Dudas de orden econ¨®mico ante el ingreso de Espa?a en la CEE

Durante dos d¨ªas, los ministros de Asuntos Exteriores de la CEE -en la que se empiezan a observar reservas de orden econ¨®mico ante el ingreso de Espa?a y Portugal - examinan en esta capital los grandes cap¨ªtulos de las relaciones exteriores del Mercado Com¨²n.El di¨¢logo Norte-Sur, aplazado hasta enero, las negociaciones euro¨¢rabes, la convocatoria de una ?cumbre? de pa¨ªses industrializados, y las relaciones con Turqu¨ªa, Yugoslavia, Egipto, Jordania, Siria y L¨ªbano, figuran inscritos en el orden del d¨ªa.

Los ministros de Asuntos Exteriores, conjuntamente con sus colegas de Agricultura, ver¨¢n el martes la posible reglamentaci¨®n interna para la CEE, derivada de la aplicaci¨®n de la zona de doscientas millas de aguas de pesca de la CEE a partir del 1 de enero de 1977.

En sesi¨®n restringida, es decir, con la asistencia ¨²nica de los nueve ministros de Asuntos Exteriores, sin otros colaboradores, los ?nueve trataron el espinoso tema de la ampliaci¨®n de las comunidades europeas.

Por el momento, la CEE negocia, la adhesi¨®n de Grecia, solicitada por Atenas en 1974, al t¨¦rmino del r¨¦gimen de los coroneles. Portugal se prepara en pedir la entrada a comienzos de 1977, en el curso de una gira de Mario Soares, primer ministro portugu¨¦s, por las principales capitales de la CEE. Espa?a puede estar en condiciones de solicitar tambi¨¦n la entrada, despu¨¦s de las elecciones legislativas de la pr¨®xima primavera.

?Cu¨¢l es la actitud de los ?nueve? ante su perspectiva de ampliaci¨®n hacia el Sur?

Hay divisi¨®n de opiniones. Pol¨ªticamente, todos est¨¢n de acuerdo en la necesidad de vincular la Pen¨ªnsula Ib¨¦rica al proceso, de construcci¨®n europea. Econ¨®micamente, hay reservas importantes. Algunos pa¨ªses, como B¨¦lgica y Luxemburgo, no ocultan el peligro que corre la CEE si, en plena crisis interna, pretende asimilar nuevas naciones. Otros, como Francia e Italia, recuerdan los peligros para su agricultura con una entrada de Espa?a y Portugal.

Renaat van Elslande, ministro belga de Asuntos Exteriores, en charla con un grupo de periodistas espa?oles, dijo que era necesario un per¨ªodo de reflexi¨®n para buscar formas de cooperaci¨®n intermedias entre la asociaci¨®n y la adhesi¨®n.

La idea del jefe de la diplomacia belga ser¨ªa asociar a espa?oles y portugueses a una serie de actividades comunes de los ?nueve?, sin la incorporaci¨®n formal inmediata.

El peligro de participar tan s¨®lo en instituciones ?ad hoc? de la CEE, es que Espa?a y Portugal seguir¨¢n bajo la influencia econ¨®mica y comercial de la CEE, sin posibilidad de contar con voz y voto en el foro de las decisiones comunitarias. Eso es lo que se calla Van EIslande.