La reforma super¨® la primera prueba

El primer acto del Pleno de las Cortes sobre la reforma pol¨ªtica se cubri¨® ayer sin demasiados escollos y con expectativas de que, cuando llegue el momento decisivo de las votaciones, el proyecto del Gobierno saldr¨¢ adelante. Como se esperaba, la m¨¢xima atenci¨®n la centr¨® -dentro del debate sobre las enmiendas a la totalidad- la controversia entre Fernando Su¨¢rez y Blas Pi?ar en torno a la modificaci¨®n de los Principios del Movimiento. El procedimiento de urgencia establecido por el presidente de las Cortes, y que excluye la votaci¨®n separada de las enmiendas y votos particulares, hab¨ªa creado un clima desfavorable contra la reforma, que se percibi¨® m¨¢s en los pasillos que en el hemiciclo.

El se?or Fern¨¢ndez- Miranda reafirm¨® su criterio de aplicar las normas del procedimiento de urgencia sobre la marcha, y expuso ante los procuradores los tres tipos de votaci¨®n posibles, sin pronunciarse por cu¨¢l se decidir¨¢ en el momento oportuno. En todo caso, las votaciones se producir¨¢n al final, una vez que hayan concluido las deliberaciones, tanto sobre las enmiendas a la totalidad -que tuvieron lugar ayer- como sobre las observaciones generales y enmiendas al articulado, que se producir¨¢n a partir de las diez de la ma?ana de hoy.Una vez m¨¢s el presidente de las Cortes ofreci¨® una muestra de su habilidad cuando, contestando a los intentos de que se votaran anticipadamente las enmiendas o votos Particulares, con base en el art¨ªculo 88, p¨¢rrafo 2 del Reglamento, se?al¨® que precisamente con base en ese precepto, supletorio del procedimiento de urgencia, no se pod¨ªan someter a votaci¨®n las enmiendas hasta que se hubiera producido la deliberaci¨®n sobre todas ellas. El p¨¢rrafo citado se?ala: Defendidos ante el pleno enmiendas o votos particulares se votar¨¢n en primer lugar.

El debate de la tarde de ayer, acompa?ado de una gran expectaci¨®n en las tribunas p¨²blica, y de prensa, contempl¨® su principal debate en torno a la congruencia de la reforma con los Principios del Movimiento. En opini¨®n del se?or Pi?ar, la reforma no era viable por no respetar tales Principios, que estar¨ªan excluidos de la modificaci¨®n de que son susceptibles las restantes Leyes Fundamentales.

En nombre de la ponencia, Fernando Su¨¢rez ofreci¨® argumentos jur¨ªdicos, pol¨ªticos y filos¨®ficos que avalan la posibilidad de alteraci¨®n de los Principios, tanto como de las dem¨¢s Leyes Fundamentales.

El argumento supremo emplea do por Fernando Su¨¢rez fue que si realmente los Principios son permanentes e inalterables, no importar¨¢ que las Cortes primero, y el pueblo espa?ol, mediante refer¨¦ndum, despu¨¦s, los modifiquen, los alteren o los deroguen. S¨ª son inalterables lo ser¨¢n siempre, del mismo modo que no se puede alterar la existencia de los Pirineos, aunque el pueblo espa?ol aprobar¨¢ que hab¨ªan dejado de estar don de est¨¢n. Por lo dem¨¢s, esta primera parte del Pleno de la reforma se desarroll¨® sin demasiados incidentes. Abri¨® las intervenciones oratorias Miguel Primo de Rivera, quien defendi¨®, en nombre de la ponencia, el prop¨®sito reformador, consistente en crear una nueva

Constituci¨®n partiendo de. la legalidad vigente. Critic¨® tanto a quienes se obstinan en no aceptar esta reforma, como a quienes pretenden no aceptar la legalidad vigente y s¨®lo propugnan la ruptura.

La intervenci¨®n de Blas Pi?ar conect¨® en varias ocasiones con un sector importante de procuradores, partidarios de conservar al m¨¢ximo el r¨¦gimen franquista.

En cambio, las palabras de Jos¨¦ Mar¨ªa Fern¨¢ndez de la Vega -aunque coincidentes ideol¨®gicamente, en cuanto defend¨ªan la perpetuaci¨®n del Estado del 18 de julio-, provocaron en algunos mo-. mentos la hilaridad en el hemiciclo.

Manuel Mar¨ªa Escudero, por su parte, retir¨® pr¨¢cticamente su enmienda en pro de la r¨¢pida celebraci¨®n de elecciones, objetivo primero del proyecto de reforma.

Los enmendantes a la totalidad, se?ores Pi?ar y Fern¨¢ndez de la Vega, replicaron al ponente Fernando Su¨¢rez Blas Pi?ar lleg¨® a expresar su preferencia en que claramente se diga al pueblo espa?ol que se inicia un proceso constituyqnte, antes que esta farsa est¨²pida de la reforma democr¨¢tica.

M¨¢s informaci¨®n en p¨¢gs 11, 12 y 13