Los requisitos del refer¨¦ndum
Miembro del Comit¨¦ del Partido Comunista de Espa?a
1. Ha sorprendido la amplitud de la votaci¨®n, en las Cortes franquistas, favorable a la ley de la reforma: ha sido una aprobaci¨®n copiosa dada por la clase pol¨ªtica que ha usufructuado un poder dictatorial durante casi cuarenta a?os. Aprobaci¨®n pactada por el Gobierno con Alianza Popular sobre una base concreta que huelga comentar: los ? correctivos? de la proporcional.
Tuve la suerte, el otro d¨ªa, de participar como moderador en un debate sobre m¨¦todos electorales, en el curso del cual el profesor de Heidelberg Dieter Nohlen explic¨® c¨®mo una ? proporcional corregida? puede conducir a falseamientos (que llegan a grados escandalosos) de los votos de los ciudadanos: en Grecia, por ejemplo, la izquierda, con el 9, 8 % de los votos, obtiene el 2, 2 % de los esca?os. En resumen, la aprobaci¨®n de la reforma se ha hecho mediante un acuerdo del Gobierno con el sector neofranquista para basar las futuras elecciones en un sistema que atribuya proporcionalmente m¨¢s peso al voto de las zonas menos pobladas y menos peso al voto de las grandes urbes, de los centros industriales y obreros. ?Bonito estreno para algo que pretende conducir Espa?a a la democracia!
2. Pasemos de lo anecd¨®tico a lo m¨¢s general: el proyecto de reforma encierra en s¨ª mismo una honda contradicci¨®n. Proclama, en principio, la soberan¨ªa popular. Obstruye, en los hechos, el camino para que el pueblo pueda ser soberano.
El momento de la verdad ser¨¢ el del refer¨¦ndum. Por primera vez, el Gobierno de la monarqu¨ªa va a demostrar qu¨¦ entiende por consulta, democr¨¢tica al pueblo.
Es conocido que hay dos requisitos indispensables para que un refer¨¦ndum pueda aspirar a una m¨ªnima legitimidad democr¨¢tica: a) que la pregunta, o las preguntas, permitan una expresi¨®n libre de la opini¨®n; b) que existan libertades pol¨ªticas plenas para que el pueblo conozca las diversas actitudes.
El refer¨¦ndum que se ha convocado no respeta ni el primero ni el segundo de esos requisitos.
No creo que sea arriesgado su poner que la ¨²nica opci¨®n que ofrecer¨¢ el refer¨¦ndum ser¨¢ un s¨ª, o un no, a la reforma. Lo que el pueblo no podr¨¢ decir, por tanto, es si quiere unas elecciones para elegir una asamblea constituyente. Sin embargo, en la actual coyuntura espa?ola, ¨¦sa es la verdadera soluci¨®n para ir a la democracia. El refer¨¦ndum, por su contenido mismo, tapa el camino de la democracia.
?Qu¨¦ significa el s¨ª a la reforma? No es un s¨ª a la democracia. Es la aceptaci¨®n de una Constituci¨®n otorgada (lo que ya fue rechazado como reaccionario cuando Mart¨ªnez de la Rosa, en 1834, intent¨® su ?pasteleo? de Estatuto Real) que establece urja monarqu¨ªa, no constitucional como en diversos pa¨ªses de Europa occidental, sino claramente autoritaria; sin responsabilidad del Gobierno ante el Parlamento; con capacidad de recurso plebiscitario del rey contra el Parlamento; con dos c¨¢maras elegidas con ?correctivos?, etc¨¦tera.
Pretender implantar tal sistema mediante una apariencia de consulta (porque el pueblo no puede pronunciarse por una soluci¨®n democr¨¢tica aut¨¦ntica), es una responsabilidad grave que contrae el Gobierno.
3. Veamos el tema del segundo requisito para que un refer¨¦ndum pueda ser v¨¢lido: los partidos poli ticos democr¨¢ticos siguen en condiciones de ilegalidad; hay zonas de tolerancia, mayores para unos que., para otros, pero en todo caso reina en ese terreno la arbitrariedad m¨¢s completa; se sigue deteniendo por motivos pol¨ªticos; sigue vigente parte del decreto llamado ?antiterrorista?, para prolongar las detenciones en locales de la polic¨ªa; al secretario general del PCE, Santiago Carrillo, a su presidente, Dolores Ib¨¢rruri, se les sigue negando el pasaporte. Los partidos no tienen prensa, ni acceso a la radio y televisi¨®n. Permanece el TOP... En tales condiciones, un refer¨¦ndum seria una triste farsa antidemocr¨¢tica.
