Los VIP

El pasado viernes 19 tuve ocasion de escuchar a trav¨¦s de una emisora madrile?a (radio Espa?a) un programa que presenta un tal Paco Galindo, seg¨²n cre¨ª entender, y que trata sobre la actualidad musical y del espect¨¢culo madrile?o o as¨ª. Pues bien, este locutor se apresur¨® a relatar un suceso que, seg¨²n sus palabras, result¨® ?lamentable, incre¨ªble y bochornoso?, del que ¨¦l hab¨ªa resultado protagonista. Yo entonces aprest¨¦ mis o¨ªdos al tiempo que aumentaba el volumen de mi receptor en mi ruta carreteril. El suceso tan lamentable y escandaloso hab¨ªa consistido en que durante el estreno de un espect¨¢culo en no s¨¦ qu¨¦ boite madrile?a a este locutor se le ignor¨® ol¨ªmpicamente y no se tuvo ninguna atenci¨®n con ¨¦l. Recibi¨® una atenci¨®n (todo esto seg¨²n su relat¨® por las ondas) ni bueno ni malo, sino normal. Y termin¨® su alocuci¨®n poniendo verde al director de la sala por este descuido tan incre¨ªble para con su persona. Despu¨¦s de o¨ªr semejante parrafada yo qued¨¦ tan anonadado que hube de parar el coche en la cuneta para recuperarme un poco y llegu¨¦ a la conclusi¨®n de que habr¨ªa que escarmentar a quien corresponda por no atender a ese locutor como se merec¨ªa a saber: reserv¨¢ndole en el local la mejor mesa para ¨¦l y sus amigos. recibi¨¦ndole a la entrada con flores y guirnaldas. ofreciendo a ¨¦l y sus acompa?antes ?barra libre? toda la noche y despidi¨¦ndole al final con m¨²sica celestial y regalos por doquier. ?Pero qui¨¦n ser¨¢ ese relaciones p¨²blicas de esa sala!

Rosario Pino, 12