Habr¨¢ elecciones mientras el Gobierno las pueda ganar
Tras analizar en cap¨ªtulos anteriores los l¨ªmites en que se ha movido la campa?a electoral brasile?a y el aburrimiento consecuente para el lector, nuestro colaborador analiza hoy el papel que juega para el Poder la existencia de un partido de Oposici¨®n que da un aire democr¨¢tico a la contienda electoral. Un papel que el Poder seguir¨¢ tolerando mientras la Oposici¨®n siga perdiendo las elecciones.
O Brasil figura na lista das 38 na?oes mais ricas do mundo y efectivamente all¨ª est¨¢, justo en el n¨²mero 38. Seg¨²n la renta ?per c¨¢pita? (Espa?a est¨¢ en el veintisiete). Con este sistema un pa¨ªs tiene siempre la posibilidad de estar en la relaci¨®n de los econ¨®micamente fuertes. Con alargar la lista hasta llegar a ¨¦l... (la renta anual del brasile?o es de 1.025 d¨®lares, por debajo de Bulgaria: menos de la mitad de Espa?a (2.325).La propaganda es ingenua. re¨ªterativa. hasta aburrida, pero... eficaz. No es la cl¨¢sica gota de agua sino la cucharada de todos los d¨ªas y todos las horas. En un cerebro simple -y en Brasil hay todav¨ªa muchos- produce efecto. Uno de los entrevistados acerca de su voto respond¨ªa exactamente como hab¨ªa previsto el jefe de la campa?a gubernamental: ?La patria est¨¢ tranquila y yo tambi¨¦n lo estoy. ?Para qu¨¦ calentarse la cabeza?.? Otro: ?Si la gente se olvidase de la pol¨ªtica y se uniera ser¨ªa mucho mejor? (.?Isto ¨¦?), octubre 1976.
Ciudades y pueblos
Los votos han correspondido a las previsiones. En los lugares donde no hay campa?a pol¨ªtica y la gente sabe del exterior s¨®lo a trav¨¦s de televisi¨®n y radio... en los lugares peque?os donde la presi¨®n de la autoridad es mucho mayor, desde la amenaza velada personal -si gana la oposici¨®n, se termin¨® tu cargo. A la comunal en Nazare. corri¨® la voz con tonos ominosos. El gobernador solo dar¨¢ los fondos para el centro social y el parque deportivo si Arena gana las elecciones. Permitieron la victoria de Arena. En las ciudades grandes, Rio de Janeiro. Sao Paulo, Porto Alegre, gan¨® ruidosamente la oposici¨®n (en R¨ªo con m¨¢s del doble de los votos), Ls resultados semejan a las de nuestras elecciones tambi¨¦n municipales de 1931. Como en ellas las ciudades importantes dieron el triunfo a la izquierda y los pueblos -?burgos podridos? los llamar¨ªa Aza?a- a la derecha. Pero los parecidos terminan aqu¨ª, el Rev Alfonso XIII dio la importancia que realmente ten¨ªa a la opini¨®n de una minor¨ªa sofisticada y abandon¨® el pa¨ªs. Geisel no piensa hacerlo. Los votos recibidos y por los cuales luch¨® de manera agresiva yendo a todos los rincones del pa¨ªs para pedirlos y usando para ello la innegable ventaja que supone en imagen y medios, ser el presidente de la Rep¨²blica le han animado a continuar en un mandato que termina en 1978.
La Arena pues sigue en el poder y el MDB en la oposici¨®n. Lo cual es muy bueno para la Arena. que as¨ª puede presentar a las democracias de todo el mundo. la muestra de sus sentimientos liberales.
Hay algo curioso: seg¨²n el diputado del MDB, Pedro Sim¨®n de Porto Alegre (Jornal do Brasil 28-X-76) la existencia del M DB es una garant¨ªa para el propio Gobierno, porque canaliza dentro de v¨ªas democr¨¢ticas el posible intento de cambiar, evitando al mismo tiempo la radicalizaci¨®n del pa¨ªs.
Dado que en 1974 hubo un gran aumento de votos a favor del MDB y no metieron en la c¨¢rcel a los vencedores, la gente moderada de izquierda sigue esperanzo alcanzar el poder pac¨ªficamente. Pedro Sim¨®n llega a m¨¢s en, su alegato de la necesidad del M DB. Supongamos dice, que desapareciese el partido del Gobierno, la Arena. No ocurrir¨ªa nada. El Gobierno seguir¨¢ siendo el Gobierno y la oposici¨®n ocupando su lugar. Pero si desapareciese el MDB, sus masas se disgregar¨ªan en muchos y algunos peligrosos, partidos de izquierda, hasta llegar a la argentinizaci¨®n... (no es secreto. que la convulsi¨®n del pa¨ªs vecino contribuy¨® mucho a que se votase aqu¨ª el partido del orden)
Cinismo
La deducci¨®n del se?or Sim¨®n, como ve el lector es realista: tan realista como para rozar y alcanzar f¨¢cilmente el cinismo porque no esconde que ¨¦l y su partido est¨¢n jugando s¨®lo con las cartas que les permite quien tiene todos los ases en la mano. Al demostrar al general Geisel que le son ¨²tiles, evidentemente gana para su partido la posibilidad de seguir viviendo Y al mismo tiempo la imposibilidad de ser aceptado seriamente por nadie. Resulta dif¨ªcil tener fe pol¨ªtica en un grupo que declara que su existencia se debe al mero hecho de no tener bastante virulencia ni gente para inquietar al poder y que solo funciona con su permiso.
Y hasta tal punto es as¨ª que varios comentaristas han llegado a la misma conclusi¨®n. Si gana Arena en estas elecciones -dec¨ªan- las habr¨¢ para senadores y diputados y gobernadores de Estado en 1978. Si no no (?Manchete? 27-X-76 Sito Paulo). Dicho de otra manera, habr¨¢ elecciones mientras el Gobierno pueda estar seguro de ganarlas y ense?ar al mundo que aqu¨ª existe democracia. En caso contrario esa imagen mundial no merec¨ªa la pena de mantenerla ante una derrota que obligar¨ªa al presidente Geisel a echar mano del acto n? 5 y quitarle el esca?o a todos los que comulgaran con las ideas contrarias.
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