El Parlamento alem¨¢n debate el programa de gobierno de Schmidt

Comenz¨® en el Parlamento el debate en torno de la m¨¢s larga declaraci¨®n gubernamental jam¨¢s le¨ªda por un jefe de Gobierno alem¨¢n desde la fundaci¨®n de la Rep¨²blica Federal de Alemania. El debate, iniciado el 17 de diciembre, continuar¨¢ despu¨¦s de las vacaciones navide?as.El viernes se lanzaron al ruedo parlamentario de Bonn los principales l¨ªderes de la oposici¨®n y sus compa?eros gubernamentales encabezados por el canciller. El primero en tomar la palabra fue Helmut Kohl, cuya primera intervenci¨®n en el Bundestag como l¨ªder de la Uni¨®n Cristianodem¨®crata y de la facci¨®n conjunta CDU-CSU hab¨ªa despertado bastante inter¨¦s. Kohl dio en todos los sentidos la medida de sus posibilidades, de sus intenciones y de su car¨¢cter nada pol¨¦mico.

Por lo dem¨¢s, dicho con palabras de un diputado de la CDU, el primer discurso de Helmut Kohl en el Bundes7ag no me ha hecho levantarme de mi asiento. K oh 1 se extendi¨® en vaguedades, en lugares comunes. Los detalles, el an¨¢lisis de la declaraci¨®n nada program¨¢tica de Schmidt se la dej¨®, m¨¢s que por gana por insuficiencia, a Franz-Josef Strauss. El l¨ªder de la CSU, causante de la crisis m¨¢s grande en el campo conservador desde que existe la Rep¨²blica Federal, critic¨® todo lo que hab¨ªa que criticar en una declaraci¨®n gubernamenta4 que en el fondo respond¨ªa a su propio estilo. Strauss insisti¨®, ante todo, en la dif¨ªcil situaci¨®n por la que atraviesa Europa occidental. S¨®lo la uni¨®n de todas las fuerzas de la libertad -enfatiz¨®- podr¨¢ impedir que al final Europa se hunda bajo la sombra del socialismo.

Con inter¨¦s se hab¨ªa esperado la intervenci¨®n de Rainer Barzel, ex candidato a la canciller¨ªa por la CDU-CSU, que visiblemente no se resigna a su papel de segund¨®n. Barzel pronunci¨® un discurso que mereci¨® el benepl¨¢cito hasta del canciller, no por la amistad que entre ambos pueda existir, sino por su calidad. Barzel critic¨® la declaraci¨®n gubernamental fundamentalmente por no ofrecer perspectivas y por tratarse de una declara ci¨®n m¨¢s propia de un contable que de un jefe de Gobierno. Con ello, sin querer, dio la Medida, no s¨®lo de una declaraci¨®n gubernamental sino de las intenciones de un canciller que poco espera de sentencias ideol¨®gicas y bastante, por no decir todo, de ofertas realizables o program¨¢ticas,