"La reforma sindical"
La reforma pol¨ªtica es, a todas luces, el primer objetivo del politizado campo de batalla en el que lucha el Gobierno. Este sabe cu¨¢nto le va en ello y, en el empe?o de sacar adelante su proyecto de ley, toda la actividad gubernamental queda suspendida o supeditada a dicho fin.De este modo la reforma sindical pareci¨®, en un principio, que ir¨ªa una v¨ªa muerta esperando el paso trepidante de la otra reforma, pero, la inaplazable realidad econ¨®mica, y social de este pa¨ªs oblig¨® a pone en marcha lo que se consideraba por la clase pol¨ªtica como secundaria reforma, cuando, por lo menos era por igual; o principal si se tiene en cuenta la fuerza pol¨ªtica de la centrales sindicales no legalizada todav¨ªa.
De la improvisaci¨®n con que si ha acometido este tema sindica dan pruebas el retraso y modificaciones qu¨¦ sufri¨® el real decreto por el que se creaba la Administraci¨®n Institucional de Servicios Socio Profesionales (AISS); y la publicaci¨®n del proyecto de ley con la creaci¨®n del Consejo Econ¨®mico y Social para, diez d¨ªas m¨¢s tarde sustituir al non nato con la transformaci¨®n del Consejo de Econom¨ªa Nacional.Pero m¨¢s grave que estas muestras de la poca preparaci¨®n con que se pretende institucionalizar la corriente econ¨®mica de empresarios, t¨¦cnicos y trabajadores, es considerar la reforma sindical como derivado canalizador de las ansias de pervivencia pol¨ªtica de una clase que agot¨® ya su cualidad representativa, y aspira ahora a reposar c¨®modamente en las altas instituciones sindicales, de modo vitalicio.
Puede que esto sea una suspicacia nacida del leg¨ªtimo deseo, por parte de empresarios y trabajadores, de que no se corte el paso a una aut¨¦ntica representaci¨®n, privativa de sus respectivas organizaciones, en las m¨¢s altas instancias profesionales, pero planea la duda de que exista una h¨¢bil maniobra pol¨ªtica mediante la cual se truequen votos favorables a la reforma pol¨ªtica en las Cortes por confortables sillones con r¨®tulos sindicales, Aunque esto ya no ser¨ªa posible en las actuales circunstancias, pues ni la representaci¨®n profesional se puede ostentar al margen de una elecci¨®n desde la base, ni el Consejo de Econom¨ªa Nacional puede continuar siendo un ?ref¨²gium pecatorum?.La retorma sindical ha de establecer las bases para una convivencia de las fuerzas productivas de nuestro pa¨ªs. Y sin esta ser¨ªan menguadas las posibilidades pol¨ªticas de cualquier Gobierno hostigado en lo econ¨®mico y en lo social. La trascendencia de la reforma sindical implica que no pueda ser realizada sin acuerdos previos con aut¨¦nticas representaciones de los empresarios y los trabajadores. Si se hiciera por decreto, o s¨®lo con la aquiescencia de la oligarqu¨ªa sindical con asiento en las Cortes -como se ha planteado- se ir¨¢ a un seguro fracaso que repercutir¨¢ gravemente en la econom¨ªa nacional.
Como errores de principio en el plan de reforma sindical que ha iniciado el Gobierno -mediante el real decreto de 27 de octubre y los dos proyectos de ley anunciados pueden apuntarse los siguientes:
-La creaci¨®n de ese monstruo continuista, AISS con unas funciones obsoletas. Habr¨¢ que disolverlo previa redistribuci¨®n de funcionarios, bienes v funciones.-La continuidad de percepci¨®n de la cuota sindical, transformada en tasa parafiscal. Est¨¢ en la naturaleza de las cosas que empresarios, t¨¦cnicos y trabajadores se nieguen a pagarla.
-La limitaci¨®n a ramas de actividad de las asociaciones profesionales. Esto es un residuo del organigrama verticalista.
-La prohibici¨®n para las asociaciones profesionales de esta sujetas a la disciplina de partidos. Ello no ata?e a los empresarios que desean una organizaci¨®n apol¨ªtica pero s¨ª a los sindicatos obreros, que no pueden aceptar tal limitaci¨®n.
-La posible jurisdicci¨®n del Ministerio de Relaciones Sindicales en el registro de entidades sindicales.
-La suspensi¨®n cautelar de cualquier asociaci¨®n por parte de las autoridades gubernativas.
-La exclusi¨®n de los funcionarios p¨²blicos.
-La menci¨®n en el (art¨ªculo sexto) a organismos de consulta y colaboraci¨®n, que hacen sospechar en un prop¨®sito de continuismo de la Organizaci¨®n Sindical estatal.
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