?Simultaneidad o prioridad?
El clamor general del pueblo espa?ol es este: amnist¨ªa. A esta llamada al Gobierno se une tambi¨¦n el grito de libertad. Pero venimos observando que de estas dos invocaciones tiene preferencia la primera. Es decir, los ciudadanos espa?oles piden como necesidad urgente la liberalizaci¨®n de los presos pol¨ªticos.Es una humana y noble aspiraci¨®n, es un deber reclamar la libertad de aquellos que no pueden gozar de los m¨¢s elementales derechos humanos, a los que no ha comprendido la llamada amnist¨ªa de 1975, que no fue sino un simple indulto, indulto que favoreci¨® en gran medida a los delincuentes comunes. En apoyo a esta afirmaci¨®n citamos de la declaraci¨®n hecha por doscientos abogados del colegio de Madrid, a ra¨ªz de ese indulto, el siguiente p¨¢rrafo: ?esta amnist¨ªa excluye de sus beneficios a casi todos los presos pol¨ªticos, procesados por delitos pol¨ªticos en Espa?a?.La amnist¨ªa es una disposici¨®n eminentemente pol¨ªtica. En la tradici¨®n espa?ola -descontando el burdo enga?o de aquella amnist¨ªa concedida por Franco en abril de 1964- se han concedido las amnist¨ªas para incorporar todo el pa¨ªs a una futura labor pac¨ªfica, perdonando los delitos anteriores, y estableciendo la concordia nacional. Los espa?oles desean fervientemente entrar en el camino de la democracia y su petici¨®n m¨¢s urgente es la concesi¨®n de la amnist¨ªa para sus presos pol¨ªticos, considerandoque la amnist¨ªa es el Primer paso para esa democracia tan ansiada. Ahora bien, estos espa?oles recluidos en c¨¢rceles y prisiones en Espa?a, puestos en la calle ?gozar¨¢n de libertad, de plena libertad?
Victoria Kent, 88 a?os, directora general de Prisiones durante la Rep¨²blica, representante en las Cortes de Izquierda Republicana ha dirigido durante su largo exilio en Nueva York la revista ?Ib¨¦rica?
Se olvida que la amnist¨ªa signilica no solamente los beneficios que quedan se?alados, sino la plenitud de los derechos, de todos los derechos: derecho de asociaci¨®n, celebraci¨®n de actos p¨²blicos, de actuar pol¨ªticamente, en resumen, de gozar de todas las libertades p¨²blicas.
?Se dan cuenta los ciudadanos espa?oles de que a¨²n siguen en vigor disposiciones represivas de la libertad? Si la libertad no precede a la ansiada amnist¨ªa, ¨¦sta ser¨¢ de nuevo otro indulto que dejar¨¢ viva la posibilidad de castigar a aquellos ciudadanos que infrinjan alguna de la! disposiciones se?aladas como ?delitos pol¨ªticos?, en vigor hasta hoy.
El profesor.y gran economista Ram¨®n Tamames, en su excelente libro ?A d¨®nde vas, Espa?a? da una soluci¨®n a los problemas conjuntos que tiene planteados Espa?a: amnist¨ªa, libertad y democracia, para los que se?ala esta soluci¨®n: ?los tres problemas han de producirse simult¨¢neamente?, sentimos no coincidir en esta soluci¨®n ideal. Esa simultaneidad no nos parece p¨®sible quepueda darse en la Espa?a actual. Hay que establecer una prioridad y a nuestro juicio, esa prioridad corresponde a la libertad.
Si los liberados no pueden ejercer todas las libertades pol¨ªticas, la nueva amnist¨ªa quedar¨¢ sujeta a las disposiciones punitivas que rigen hasta hoy. La simultaneidad no es viable, hay que proclamar la prioridad de la libertad.
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