El olvido de las regiones pobres

EL PAIS ha dedicado su editorial del mi¨¦rcoles, 8 de diciembre a Catalu?a y el Pa¨ªs Vasco. Uno de los puntos de vista mantenido en el mismo es el presunto agravio. que ha supuesto, la obligatoriedad del idioma espa?ol en ambos territorios, y la ?represi¨®n? del euskera y del catal¨¢n.Con independencia de que, sin defender un centralismo cultural, considero l¨®gica la obligatoriedad del espa?ol, con el que nos entendemos todos los habitantes de este pa¨ªs, me gustar¨ªa que el editorialis ta me aclarase qu¨¦ supone mayor agravio para una regi¨®n, si tener que soportar una cierta presi¨®n cultural, l¨®gica como he dicho antes, al tiempo que ve incrementarse su prosperidad material o contemplar como marchan a Catalu?a y al Pa¨ªs Vascos los hombres, las materias primas, la energ¨ªa, los cr¨¦ditos, etc¨¦tera.

Seg¨²n EL PAIS, el Gobierno, en un terreno simb¨®lico, nada ha hecho porpreparar un viaje del Rey al se?or¨ªo de Vizcaya. ?Es que acaso lo ha preparado para Le¨®n, Castilla la Vieja. Arag¨®n, Extremadura, Murcia, etc¨¦tera? Paciencia, es de esperar que a todas las regiones les llegar¨¢ su turno.

Las pr¨®ximas Cortes no van a marcar la hora de nacionalidades, sino la de las regiones pobres, desheredadas y marginadas, que no suelen apareceren los editoriales ni p¨¢ginas de EL PAIS y que, da la casualidad de que son las m¨¢s numerosas.