La voz y la m¨²sica de Catalu?a

Las pel¨ªculas que recogen las actuaciones de conjuntos e int¨¦rpretes musicales en directo, especialmente en el curso de grandes conciertos ?pop?, proliferan desde ha ya algunos a?os, siguiendo algunos modelos cl¨¢sicos, de los que el mejor representante sigue siendo Woodstock. El cine, en este tipo de rodajes, es un mero veh¨ªculo t¨¦cnico para poner en circulaci¨®n las im¨¢genes y sonidos de unos momentos privilegiados que, sin las c¨¢maras y magnet¨®fonos de los t¨¦cnicos quedar¨ªan perdidos para siempre. Las pel¨ªculas de esta clase, pues, sirven de inesperadas conservas musicales con las que volver a evocar el clima de pasi¨®n entusiasmo que un d¨ªa, durante unas horas, sirvi¨® a un cantante para comunicar y emocionar.El sistema llega tarde a Espa?a pero m¨¢s vale el retraso que la eterna ausencia, especialmente si es para acercar al espectador hisp¨¢nico a un fen¨®meno cultura tan complejo y de tan hondas resonancias como es la nova can?¨® catalana. Lo primero que es necesario decir, es que los resultados distan mucho de ser ¨®ptimos, salvo en algunos instantes espec¨ªficos -la actuaci¨®n de Raimon, al final de la obra, con la espl¨¦ndida ?Vengo de un silencio?, la intervenci¨®n de Pau Riba o la resonancia de ?Els segadors?...-, mientras lo habitual es un tono medio m¨¢s que discutible y repleto de titubeos y oscilaciones de ritmo e inter¨¦s. Angel Casas, buen conocedor del fen¨®meno que analiza, es el guionista y presentador de gran n¨²mero de las entrevistas suplementarias, mientras Francesc Bellmunt -al que los aficionados recordar¨¢n por su ?sketch? en Pastel de sangre- ha sido el encargado de animar y realizar el invento. La nova can?¨® es una obra honrada, que intenta penetrar en los entresijos de un fen¨®meno que no se agota en lo puramente musical, sino que llega a ser pol¨ªtico, social y cultural, donde cada acto, cada estrofa, equivale a un manifiesto, a un compromiso entero. Los di¨¢logos catalanes han sido aceptablemente traducidos y aumentan el valor de esta pel¨ªcula bien intencionada y desigual, con una muy deficiente calidad t¨¦cnica en im¨¢genes y sonidos que servir¨¢, al menos, para lanzar fuera de sus l¨ªmites estrictos, geogr¨¢ficos, a una serie de nombres y personalidades que se han transformado ya en historia viva de la cultura espa?ola total, ala que la aportaci¨®n de los pa¨ªses catalanes (Catalu?a, Valencia, Baleares, Rosell¨®n y Andorra) enriquece de manera fundamental.