Absurdo Real Madrid
El Madrid se hundi¨® a¨²n m¨¢s el domingo en su miseria t¨¢ctica actual. La concentraci¨®n serrana m¨¢s que despejar sus ideas se las congel¨®. Con un planteamiento realmente incre¨ªble en el centro del campo, donde Guerini y Jensen dos delanteros, se ve¨ªan obligados a ser centrocampistas junto a un desesperante Del Bosque, premioso e impreciso, que, adem¨¢s, fue siempre superado por Alves: con una defensa que hizo agua bastantes veces por los laterales, en especial por Sol, y con una delantera en la que s¨®lo Santillana tuvo alguna que otra oportunidad y a S¨¢nchez Barrios ni se le not¨® en esta ocasi¨®n. no es extra?o que un Salamanca modesto, asentado en defensa y, con m¨¢s orden en el medio campo, lograra la segunda victoria forastera de la temporada en Chamart¨ªn.La prueba de Guerini como centrocampista volvi¨® a repetirse y en esta ocasi¨®n con el estrambote Jensen. No dudamos que ambos pusieron voluntad, pero result¨® decididamente absurdo verles Intentar pases de cuarenta metros que si las reglas futbol¨ªsticas no se han vuelto del todo locas, mal o bien deber¨ªan haber recogido ellos. Por supuesto, ni una jugada ligada, ni el m¨¢s m¨ªnimo esquema de hacerla. S¨®lo Pirri, una vez m¨¢s, subi¨® en alg¨²n momento a buscar la oportunidad imposible. Para colmo, el ¨²nico pase largo aprovechado, con Juanito en el suelo, y que le cost¨® la primera tarjeta a Alves por protestar, fue obra de Ur¨ªa. Roberto pas¨® a Santillana y el tiro de ¨¦ste lo desvi¨® a c¨®rner D'Alessandro.
De cualquier forma lo m¨¢s lamentable del partido para el Madrid es que perdi¨® ante un rival que en la primera parte, sobre todo, se uni¨® a ¨¦l en una consecuci¨®n de fallos en la entrega, en la pobreza de maniobra sobre el terreno, real mente indignas de la Qrimera Divisi¨®n. Antes de la media hora, con Bernab¨¦u en el palco, ya hubo las primeras protestas y un solitario pa?uelo se sac¨® con firmeza para increpar. Quiz¨¢ fuese sintom¨¢tico Era de un espectador de edad avanzada. Lo que ve¨ªa en el c¨¦sped no correspond¨ªa al m¨ªnimo exigible por un buen aficionado. La defensa y la l¨ªnea media, en cuanto recib¨ªan el bal¨®n en un lateral, lo devolv¨ªan al otro. No eran cambios de juego, sino retrasos. No hab¨ªa donde mandarlos. Ni laterales que se adelantaran, ni extremos que llegasen hasta la l¨ªnea, ni hombres de medio campo que mandaran en su parcela. No hab¨ªa nada de nada Con el f¨²tbol que se ha praticado y visto en Chamart¨ªn a?os atr¨¢s -dir¨ªa el espectador- el espect¨¢culo del domingo resultaba deplorable. De Real Madrid s¨®lo ten¨ªa el nombre.
La entrada de Vel¨¢zquez parec¨ªa obligada. Sin embargo, a ese equipo que deambulaba sin rumbo y talvez hasta sin moral -lo m¨¢s grave- dif¨ªcilmente pod¨ªa enderezarlo un hombre. Su lesi¨®n, providencial lesi¨®n, dir¨ªamos nosotros, le salv¨® de la quema general. A fin de cuentas por un cuarto de hora no se puede incluir a nadie en el naufragio de noventa minutos. Vel¨¢zquez incluso se fue antes del gol que sentenciar¨ªa el partido. Alves, naturalmente, el mejor hombre sobre el camp¨®, ten¨ªa que rubricar su recital. Un recital sin enemigo, pues Del Bosque segu¨ªa, pero sin jugar.
El final, con todo, fue bastante, comedido. Ameijenda fall¨® otra ocasi¨®n de oro, pero es que el Madrid intent¨® quemar sus ¨²ltimos cartuchos y encima de no tener p¨®lvora delante -Roberto pas¨® al centro a esperar el bal¨®n alto imaginario y se perdieron hasta los extremos- se desorient¨® todav¨ªa m¨¢s en defensa. S¨®lo Benito se mantuvo, pero menos mal que el Salamanca no fue nunca demasiado peligroso. Es un modesto, que ¨²nicamente explot¨® sus posibilidades y aprovech¨® los fallos contrarios.
A falta de siete minutos se oyeron gritos de ?fuera!, ?fuera! y entre los socios surgieron algunos pa?uelos m¨¢s. Pero no lleg¨® la sangre al r¨ªo. D'Alessandro, impresionante, sobre todo por la potencia de sus saques, salv¨® en una arriesgada salida ante Santillana un fallo de su defensa y alguien so?¨® con el empate. Antes del partido del ¨¢rbitro Bernab¨¦u se hab¨ªa ido ya del palco
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