La casa, por el tejado

Cuatro d¨ªas despu¨¦s de que las Cortes aprobaran el proyecto de ley de Reforma Pol¨ªtica y con ello ratificaran el fin de la democracia org¨¢nica -el refer¨¦ndum ser¨¢ indudablemente positivo y b¨¢sicamente es un test o gimnasia del sufragio de cara a unas elecciones que s¨ª ser¨¢n importantes- el Gobierno remite a las Cortes un proyecto de ley org¨¢nica del llamado Consejo de Econom¨ªa Nacional.Antes de iniciar oficialmente el per¨ªodo constituyente, el Gobierno, ganador en la reforma frente a la vieja guardia, se inventa una nueva estructura de un organismo agonizante desde hace a?os. Lo que en un principio se plante¨® como una operaci¨®n compensadora para los procuradores sindicales que deb¨ªan votar en Cortes, ofreci¨¦ndoles a cambio de aceptar el sufragio universal un asiento en un consejo econ¨®mico social, ahora aparece como una operaci¨®n fantasma de resurrecci¨®n de un organismo de muy dudosa conveniencia. Es como empezar la casa no ya por el tejado sino por la puerta del desv¨¢n.

El art¨ªculo 2 del proyecto de ley del Consejo de Econom¨ªa Nacional establece la composici¨®n del mismo en base a representantes sindicales, empresariales, de consumidores, etc¨¦tera. Lo pintoresco es, que el sindicalismo oficial est¨¢ en liquidaci¨®n y no se puede saber c¨®mo funcionar¨¢n y qu¨¦ pretender¨¢n los futuros sindicatos y patronales. Lo de los consumidores es a¨²n m¨¢s. abstruso. Cuando a¨²n no se ha resuelto el tema de la libertad sindical, de la cuota sindical, y tantos otros, parece completamente improcedente inventar organos de encuentro de unos y otros intereses. Cuando el Gobier no insiste en la necesidad de la reforma administrativa se inventa una nueva estructura y funci¨®n para un organismo que estaba pr¨¢cticamente muerto.

Al asignar competencias al Consejo se alude a la participaci¨®n en la planificaci¨®n del desarrollo. Pero, ?existe planificaci¨®n? Parece que previamente habr¨ªa que esperar a ver qu¨¦ es de la recientemente estrenada, aunque in¨¦dita Subsecretar¨ªa de Planificaci¨®n; c¨®mo se inicia una planificaci¨®n razonable y luego pensar en el organismo consultor, o de asesor¨ªa o vigilancia.

Lo que no aparece nada claro en el proyecto remitido a las Cortes es el por qu¨¦ del mismo. La oportunidad para la resurrecci¨®n del Consejo de Econom¨ªa Nacional parece que no ha llegado y que. ser¨ªa mejor que el Gobierno abordara temas m¨¢s urgentes.