Discusi¨®n pol¨ªtica en Alemania por el caso de los dos generales destituidos
La publicaci¨®n por parte del diario conservador de Hamburgo Die Welt de un discurso no pronunciado y autorizado por el Gabinete del ministro federal de Defensa Georg Leber justificativo de la destituci¨®n de los generales del Ej¨¦rcito del Aire Krupinski y Franke ha provocado serias discusiones entre los partidos gubernamentales y de la oposici¨®n, am¨¦n de un sinf¨ªn de comentarios en la prensa alemana. Parte de los rotativos germanos, especialmente los pr¨®ximos a la cristianodemocracia acusan a Leber de haber alegado en su ?declaraci¨®n gubernamental? otras razones para la destituci¨®n de los generales que las que esgrimiera en su escrito dirigido al presidente federal quien tenla que entregar a Krupiriski y Franke las notificaciones de cese en sus funciones. Seg¨²n Leber, adem¨¢s de las frases alusivas al jefe de la fracci¨®n parlamentaria del SPD, Herbert Wetiner, los generales incriminados hab¨ªan cometido un acto de desobediencia por haber autorizado la celebraci¨®n del encuentro tradicional con el ex coronel de la Wehrmacht Rudel, c¨¦lebre por sus convicciones pol¨ªticas ultrarreaccionarias en una base a¨¦rea del sur de Alemania. Cuando esta reuni¨®n se hab¨ªa prohibido un a?o antes. Ahora bien, el aspecto formal del caso Krupiriski y Franke ha dejado ya de ocupar el primer plano. El cese de dos generales por razones de servicio o su conducta militar es algo completamente normal en cualquier ej¨¦rcito del mundo. Krupinski y Franke han tenido que quitarse el uniforme no por motivos de desobediencia, sino por su actitud pol¨ªtica, por no haberse ajustado a los principios que inspiran las instituciones democr¨¢ticas del estado federal alem¨¢n. El affaire de los dos generales depuestos ha vuelto a replantear el problema de la posici¨®n del soldado en un estado democr¨¢tico. Lo que perder¨ªa a Krupinski y Franke ser¨ªa lo que hace pocos d¨ªas me dijo un ex ayudante del primero, su total falta de sensibilidad pol¨ªtica.Krupinski, excepcional organizador y militar de pies a cabeza, carec¨ªa siempre de olfato pol¨ªtico. Ahora bien, un general en jefe como Krupinski, responsable de la flota a¨¦rea del Ej¨¦rcito federal, tiene adem¨¢s de sus obligaciones militares otras entre las cuales destaca la observancia en su unidad de los principios de respeto por el primado de la pol¨ªtica.
Temores del pasado
De ah¨ª que en el fondo no se trate tanto de las frases m¨¢s o menos peyorativas sobre una persona como Herbert Wehner y la comparaci¨®n de un gran dem¨®crata con un extremista de la derecha como el ex coronel Rudel, como de la incomprensi¨®n por parte de dos generales destacados de la sumisi¨®n del ej¨¦rcito federal al Parlamento y al poder pol¨ªtico civil. En muchas publicaciones se ha vuelto a plantear la pregunta de si en el Bundeswehr (Ej¨¦rcito Federal) est¨¢n introduci¨¦ndose o difundi¨¦ndose convicciones ultra reaccionarias o hasta un ideario nacionalsocialista (nazi). Algunos, incluso han apuntado la posibilidad de que en el caso Krupinski y Franke s¨®lo se tratar¨ªa de la punta de un iceberg y que en la oficialidad federal y en los cuarteles estaban abri¨¦ndose paso tendencias peligrosas para la integridad de los principios democr¨¢ticos que fundamentan el estado federal. El que suscribe ha llegado a la conclusi¨®n en docenas de conversaciones con militares alemanes de toda graduaci¨®n que el peligro de tendencias nacionalsocialistas o seudo-nacionalsocialistas en el Bundeswehr no es m¨¢s que un espejismo de temores nacidos de un pasado a¨²n no superado por gran parte de los alemanes.El peligro apuntado se reduce adem¨¢s, como bien nos se?al¨® un destacado oficial alem¨¢n, si se tiene en cuenta la progresiva transformaci¨®n de la profesi¨®n militar, el ej¨¦rcito federal est¨¢ abandonando a pasos agigantados las estructuras militares tradicionales para con vertirse en una Bundeswehr de t¨¦cnicos y universitario, con lo cual se garantizar¨ªa a mediano plazo su entronque m¨¢s firme en una sociedad pluralista. Esta transformaci¨®n garantizar¨ªa, adem¨¢s, el hallazgo de una nueva concepci¨®n de la profesi¨®n militar, con superaci¨®n de los periclitados v¨ªnculos con una tradici¨®n no adecuada a la misi¨®n del moderno ej¨¦rcito federal en la sociedad. O como dir¨ªa el ex general del Bundeswehr, el conde von Baudissiin en una entrevista concedida a EL PAIS hace pocos d¨ªas y cuyo texto ¨ªntegro ofreceremos a nuestros lectores en breve, la tradici¨®n de la Wehrmacht, o sea el pasado, de nada le sirve al moderno ej¨¦rcito federal. En su lugar deber¨¢ orientarse en el futuro, ha de encontrar su identidad en su misi¨®n y no en el cultivo de la tradici¨®n, de una tradici¨®n superada desde ya.
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