Viviendas razonables
?Con el a?o nuevo, adem¨¢s de las repetidas esperanzas de que la vida se renueve, llegan tambi¨¦n los balances, y con ellos esa desoladora impresi¨®n de que los problemas permanecen tenazmente presentes, en espera de la mano h¨¢bil y oportuna que sepa propinarles el golpe maestro. Entre esos problemas, con el car¨¢cter de grave, end¨¦mico y escandaloso que siempre le hemos atribuido desde estas p¨¢ginas, figura el de la vivienda digna y asequible, que es uno de los derechos b¨¢sicos de la persona humana y de su familia, sobre todo en esta ¨¦poca nuestra de concentraci¨®n poblacional en las grandes ciudades, indeciblemente aprovechada por los especuladores del suelo.Un reciente estudio comparativo ha venido a ilustrarnos sobre la situaci¨®n en Madrid. Durante el a?o pasado, mientras el ¨ªndice general de la Bolsa descendi¨® en un 30%, la cotizaci¨®n real de las transacciones de viviendas aument¨® en el mismo porcentaje por t¨¦rmino medio. Y con una agravante: que las viviendas consideradas sociales llegaron a aumentar en su precio hasta un 40%. Cierto que los materiales de construcci¨®n y la mano de obra encarecieron durante 1976; pero esos factores, seg¨²n el mismo estudio, s¨®lo tuvieron una incidencia en el precio final de un 10 a un 15%. Lo verdaderamente escandaloso es tener que seguir diciendo que el precio del solar incide en el citado precio final hasta en un 50%. Para decirlo con palabras de la calle, hemos llegado a la irrisoria situaci¨®n de ?tener que decir?, porque es comparativamente verdad, que un piso de dos millones y medio de pesetas es un ?piso barato?. (...)
12 enero
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