Medidas contra la verborrea
Aprovechando la invitaci¨®n que impl¨ªcitamente se me hace en el contenido de las m¨²ltiples llamadas invitando al pueblo espa?ol a que hable, y ante la remota eventualidad de que tal vez pudiera ser tomada en consideraci¨®n me decido a lanzar la siguiente sugerencia.A la vista del creciente estado de inflaci¨®n que presenta el vocabulario espa?ol (no he dicho castellano).
Ante el manejo indebido y, a todas luces incorrecto que de dicho vocabulario hace una gran parte de espa?oles que se autoconceden patente de corso para dogmatizar de lo que entienden v de lo que no entienden. Velando por la pureza precisi¨®n de nuestro lenguaje.
En atenci¨®n y con base en todo lo expuesto. se dispone: Primero.
Queda totalmente prohibido a todos los ciudadadanos y ciudadanas de cualquier talla condici¨®n, hablar de cosas que no entienden ni saben de donde proceden ciertas materias de las que se creen obligados a pontificar hasta por los codos.
Segundo. Aquellas personas que debido a su especlal situaci¨®n personal sientan la imperiosa necesidad de someter su garganta a ejercicios intensivos deben limitar su verborrea dentro de los prudenciales cauces de lo correcto y m¨¢s comprensible. sin tratar de intercalar conceptos y palabras sueltas. importados de alg¨²n antiguo dialecto chino de dif¨ªcil traducci¨®n y de total inutilidad para su capacidad de asimilaci¨®n.
Tercero. Como ejemplo elemental no exhaustivo. devocablos de masiva circulaci¨®n y abuso illultitudinario y contraproducente y, que deben quedar a la sola disposici¨®n de aquellas personas que entiendan su significado y que por tanto sean capaces debacer un empleo correcto de las mismas. se pueden citar: democracia (sin apellidos). di¨¢logo (no de sordos). sindicatos (no verticales). convivencia (civ¨ªlizada), justicia (a secas). orden (del g¨¦nero niasculino), paz (no la del silencio) y algunos. eteeteras m¨¢s.
Cuarto. Aquellas personas que por cualquier raz¨®n se hagan el loco en cuanto al contenido precedente. perder¨¢n autom¨¢tIcamente todo derecho a larnentarse si no encuentran su plaza reservada el dia que se inventen los tonticomios.
Otros¨ª, digo. Ante la posibilidad de estar incurso en todo lo escrito desde la cruz a la raya. hago punto final. Gracias.
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