Subvenciones a la ense?anza
El problema de la ense?anza es grave tanto m¨¢s grave cuanto que el nivel de un pa¨ªs lo da la preparaci¨®n humana de sus habitantes, no el n¨²mero de f¨¢bricas ni la renta per c¨¢pita. De acuerdo en que la clase econ¨®micamente menos fuerte es la m¨¢s afectada.Sin embargo, creo que los problemas fundamentales a que debemos enfrentarnos los padres de hijos en edad escolar son dos: primero. la libertad de elegir el centro que nos parezca m¨¢s adecuado, por motivos religiosos o de cualquier otra ¨ªndole; segundo, acabar de una vez por todas con el clasismo, como ¨²nico medio de que estos, ni?os puedan vivir en un pa¨ªs sin las diferencias sociales que nosotros no hemos sabido eliminar. La libertad de elecci¨®n s¨®lo se puede conseguir con la Igualaci¨®n absoluta de los precios de todos los centros de ense?anza, se llamen privados o estatales, para que los padres no se ven condicionados en ning¨²n caso. El clasismo, por su parte. desaparecer¨ªa tambi¨¦n en el momento en que la escuela privada no fuera reducto de unos pocos por motivos econ¨®micos.
?Soluci¨®n? Que cada alumno pagase una cantidad proporcional a los ingresos familiares. desde nada hasta cantidades considerables; es decir, un sistema parecido al que rige el pago de los impuestos directos. Esto es ut¨®pico en un pa¨ªs con un sistema fiscal tan necesitado de revisi¨®n como es el nuestro. Como soluci¨®n menor. pero tambi¨¦n eficaz en, buena parte est¨¢ el sistema de cheque al estudiante o las subvenciones a los centros privados.
En cualquier caso, pensemos una cosa: cuando es noticia casi diaria el cierre de colegios privados por imposibilidad material de mantenerlos abiertos. ?es l¨®gico pedir que no se les subvencione? Al fin y al cabe se trata de locales ya preparados. con medios m¨¢s o menos al d¨ªa. pero existentes. Y. sobre todo. se trata de puestos escolares -que buena falta nos hacen- N, de puestos de trabajo que desaparecen tambi¨¦n.
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