El juego del Rayo, de Primera Divisi¨®n
Por primera vez en lo que va de competici¨®n liguera, el juego del Rayo Vallecano estuvo en consonancia con su privilegiada posici¨®n. Con rapidez, precisi¨®n y ritmo continuo, gole¨® a un C¨®rdoba que quiso jugar y ganar. S¨®lo en la segunda parte decay¨® algo el juego espectacular debido a los cambios efectuados en la l¨ªnea medular de los madrile?os.En los primeros minutos del partido, el C¨®rdoba se mostr¨® amenazante. Despleg¨® a sus jugadores hacia el campo rival y sus acciones, muy apoyadas y perfectamente trazadas, pusieron en dificultades a la cobertura vallecana, en la que, precisamente, Uceda se mostr¨® fall¨®n y poco fino mientras el marcador estuvo inalterable. Quiz¨¢ por que el barro acab¨® por inmovilizar a los andaluces, el Rayo, a ra¨ªz de conseguir el primer gol, bord¨® el juego. El ¨¦xito fue de esa l¨ªnea medular que con una funci¨®n de acorde¨®n llev¨® una y otra vez los balones hasta la cada vez m¨¢s desacertada defensa cordobesa. Felines fue el jugador enorme que canaliz¨® el juego local. Supo doblar sobre el barrizal a sus rivales y llevar el juego en el momento preciso al lugar adecuado.
A la media hora de juego, el C¨®rdoba se habla entregado. El medio campo andaluz se hab¨ªa diluido y su defensa se clavaba en el barro. Con los tres goles de ventaja, los madrile?os se tomaron un peque?o respiro y fue entonces cuando se produjo la ¨²nica ocasi¨®n clara del C¨®rdoba, de marcar en un cabezado de Corcuera a la salida de un c¨®rner, que remat¨® sin que le inquietara ning¨²n contrario. Al final del primer tiempo el gran gol de Guzm¨¢n puso ya la goleada en el marcador, justo resultado por el buen juego desplegado.
Al poco tiempo de iniciarse la segunda parte, la sustituci¨®n de Felines por Ra¨²l D¨ªaz supuso un freno a las acciones madrile?as, lo que anul¨® pr¨¢cticamente las posibilidades de obtener una goleada escandalosa. El juego, sin ser malo, transcurri¨® en este primer per¨ªodo algo insulso, y sin la brillantez del primer per¨ªodo. Los dos goles conseguidos en el ¨²ltimo cuarto de hora salvaron el aburrimiento, si bien algo ficticio, pues el numeroso p¨²blico que casi llen¨® Vallecas esperaba en la segunda parte una repetici¨®n de la primera.
Ra¨²l D¨ªaz fue mientras jug¨® un hombre m¨¢s dedicado al marcaje que a la creaci¨®n de juego. No obstante, de sus botas sali¨® la jugada que Potele culmin¨® con un tiro al poste a falta de cinco minutos para finalizar el encuentro.
Por fin, el Rayo jug¨® como un l¨ªder. Tambi¨¦n fue la primera vez que la afici¨®n respondi¨® acorde con la clasificaci¨®n del equipo y en Vallecas se manifestaron, ya claramente, las ilusiones de los socios con el ascenso del Rayo, que el domingo hizo lo m¨¢s dif¨ªcil, ganar y jugar bien.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.