Tania, y su circunstancia
En el plazo de los veinte meses entre el 4 de febrero de 1974 y el 18 de septiembre de 1975 que median entre el secuestro y la detenci¨®n, que no liberaci¨®n, de Patricia Hearst, se consuma una metamorfosis radical y la que fue tomada en garant¨ªa de la suma que el Ej¨¦rcito Simbi¨®tico de Liberaci¨®n pensaba pedir por su rescate a su padre, Randolph A. Hearst, hijo del famoso poseedor de la ?cadena Hearst?, William Randolph Hearst, atizador de la guerra hispanoyanqui de 1898 y personaje del que se tom¨® el dise?o del Citizen Kane, por Orson Welles, se torn¨® en la guerrillera Tania (como la famosa compa?era del Che en Bolivia), combatiente de las mismas fuerzas que la hab¨ªan arrancado de su vida muelle de hija y nieta de millonarios. Probablemente el argumento reclama una pel¨ªcula futura que ¨²nicamente el dinero de los Hearst impedir¨¢.El mismo dinero de los Hearst ha servido para que en el juicio contra Patty Hearst, el montaje de su defensa haya tratado de presentar los hechos de manera que a Tania, atracadora de bancos y compa?era de una banda armada, nada remisa ella de apretar el gatillo, no le alcance el peso de la ley de los vencidos. Pero esto ya es otra historia y no la que narra David Boulton constre?ida al nacimiento, vida y extinci¨®n de la guerrillera Tania, dejando a un lado lo que su caso pueda interesar a la prensa del coraz¨®n y de los famosos. El apellido Hearst no ha dejado mucho ?foco? informativo a la circunstancia de Tania. ?Qu¨¦ magia tiene o ten¨ªa el ambiente del SLA, el Symbiotic Liberation Army, para que alguien procedente de la ribera opuesta de la sociedad y reh¨¦n de guerra ella misma se pasase al enemigo con armas y bagajes? Porque de Patty o Tania se ha hablado mucho, quiz¨¢ demasiado, y del caldo de cultivo de la metamorfosis no se ha hablado nada o casi nada.
La historia de Patricia Hearst
Davis Boulton. Ediciones Aura.
Tal vez haya sucedido lo mismo que denunciaba Baroja en la presentaci¨®n hist¨®rica -Salustio- de la conjuraci¨®n de Catilina, como si procediese de una banda de viciosos y marginados. ?C¨®mo atrajo -dice Baroja- a parte de la ?¨¦lite? romana, C¨¦sar incluido? El llamado Ej¨¦rcito, que era poco m¨¢s de una banda, fundada y capitaneada por un personaje dudoso, entre confidente o agent provocateur antes, no s¨®lo seduce la imaginaci¨®n de Patty y la hace Tania, sino que vive en lucha con el aparato legal del establishment USA a?o y medio. Hay que leer el libro de David Boulton para ser informado de una sociolog¨ªa subyacente y escondida por el fulgor Hearst. El SLA ten¨ªa un caldo de cultivo mucho m¨¢s amplio y unas franjas sociol¨®gicas en que viv¨ªa en cierta forma, como aconsejaba Mao, ?como el pez en el agua?.
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