El Madrid fue goleado, pero jug¨® bien
El Madrid sali¨® goleado de San Mam¨¦s, pero sin embargo, hizo un buen partido, prometedor de tiempos mejores. Las causas de la goleada hay que bus carlas en el hecho de que jugara con un hombre menos casi todo el partido, en el que desde muy pronto dej¨® de contar con Benito, lesionado y en que tuvo enfrente a un equipo, el Athletic, con un ataque resolutivo.El equipo de Miljanic, se present¨® en San Mam¨¦s con un aire muy distinto del que se le ven¨ªa viendo ¨²ltimamente. Desde los primeros minutos su juego fue suelto y vivo; se movi¨® con una seguridad muy superior a la de los ¨²ltimos partidos y mostr¨® un nivel elevado de sus individuafidades. Atr¨¢s, Benito, marcaba al escurridizo Dani con lo que sal¨ªa hacia la banda; Ur¨ªa sobre Rojo I. Pirri era el libero, en tanto que Camacho persegu¨ªa a Churruca por todo el campo y, Guerini a Villar. Del Bosque era el conductor del juego madridista, perseguido por Rojo II y en punta quedaba Aguilar, Santillana y Jensen, marcados por Escalza, Guisasola y Lasa, con el joven Alesanco como libero.
El partido se jugaba a gran ritmo por ambas partes, y con extraordinaria dureza por el Madrid, cuyos defensas hicieron en el primer cuarto de hora varias entradas dur¨ªsimas a los delanteros bilba¨ªnos; ¨¦n una de ellas, en el minuto diez, Benito sufri¨® un tir¨®n que le oblig¨® aretirarse, con lo que sali¨® Vitoria para ocuparse de Rojo I, Ur¨ªa pas¨® a cubrir a Churruca y Camacho se coloc¨® sobre Dani.
Era el primero de los reajustes que Miljanic se ve¨ªa obligado a hacer. No acus¨® el Madrid, en principio, la baja de Benito y sigui¨® jugando bien, tanto que Jensen en un par de primorosas jugadas estuvo a punto de provocar el gol que por fin vendr¨ªa gracias a un centro de sde la izquierda de Guerini que Santillana transformar¨ªa, no sin cierta colaboraci¨®n por parte de Ir¨ªbar.
La suerte para el Athletic fue que no se le sec¨® encima la ventaja madridista, a los dos minutos le hab¨ªa anulado a trav¨¦s de un penalti -segundo que hac¨ªa el Madrid y primero que pitaba-.
El juego del Athletic estaba basado en la excelente labor de Churruca en el centro del campo y en la inquieta tarea de los dos extrernos, Dani y Rojo I, un juego resolutivo en el ataque pero que no encontraba facilidad para producirse, porque en la media, el Madrid era muy fuerte.
En el minuto veinticuatro se produjo un lance decisivo. Ur¨ªa hizo una fea entrada. El arbitro le mostr¨® tarjeta y Ur¨ªa algo debi¨® de decirle porque a la amarilla sigui¨® la roja. El Madrid se quedaba sin una pieza en la media y en adelante Del Bosque tendr¨ªa que cubrir una amplia zona por la que se movian Churruca y Rojo II. Pirri sol¨ªa salir a ayudarle pero a costa de dejar el equipo sin libero.
Pese a todo, el Madrid hizo un buen segundo tiempo, con gran sacrificio por parte de todos, ex celente ?ueao en Jensen, Del Bosque, Pirri y Camacho y bueno en los dem¨¢s, incluido Guer¨ªni, que estuvo aceptable. El Madrid se entregaba, acertaba en sus acciones y sub¨ªa y bajaba constantemente hasta el punto de ofrecer una imagen infinitamente mejor que la que se recuerda de los ¨²ltimos partidos. Pero el Athletic contaba con unjugador m¨¢s y eso ten¨ªa que notarse por fuerza. Hab¨ªa situaciones de gol en la puerta de Ir¨ªbar, pero las hab¨ªa con mayor fuerza en la de Miguel Angel que, dicho sea de paso, en nada fue culpable de la goleada.
El Athletic mejor¨® especialmente tras el cambio de Rojo II, que falto de inspiraciones hizo un flojo partido, por Irureta, y s¨®lo a partir de entonces fue superior claramente a un Madrid que cada vez con m¨¢s frecuencia abandonaba las precauciones defensivas para neutralizar los goles que le iban cayendo. Al final, goleada que hay que considerar excesiva porque las ocasiones de gol no pueden decirse que estuvieron en proporci¨®n de cuatro a uno favorable al Athletic. Pero vaya para el aficionado madridista la buena noticia de que el equipo ha perdido los nervios y el desorden que le han venido caracterizando y que Jensen va camino de recuperar su mejor forma. El partido de San Mam¨¦s fue prometedor de tiempos mejores para el Madrid.
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