El tema de las centrales nucleares cobra relevancia pol¨ªtica en Alemania Federal
Mejor hoy activos que ma?ana radiactivos. Esta frase, escrita en la pancarta de una manifestaci¨®n contra la proliferaci¨®n de centrales nucleares en la RFA, representa a actitud del hombre medio en el pa¨ªs respecto de las factor¨ªas at¨®micas.
En los ¨²ltimos a?os se ha producido un fallo peligroso cada seis meses dentro del sector de la energ¨ªa nuclear en Alemania. Sin embargo, la Confederaci¨®n de los Sindicatos alemanes, vinculada al Gobierno por medio del partido socialdem¨®crata, coincide con el ministro de Econom¨ªa, el liberal Friderichs, en que el aumento del n¨²mero de centrales nucleares contribuir¨ªa quiz¨¢ a incrementar los puestos de trabajo. No todos, claro est¨¢, comparten este criterio. Algunos, sobre todo la izquierda socialdem¨®crata y los sectores mao¨ªstas, creen que el Gobierno trata con su plan de obviar una reforma social m¨¢s profunda. Otros se oponen a los proyectos oficiales simplemente porque temen las consecuencias de las fugas radiactivas.
El problema de las centrales y de los residuos nucleares se ha convertido en peligroso detonante para el Gobierno de Bonn. El jefe del Gobierno regional de la Baja Sajonia, el democristiano Albrecht, trata de capitalizar pol¨ªticamente la impopularidad del asunto y ha retado a Bonn diciendo que el Gobierno compruebe en Estados Unidos el grado de seguridad de las centrales alemanas, as¨ª como la peligrosidad de los detritus at¨®micos, o que se exporten ¨¦stos a Norteam¨¦rica.
Esta petici¨®n ha provocado la respuesta de tres ministros federales relacionados en la materia. Seg¨²n los funcionarios, el env¨ªo de restos materiales a Estados Unidos no es posible por motivos pol¨ªticos, t¨¦cnicos y econ¨®micos. En cuanto al grado de seguridad de las centrales, est¨¢ garantizado por un periodo de cuarenta a?os, seg¨²n el ministro Friderichs, y a los residuos at¨®micos s¨®lo cabe almacenarlos en dep¨®sitos en el propio pa¨ªs, concretamente en la Baja Sajonia, para desaz¨®n de Albrecht, su jefe de Gobierno. Esta regi¨®n cuenta con minas de sal subterr¨¢neas que podr¨ªan convertirse en enormes vertederos de basuras nucleares.
Los ministros de Bonn se?alan tambi¨¦n que, por ahora, no ha una oferta de Washington en este sentido, a efectos de importaci¨®n de restos de sustancias at¨®micas, como tampoco de otras naciones europeas. Albrecht insiste en que Estados Unidos son los primeros interesados en evitar que otros pa¨ªses se conviertan en potencias nucleares mediante el aprovechamiento de los despojos at¨®micos alemanes.
Mientras llega esta soluci¨®n de Am¨¦rica u otra, el Gobierno de Renania—Westfalia ha comunicado que no se construir¨¢ en su regi¨®n ninguna central m¨¢s. Esta posici¨®n parece haberse generalizado hasta el punto de que para junio pr¨®ximo se celebrar¨¢ el primer congreso alem¨¢n sobre el tema de los detritus nucleares.
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