman sus ¨²ltimos cartuchos electorales
Con un solo punto de diferencia a favor de Carter, en el m¨¢s reciente sondeo Harris, los dos candidatos a la presidencia de los Estados Unidos queman sus ¨²ltimos cartuchos en un intento de salir vencedores de la ¨²nica encuesta de opini¨®n que realmente cuenta, la jornada electoral del 2 de noviembre.
Mediocridad y falta de inter¨¦s fueron las dos grandes caracter¨ªsticas le la campa?a electoral que ahora termina. De hecho, no se discutieron opciones concretas entre los candidatos, sino que el ¨²nico inter¨¦s despertado por ¨¦stos entre el electorado estuvo motivado por temas marginales, como las declaraciones de Earl Butz, ex secretario de Agricultura, ofensivas para los negros, la famosa entrevista de Carter en Playboy y las afirmaciones pol¨¦micas de cada candidato sobre Polonia y Yugoslavia.Lo ¨²nico que anim¨® la campa?a, y sobre todo en los ¨²ltimos d¨ªas, fueron los sondeos de opini¨®n, que pasaron de dar ventaja total a Carter a la situaci¨®n actual de casi empate.
.La proliferaci¨®n de sondeos de opini¨®n, tan com¨²n en las elecciones norteamericanas, alcanz¨® en esta campa?a proporciones casi alarmantes, lo que llev¨® a alg¨²n comentarista a preguntarse hasta qu¨¦ punto los sondeos, en vez de reflejar la opini¨®n de los votantes no ayudan a conformarla y son, en este sentido, utilizados por los candidatos.
Sin embargo, es evidente que los m¨¢s prestigiosos institutos de estudios de opini¨®n tienen excelente: credenciales. El Gallup, por ejemplo, s¨®lo se equivoc¨® una vez en los ¨²ltimos cuarenta a?os, al predecir err¨®neamente la victoria de Dewey sobre Truman, en 1948. En las restantes dieciocho elecciones (contando las legislativas que se celebran cada dos a?os), Gallup acert¨® siempre, con una desviaci¨®n media de 2,5 puntos. En algunas elecciones, como las que ganaron Kennedy, en 1960, y Nixon, en 1968, la diferencia entre la predicci¨®n de Pallup y el resultado real fue menor de un 1%.
En esta ocasi¨®n, la batalla electoral est¨¢ muy re?ida, lo que ha obligado a los dos grandes de los sondeos de opini¨®n, Harris y Gallup, a aplazar su predicci¨®n definitiva hasta el lunes por la tarde.
Durante el ¨²ltimo fin de semana de la campana electoral, los dos candidatos viajaron de una punta otra del pa¨ªs para intentar reforzar sus puntos d¨¦biles en los estados clave. El lunes por la noche,- unas horas antes de que se abran los colegios electorales en la ma?ana del martes., Ford y Carter pagar¨¢n sendos programas de televisi¨®n de media hora cada uno, en los que intentar¨¢n atraerse a su bando a los indecisos.
Carter es consciente de que un elevado abstencionismo puede significar su derrota, y en sus ¨²ltimos discursos recuerda constantemente a sus partidarios lo que cost¨® a los dem¨®cratas la escasa afluencia de votantes en 1968, y lo que estuvo a punto de costarles en 1960 ?Si hubiera votado una sola persona m¨¢s por colegio electoral en 1968, dijo Carter ayer, no hubi¨¦ramos tenido a Nixon, ni hubi¨¦ramos tenido Watergate?.
Si bien la opini¨®n m¨¢s extendida es que el candidato dem¨®crata conseguir¨¢ m¨¢s votos populares que su adversario, la especial estructura del sistema electoral norteamericano, donde los que cuentan son los ?votos electorales? de cada estado, hace que aquello no signifique que tenga ganada la elecci¨®n.
El presidente Ford busca directamente esos votos electorales y su compa?ero de ?ticket?, Robert Dole, dijo ayer que ya contaban con 23 votos m¨¢s de los necesarios para ganar, que son 270. Intenciones propagand¨ªsticas aparte, lo cierto es que en este momento parece existir esa posibilidad de que Ford logre alcanzar el n¨²mero preciso de votos electorales, pero a condici¨®n de que consiga la victoria en tres estados claves: California (45 votos), Illinois (veintis¨¦is votos) y Ohio (veinticinco votos).
Carter ganar¨¢ sin grandes dificultades en el estado de Nueva York (41 votos), al haber desaparecido la amenaza que supon¨ªa para ¨¦l el candidato independiente, Eugene McCarthy, que perdi¨® nuevamente el recurso presentado para poder figurar en la votaci¨®n de este estado.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.