En defensa del patrimonio
Es ya alarmente la frecuencia con la que ¨²ltimamente se producen noticias sobre derribos y desapariciones de edificios de singularidad arquitect¨®nica de Madrid. Ayer nos hac¨ªamos eco en estas mismas p¨¢ginas, de la dem¨®lici¨®n de parte de la fachada del convento de las Capuchinas; hace unas semanas, el objetivo de la piqueta fueron las viejas paredes del convento del Sacramento. Y no ser¨ªa complicado encontrar algunos otros testimonios m¨¢s, hojeando los peri¨®dicos. madrile?os de los ¨²ltimos meses.Una ciudad como Madrid, que no naci¨® para ser capital de Espa?a y que por eso ha estado sometida a terribles tensiones urban¨ªsticas, no puede permitirse el lujo de perder, de la noche a la ma?ana los pocos edificios que confieren alguna personalidad a muy escasas zonas ciudadanas. Esos conventos, esas viejas iglesias y algunos palacetes son los ¨²nicos recuerdos que quedan de aquella villa provinciana que hubo de crecer dictatorialmente para ser capital de una naci¨®n y sede de cortes.
Lo m¨¢s triste de estas desapariciones son las circunstancias en que se producen. Ni un instrumento legal, ni una iniciativa de la administraci¨®n impiden estos desafueros art¨ªsticos. La decisi¨®n de conservar o no queda simplementeal albur de que la inmobiliaria o la constructora de turno utilicen argumentos convincentes, en forma de millones de pesetas, para forzar a la venta a la comunidad religiosa o al arist¨®crata propietarios.
Tambi¨¦n en estos d¨ªas EL PAIS publica una breve serie de art¨ªculos, elaborado por un grupo de expertos en la materia, sobre la forma claramente especuladora en que se est¨¢ forzando la transformaci¨®n urbana del centro de Madrid. Los derribos de edificios de inter¨¦s arquitect¨®nico. son una inmediata consecuencia de este fen¨®meno. Inventario
La Gerencia.Municipal de Urbanismo est¨¢ elaborando muy lentamente, un inventario de edificios singulares de inter¨¦s hist¨®rico-art¨ªstico de Madrid. Es una empresa loable, necesaria adem¨¢s para actualizar el viejo cat¨¢logo existente hasta ahora. Pero no sirve absolutamente para nada si no est¨¢ acompa?ado de medidas legales claras que preserven y protejan la supervivencia de estos edificios. Hasta ahora, s¨®lo la declaraci¨®n de monumento hist¨®rico-art¨ªstico por parte de la Direcci¨®n General del Patrimonio Art¨ªstico y Cultura! puede impedir que estos caserones caigan bajo la piqueta. Pero el tr¨¢mite es muy largo, y s¨®lo se benefician de ¨¦l grandes y especial¨ªsimos conjuntos. Los de menor entidad, aunque no de inter¨¦sno tienen abogados. Algunas personas sensibles a la responsabilidad colectiva, que la ciudad de Madrid tiene con lo poco que queda de su patrimonio arquitect¨®nico, han elevado sus voces para detener este tipo de atropellos. A ellas unimos la nuestra.
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