Homero Aridjis, entre lo gen¨¦rico y lo concreto
Frescura y espontaneidad caracterizan, desde siempre, a la poes¨ªa hispanoamericana. Sus mejores poetas conservan el raro don de la designaci¨®n directa. Vivifican lo ausente y aun en el t¨®pico dejan un sello personal, alado, como reci¨¦n nacido.Hoy nos llega amplia noticia de un joven poeta mejicano, Homero Aridjis, 1940. Nos lo presenta la tambi¨¦n trasatl¨¢ntica, esta vez por parte argentina, Cristina Peri Rossi, que se esfuerza en presentarnos, desde la Editorial Lumen, una imagen nueva, distinta e informal, de la poes¨ªa m¨¢s reciente. Hay que agradecer estos impulsos, aunque no siempre estemos de acuerdo con los resultados.
Selecciona cuatro libros de Homero Aridjis y deja fuera, por razones de estructura formal -para no amputar lo unitario-, otros dos que, seg¨²n ella, merecen atenci¨®n cr¨ªtica. Se trata de Mir¨¢ndola dormir y Pers¨¦fone.
Homero Aridjis:
Antolog¨ªa. Edit. Lumen. Barcelona, 1976. 111 p¨¢ginas.
La Antolog¨ªa se abre con el primer libro del autor, Antes del reino. En ¨¦l advertimos ya los par¨¢metros de su posterior creaci¨®n: una lucha en el campo expresivo entre lo gen¨¦rico y concreto, acerc¨¢ndose, cada vez m¨¢s, a la representaci¨®n objetual. Le ayudan el presente b¨ªblico, un presente continuado, y los objetos naturales con referencia alada, vegetal o acu¨¢tica. Todo ello para definir la presencia corp¨®rea del amor. Le traicionan, en cambio, expresiones et¨¦reas, poco matizadas, de contenido no tan concreto. La t¨¦cnica subyacente se acerca al surrealismo, recuerda la imagen hebraica y se centra en la enso?aci¨®n, siguiendo, dir¨ªamos nosotros, a B¨¦cquer y a Machado. Hay nostalgia, presencia mortuoria de un tiempo apagado, arquitect¨®nica reminiscencia de jardines, sue?os y edificaciones urbanas: ?...columnas sonrientes/que nos hacen un gui?o de fracaso. ?
El siguiente libro, Los espacios azules, lleva un subt¨ªtulo aclaratori¨®: ?Todo habla en lo oscuro?. La palabra es aqu¨ª luz, comprensi¨®n. Nace del mismo centro de las cosas, que, en ¨²ltima instancia, es el hontanar del poeta. Todo un mundo oriente, nuevo en su ramificaci¨®n apenas estrenada, con im¨¢genes precisas y tambi¨¦n in¨¦ditas: ?El sol sobre las aguas es una yema intacta.?
Ajedrez/ Navegaciones. Insiste en el instante. Lo describe como si cada gota de tiempo tuviera vida propia. La luz penetra los cuerpos igual que una mirada. Esto se deduce del significado de las palabras, pero el sentido po¨¦tico no siempre se ajusta a la intenci¨®n. Donde resulta m¨¢s intenso es en los poemas cortos y en la tensi¨®n amorosa, un amor que adentra el cuerpo como una voz, para medirle su palabra.
Quemar las naves. Esa brevedad se intensifica en este libro con una estructura sencilla, espont¨¢nea y de hondo latir. Los dos planos de la expresi¨®n se acercan m¨¢s, con tono aparentemente despreocupado, a la intenci¨®n inicial. Para muestra, dos estrofas. ?Buenos d¨ªas a los seres/que son como un pa¨ªs/y ya verlos/es viajar a otra parte.? Y esta otra, que abre en la obra del poeta una ventana hacia el futuro: ?Quemar las naves/para que no nos sigan /las sombras viejas/ por la tierra nueva.?
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