Juicio o expulsi¨®n de Espa?a, opci¨®n ofrecida a Carrillo seg¨²n medios franceses
Santiago Carrillo y los otros siete dirigentes del PCE, ayer, Navidad, como los dos d¨ªas anteriores, siguieron ocupando la primera p¨¢gina de la actualidad francesa. Sin embargo, los observadores, a la vista de la evoluci¨®n de los acontecimientos en Espa?a, opinaban que, no tardando, todos ser¨ªan liberados y que, as¨ª, el secretario general podr¨ªa circular libremente en Espa?a y que la legalizaci¨®n del PC, como la de los dem¨¢s partidos de la oposici¨®n, habr¨ªa empezado. La manifestaci¨®n convocada por el PC franc¨¦s, para el lunes inmediato, a las seis de la tarde, ante la embajada de Espa?a en Francia segu¨ªa en pie. Y las protestas, en Francia, como en el resto de Europa, a pesar de la desmovilizaci¨®n propia de las fiestas navide?as, siguieron multiplic¨¢ndose.Fran?ois Mitterrand, primer secretario del Partido Socialista Franc¨¦s, envi¨® un telegrama de protesta al presidente del Gobierno, Su¨¢rez, resaltando que desear¨ªa ?el fin r¨¢pido de todas las discriminaciones pol¨ªticas, que la vida democr¨¢tica se instaure en Espa?a? y, m¨¢s concretamente, ?protestando contra la detenci¨®n de Santiago Carrillo?. Tambi¨¦n le envi¨® otro telegrama a Carrillo, con un ?saludo y con la solidaridad de todos los socialistas franceses?.
Otros informes, llegados a Par¨ªs, a trav¨¦s de varias agencias de prensa, afirmaban anoche que, a Carrillo, se le han dado dos posibilidades: ser juzgado o ser expulsado de Espa?a. Nadie dudaba que el l¨ªder comunista, si se planteara as¨ª su situaci¨®n, quedar¨ªa en Espa?a. En medios bien informados se dec¨ªa que la conducta del Gobierno, en este asunto, no tiene mucha l¨®gica y el intentar hacer creer, ahora, que todo se resolver¨¢ f¨¢cilmente, tendr¨ªa por objeto desmovilizar las protestas en Espa?a y en el exterior: ?As¨ª se le declar¨® a EL PA?S, en medio de la confusi¨®n, se apartan del partido a Carrillo y, posiblemente, a los dem¨¢s dirigentes, en v¨ªsperas de las elecciones. Es una coartada m¨¢s del r¨¦gimen, que no acaba de saber lo que es la democracia?.
Durante los dos ¨²ltimos d¨ªas, una parte de la prensa de derechas, que antes de la muerte del general Franco daba consejos democr¨¢ticos a Espa?a, en esta ocasi¨®n, al tratarse ¨²nicamente de un problema planteado por dirigentes comunistas, parece haber cambiado de opini¨®n. El diario de ultraderecha, L'Aurore, nost¨¢lgico a¨²n de Argelia francesa, anteayer a los comunistas y socialistas europeos que protestan por la detenci¨®n de Carrillo, les reprochaba el qu¨¦ ?ignoren o finjan ignorar la tolerancia de la que son beneficiarios, despu¨¦s de la muerte de Franco los comunistas que viven tranquilamente en Madrid, como Tamames, por ejemplo, que circula en Rolls Royce...?
En otros t¨¦rminos, el conservador Le Figaro viene a decir que la legalizaci¨®n del PCE no ser¨ªa imposible en Espa?a, pero m¨¢s tarde, es decir, seg¨²n insinuaba indirectamente su editorialista, cuando Santiago Carrillo haya desaparecido en tanto que secretario general. Estos dos diarios y, sobre todo, el imperio period¨ªstico que simboliza Le Figaro, constituyen el sost¨¦n de la derecha tradicional francesa.
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