Por eso la oposici¨®n, en la resoluci¨®n de la POD (y tambi¨¦n en otros textos de sectores demo cristianos, socialdem¨®cratas, liberales) ha presentado las condiciones m¨ªnimas sin las cuales la consulta carecer¨ªa de toda validez. En breve: pleno ejercicio de la libertad de actuaci¨®n de los partidos sin exclusi¨®n; igualdad de oportunidades ante la radio y televisi¨®n; completar la amnist¨ªa; retorno de todos los emigrados; supresi¨®n de jurisdicciones de excepci¨®n y del aparato del Movimiento; control efectivo por los partidos de las operaciones del sufragio...
Lo grave del momento es que el Gobierno —lejos de ir hacia unas condiciones homologables. al menos en parte, con las existentes en las democracias pluralistas— se dispone a lanzar una campa?a triunfalista, ?copando? los medios de publicidad, para lograr una ?victoria? en el refer¨¦ndum.
Esa victoria ser¨¢ p¨ªrrica. Sin libertades, el valor de los n¨²meros es nulo. Cuanto m¨¢s ?triunfa lista?, m¨¢s se parecer¨¢ a los seudo refer¨¦ndums del per¨ªodo franquista.
Son las fuerzas democr¨¢ticas de la oposici¨®n (y no la ?alianza? del se?or Fraga y del se?or Fern¨¢ndez de la Mora, ni las Cortes franquistas) las que tienen autoridad, ante la opini¨®n espa?ola, pero tambi¨¦n, ante Europa y el mundo, para atestiguar la validez, o no, de una consulta.
Ante la ausencia, en el refer¨¦ndum previsto, de las condiciones m¨ªnimas para que pueda ser considerado como democr¨¢tico, la POD acaba de decidir una campa?a pol¨ªtica por la abstenci¨®n activa. Es la ¨²nica v¨ªa para defender, de verdad, la democracia. Una corriente de opini¨®n, que sin duda va a ir en aumento estos d¨ªas, plantea ante el Gobierno, ante todo el pa¨ªs:
Libertades antes del refer¨¦ndum.
4. Hay momentos —y vivimos uno de ellos— en que una actitud neta, firme, sin ambig¨¹edad, es la ¨²nica forma de contribuir a que el tr¨¢nsito a la democracia se haga sin traumas. La aprobaci¨®n de la reforma introduce, sin duda, factores nuevos: ¨¦stos podr¨ªan ser positivos si trascienden su marco continuista, si se insertan en otro proceso: el que tiene que llevar a la democracia, a unas Cortes Constituyentes sobre la base del m¨¢s amplio consenso.
Ante un refer¨¦ndum sin libertades, abstenci¨®n.
Algunos comentarios dicen: ?lo del refer¨¦ndum es lo de menos: lo importante son las elecciones es?.
Quiero decir con toda claridad que el PC desea las elecciones. Quiere participar en ellas. El problema es que sean elecciones libres de verdad. Lo que no aceptar¨ªamos es actuar de comparsas en una farsa para dar apariencias democr¨¢ticas a un continuismo neofranquista.
Y para q las elecciones puedan ser libres, es decisiva, hoy una actitud neta de la oposici¨®n exigiendo libertades para el refer¨¦ndum: y llamando a la abstenci¨®n frente a un refer¨¦ndum sin libertades, El momento del refer¨¦ndum est¨¢ estrechamente ligado al de las elecciones.
Si la oposici¨®n se limitase a susurrar ante el refer¨¦ndum, perder¨ªa autoridad para luego continuar la batalla en pro de un verdadero cambio democr¨¢tico, Una firme y eficaz campa?a por la abstenci¨®n en un refer¨¦ndum antidemocr¨¢tico, sin libertades, elevar¨¢ el peso y autoridad de la oposici¨®n. Crear¨¢ una situaci¨®n mucho m¨¢s favorable para obligar al Gobierno a una verdadera negociaci¨®n p¨²blica y colectiva con la oposici¨®n. Una negociaci¨®n que lleve a la ruptura pactada; que asegure elecciones libres de verdad; que devuelva la soberan¨ªa al pueblo.
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