El colectivo feminista discrepa del se?or Cela
Ayer tuvimos el gusto de asistir a una conferencia de don Camilo Jos¨¦ Cela que vers¨® sobre ?El erotismo en fr¨ªo?.Durante la larga hora que dur¨® la conferencia nos demostr¨® su aut¨¦ntico dominio del lenguaje y su habilidad para dar nuevos significados a los significantes, contribuyendo con ello a una liberalizaci¨®n del lenguaje sobre todo del er¨®tico.
Hemos de reconocer que para su generaci¨®n ha supuesto un revulsivo consiguiendo una jocosidad l¨²dica en torno al tema sexual considerado tradicionalmente por las espa?olas-es, como transcendente y oscurantista.
Sin embargo su verbofan¨ªa arrolladora fue el fiel reflejo de la cultura falocr¨¢tica en la que tambi¨¦n don Camilo est¨¢ inmerso. A lo largo de su conferencia, aludi¨® a la ?mujer fr¨ªgida? y a la ?mujer virgen? como valores dados dentro de un contexto discriminatorio en funci¨®n del sexo, eludiendo cualquier referencia al hombre fr¨ªgido o virgen que tambi¨¦n existen, y as¨ª, al citar el nuevo vocablo que ha acu?ado ?coitolabia?, s¨®lo hizo menci¨®n de lo que dec¨ªan las mujeres al practicar dicha actividad, provocando por dos veces la hilaridad general en el auditorio. No sabemos si el p¨²blico se hubiera re¨ªdo tanto de haber reproducido algunas de las frases que dicen los ?coitol¨¢bicos? en semejantes ocasiones.
Nos extra?a que afirmara que es en este pa¨ªs ?donde m¨¢s deleitablemente? se realiza la vida sexual, siendo Espa?a uno de los pa¨ªses que arrojan un ¨ªndice elevado de frigidez femenina seg¨²n las estad¨ªsticas, aunque habr¨ªa que recordar la frase de Mara?¨®n de que ?no hay mujer fr¨ªgida sino hombre inexperto?.
El climax de la funci¨®n se produjo cuando pidi¨® a voces vaginas de todos los tama?os y antig¨¹edades, de solteras, de viudas, de monjas, de casadas, de lo que fuera, su ¨¢nimo (ya que no su realidad material seg¨²n ¨¦l mismo dijo), se hallaba dispuesto a todo. Enloquecido consigo mismo comenz¨® a ver todo tipo de partes del cuerpo de la mujer, de tal forma que lleg¨® a hacer por el micr¨®fono gran cantidad de sorprendentes revelaciones sobre sus pulsiones sexuales, llegando al ¨¦xtasis al asegurar que habr¨ªa que perseguir a una se?ora llamada Rosa Morena, por la plaza de su pueblo natal, (no sabemos que pensar¨¢ la se?ora Morena al respecto.)
Por nuestra parte s¨®lo querernos desde esta tribuna, pedirle al se?or Cela que deje de utilizar su plataforma ling¨¹¨ªstica unidimensionalmente.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.