Piden que desaparezcan unas perreras en la colonia Juan de la Cierva

"La situaci¨®n es molesta para las personas y para los animales", vino a decir Juan de Arespacochaga ayer respecto al problema suscitado por las perreras construidas en la colonia Juan de la Cierva en el pueblo de Barajas.

Seg¨²n el Ayuntamiento estas perreras no cumplen las ordenanzas establecidas, ya que no re¨²nen las condiciones de salubridad e higiene necesarias. Seg¨²n cifras municipales existen en este lugar alrededor de ochocientos perros y doscientos gatos. Se han dado varios plazos para que termine esta situaci¨®n, uno de ellos perentorio, pero los due?os ponen serias dificultades para conseguirlo.En la colonia Juan de la Cierva existen unas perreras privadas, que albergan alrededor de 2.000 animales seg¨²n c¨¢lculos de los vecinos, cuyas condiciones higi¨¦nicas y su repercusi¨®n en la sanidad de la zona fue denunciada por los vecinos al alcalde Juan de Arespacochaga, durante la visita realizada por ¨¦ste al barrio de Barajas el pasado lunes.

El se?or Arespacochaga, tras escuchar las quejas de los vecinos con respecto a este lugar, indic¨® que har¨ªa todo lo posible por normalizar la situaci¨®n. Las seis perreras se encuentran a unos trescientos metros de la colonia Juan de la Cierva, actualmente considerada como zona de reserva aunque primitivamente fue zona agropecuaria y despu¨¦s r¨²stico-forestal.

Los vecinos sostienen que estas perreras mantienen una situaci¨®n insalubre y son un posible foco de infecci¨®n. ?Se mantienen hacinados miles de animales en local¨¦s muy reducidos y mal acondicionados, que no re¨²nen las m¨ªnimas garant¨ªas de cara al vecindario. Debido a este hacinamiento, las muertes de los perros son frecuentes ya que, adem¨¢s, a esta perrera se llevan los animales abandonados en las calles, generalmente enfermos o heridos?.

Muchas veces, seg¨²n los vecinos, los perros son tirados cerca de las viviendas o enterrados a escasa profundidad. Ahora los camiones de recogida de basura se llevan los animales muertos, envueltos en bolsas de pl¨¢stico. Los residuos de limpieza de las perreras vierten directamente a la calle, en un lugar donde habitualmente juegan los ni?os. ?Esta situaci¨®n infecciosa y la acumulaci¨®n de residuos han originado un espectacular crecimiento del n¨²mero de ratas?.

La ¨²ltima de las perreras construidas, el pasado verano, provoc¨® la indignaci¨®n del vecindario. Fue construida dentro de la reparcelaci¨®n existente, en la parcela 138-A. Existe un chalet en medio de este trozo de terreno que disimula la existencia de la perrera.