La renovaci¨®n de los 'disc-jockey" en Espa?a
En anterior domingo en que coment¨¢bamos algunos aspectos de la difusi¨®n de la m¨²sica ligera en Espa?a a trav¨¦s de su medio de mayor influencia, la radio, nos qued¨¢bamos en el momento de crisis que supuso el final de los a?os sesenta. Momento de mayor esplendor, pero que guardaba en su propio ¨¦xito la semilla de una pronta decadencia de lo que supon¨ªa el mundo pop. Ocurri¨® la renovaci¨®n de dise-jockeys, favoritos del gusto mayoritario, sin que desaparecieran los cl¨¢sicos comentaristas de discos que les hab¨ªan antecedido. En esta etapa me toc¨® jugar un papel junto a Jos¨¦ Mar¨ªa I?igo, representando ambos el concepto de disc-jockey a la inglesa y americana, respectivamente, seg¨²n la l¨ªnea de las emisoras brit¨¢nicas piratas y las radios americanas que basaban su programaci¨®n en la m¨²sica ligera. El disc-jockey trascend¨ªa el medio radio y se convert¨ªa por s¨ª mismo en una figura del mundillo pop. El ejemplo internacional m¨¢s claro fue el del norteamericano Murray the K, al que llamaban el quinto Beatle por su influencia y popularidad.En este sentido Jos¨¦ Mar¨ªa I?igo inaugur¨® el uso de los diferentes medios de difusi¨®n simult¨¢neamente,lo cual potenciaba de forma extraordinaria su imagen popular. Radio, prensa y televisi¨®n se convirtieron en sus tribunas, llegando a poseer tan tremenda potencia que simultaneaba su trabajo en sociedades te¨®ricamente competitivas como la SER y Movier¨¦cord SA. S¨®lo su fuerza ante el p¨²blico pod¨ªa justificar estas actividades que en momentos anteriores hubieran sido impensables. Era el momento en que las grandes empresas nacionales inclu¨ªan en sus presupuestos una importante cantidad para la radio y en concreto, para los programas de m¨²sica ligera por el tir¨®n que pose¨ªan ante el p¨²blico.
Pero el disc-jockey se estaba convirtiendo en demasiado poderoso en su imposici¨®n de canciones y cantantes m¨¢s difundidos
Frecuencia modulada
En el campo creativo de la m¨²sica ya hab¨ªa surgido, paralelamente, una serie de movimientos que alejaban al rock cada vez m¨¢s de la m¨²sica de consumo; mejoraron los autores e int¨¦rpretes y la selecci¨®n hizo aumentar el nivel de calidad de la producci¨®n de la m¨²sica ligera. Todo esto combinado con los movimientos revolucionarios e intelectuales juveniles de los a?os sesenta, hizo cambiar el formato de muchas emisoras y por tanto, de sus presentadores. Se potenci¨® la FM y se busc¨® m¨¢s al experto que al hombre-espect¨¢culo. La frecuencia modulada hab¨ªa adquirido una fuerza en Madrid gracias a Los cuarenta principales de Radio Madrid, pero ahora el repertorio deb¨ªa ser distinto y la selecci¨®n musical alejada del cors¨¦ de las ?listas? por muy ?democr¨¢ticas? que ¨¦stas fueran. Tambi¨¦n me toc¨® intervenir en el principio de la aventura que fue Radio 99.5 que era la frecuencia modulada de Radio Popular. Una experiencia del ¨¦xito r¨¢pido, pero que no encuadraba totalmente en las ideas de los directivos de la COPE que por mucho que intentaron asimilarla. ideol¨®gicamente, s¨®lo consiguieron tener m¨¢s y m¨¢s problemas, por sus errores de planteamiento; y por supuesto dejaron ir a la base m¨¢s s¨®lida de los nueve equipos musicales radiof¨®nicos, que comenzaron all¨ª, pero no fueron en absoluto reconocidos. De nuevo, la COPE (Cadena de Ondas Populares Espa?olas) perdi¨® otra oportunidad de incorporarse, con ¨¦xito, a los nuevos movimientos musicales juveniles. Y naci¨® Onda Dos en Madrid y las nuevas FM en otras emisoras del pa¨ªs, con un especial ¨¦xito en el ambito radiof¨®nico catal¨¢n, como siempre, avanzadilla de las corrient¨¦s art¨ªsticas nacionales.
Gonzalo Garc¨ªa Pelayo, Moncho Alpuente, Adri¨¢n Vogel, Paco Montes, etc¨¦tera se incorporaron a estas actividades nuevas, tanto en prensa como en radio y televisi¨®n. La ¨²ltima gran aventura fue el formidable empe?o que bajo la direcci¨®n de Carlos Tena se llev¨® a cabo en RNE a trav¨¦s del programa. Para vosotros, j¨®venes. Muy diferentes motivaciones han ido fraccionando el programa, que contin¨²a siendo la aventura m¨¢s posibilista de los setenta en el campo radiof¨®nico de la m¨²sica ligera. Y frente a ¨¦l, casi exclusivamente, una vuelta a viejos formatos, o el mantenimiento de f¨®rmulas anteriores, y programas ya casi agotados, no nos dan un panorama muy alentador para esta segunda mitad de los setenta.
La m¨²sica ligera en la radio espa?ola necesita un urgente replanteamiento desde bases m¨¢s realistas. Bases alejadas del elitismo de una progresia no sincera y minoritaria, y de las f¨®rmulas ya repetidas hasta la saciedad. Hay, en suma, que responder al respecto m¨¢s amplio de una juventud espa?ola mayoritaria, sin miedo a caer en el horterismo, siempre que se pretenda evolucionarlo, y sin la f¨¢cil complacencia del olvido de la profesi¨®n radiof¨®nica como medio b¨¢sico de comunicaci¨®n en los programas musicales. Ha sido excesiva y contin¨²a si¨¦ndolo la ambigua aparici¨®n de canciones, como seleccionadas por locutores, que no son. sino cunas comerciales encubiertas. El planteamiento de la pol¨ªtica musical de algunas emisoras est¨¢ acerc¨¢ndose peligrosamente a los l¨ªmites de la ¨¦tica profesional, y ah¨ª es donde esperamos la s¨®lida reacci¨®n de los directivos y de la industria d¨ªscogr¨¢fica, que ya debe saber a la perfecci¨®n que esos caminos pueden dar resultados a la corta, pero nunca a un largo plazo. Y ella, ya cumple cien a?os.
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