Salir del ghetto
(...) Las l¨ªneas maestras de la pol¨ªtica exterior espa?ola (Europa, Latinoam¨¦rica, mundo ¨¢rabe) no son nuevas aunque a primera vista puedan parecer gastadas porque el franquismo volc¨® en ellas toda su vana ret¨®rica. Ahora se trata de hacer efectivas esas relaciones para que todo no quede en brindis de banquete o en in¨²tiles visitas protocolarias. En este sentido es de esperar que la ?ofensiva ¨¢rabe?, que inici¨® ayer Marcelino Oreja y que ser¨¢ continuada por posteriores viajes del Rey y de Su¨¢rez, consiga algo positivo y no se quede en los t¨®picos a que estamos acostumbrados y que aburren al m¨¢s pintado. Espa?a ha invertido mucho en la amistad ¨¢rabe, y hasta ahora no ha conseguido apenas nada. A esa amistad incluso se ha sacrificado el reconocimiento de Igrael por razones nunca explicadas satisfactoriamente, y sin que hasta ahora. las contrapartidas hayan sido compensadoras. Valdr¨ªa la pena recordar que Francia es una de las naciones occidentales m¨¢s. solidamente vinculadas a los ¨¢rabes, de cuya amistad, ha obtenido mucho, y siempre ha mantenido sus relaciones con el Estado jud¨ªo.Algo parecido habr¨ªa que decir, de las relaciones con los pa¨ªses iberoamericanos respecto de los cuales hay que abandonar el imperialismo de oropel, caracter¨ªstico de la pol¨ªtica hisp¨¢nica de la dictadura. En vez de gastar la p¨®lvora en salvas triunfalistas ser¨ªa preciso establecer las condiciones para unas s¨®lidas relaclones economicas y culturales y para desempe?ar el papel de puente euroamericano que hasta ahora han cumplido mucho m¨¢s eficazmente otras naciones latinas, como Francia e Italia.
A pesar de todo, la opci¨®n prioritaria sigue siendo Europa, y ella merece los mejores esfuerzos de nuestra diplomacia que deber¨¢ salvar no pocos escollos. Las estimulantes palabras del canciller Schmidt, en su reciente visita, son prenda, al menos, de un cambio de ambiente. Esperemos que a lo largo, de este a?o disminuya nuestra distancia pol¨ªtica respectode Europa y se haga, en consecuencia, m¨¢s f¨¢cil la integraci¨®n.?
10 enero.
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