?Guerra o acci¨®n pac¨ªfica?
Hace ya bastantes a?os que ETA comenz¨® una acci¨®n de violencia y guerra contra el Estado espa?ol, teniendo como objetivos la libertad de Euzkadi y la implantaci¨®n de un r¨¦gimen socialista.El tiempo transcurrido, las acciones realizadas, las muertes ocurridas tienen suficiente amplitud. para poder hacer un balance y reflexionar si es razonable seguir esa l¨ªnea o ha llegado la hora de cambiar de t¨¢ctica y de guerra.
La guerra que dirige ETA contra el Estado espa?ol es una guerra en que las fuerzas en lucha son tan desproporcionadas. en cuanto a combatientes. efectivos. armamentos. bases. territorios. medios financieros, alianzas. etc¨¦tera, que se puede afirmar que no existe por parre de las guerrillas o comandos vascos. la m¨¢s m¨ªnima esperanza de triunfo. ni de avance en el logro de sus ideales pol¨ªticos y sociales. si se siguen empleando los m¨¦todos violentos actuales.
Diputado a Cortes por Vizcaya en la legislatura de 1936 Miembro del Partido Nacionalista Vasco
Representante de los partidos pol¨ªticos vascos en la Comisi¨®n Negociadora con el Gobierno
Las consecuencias negativas de la guerra revolucionaria est¨¢n a la vista. Treinta o cuarenta j¨®venes vascos han encontrado la muerte, v¨ªctimas de esta guerra in¨²til y sin esperanza de triunfo. Cientos. los presos condenados a largas penas de prisi¨®n, y otros tantos. los m¨¢s afortunados, en el exilio.
En el bando contrario se ha ocasionado la muerte a otros hombres. encuadrados en las fuerzas de seguridad civil y polic¨ªa, reemplazados sin dificultad por el Estado. pero habiendo dejado una serie de viudas y hu¨¦rfanos y una estela de dolor igual que la producida en las familias de los combatientes de ETA ca¨ªdos en la lucha.
En esta guerra ETA est¨¢ matando a vascos por ser alcaldes o presidentes de Diputaci¨®n, por realizar actos que no est¨¢n bien vistos. o por actuar como colaboradores o informadores.
Soy totalmente contrario a la pena de muerte. tanto a la que se aplica por los Estados en ejecuci¨®n de sentencias de sus tribunales. corno a la que se aplica por personas o grupos que se constituyen, en tribunales sancionadores.
A esos vascos muertos no se les ha dado oportunidad para ser o¨ªdos. ni para defenderse, ni se les han otorgado las garant¨ªas procesales de la defensa y de la apelaci¨®n.
No creo que por sus acciones hayan merecido la pena de muerte. Ante m¨ª. nadie la merece. ni nadie tiene autoridad moral para condenar a muerte a un ser humano.
Todos estamos condenados a muerte, por la naturaleza mortal de nuestras vidas. y todos moriremos. Ante esta evidencia. no adelantemos con otra sentencia de muerte el fin de la vida de nadie y descartemos de nuestro mundo la guerra y la muerte.
La juventud debe tener fe en la vida, fe en el porvenir de un pueblo que lleva miles de a?os de existencia.
Aprobadas las leyes de reuni¨®n y de asociaci¨®n, con las modificaciones que se anuncian, varias organizaciones pol¨ªticas y sociales surgir¨¢n a la vida p¨²blica y legal.
GNo ha llegado la hora de dejar de hacer una guerra sin posibilidad alguna de triunfo, y de actuar como todas las fuerzas pol¨ªticas y sociales, libre y legalmente. utilizando los m¨¦todos pac¨ªficos, civilizados de propaganda, acci¨®n y presi¨®n pol¨ªtica?
No ser¨¢ mayor el fruto que coseche cualquier, grupo si desecha la violencia y se transforma en una fuerza pol¨ªtica y social. como lo ser¨¢n todas las fuerzas vascas?
No ser¨¢ esa actitud la que facilite y acelere el camino a una r¨¢pida amnist¨ªa que tantas familias. y 'con ellas nuestro pueblo. desean y esperan?
Democr¨¢ticamente, que todas las organizaciones hablen libremente al pueblo vasco, y que ¨¦ste diga, con sus votos, por d¨®nde quiere ir y a cu¨¢les otorga su confianza.
Mucho contribuir¨¢ a la terminaci¨®n total de la violencia la cesaci¨®n de las torturas como m¨¦todo de investigaci¨®n. la actuaci¨®n m¨¢s discreta y menos violenta de las fuerzas del orden p¨²blico. el traslado de los que hoy son odiados por el pueblo. por sus intervenciones pasadas, y la creaci¨®n de cuerpos de guardias forales. como los que anta?o depend¨ªan de las diputaciones.
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