Los GRAPO: un misterio a punto de resolverse
LA DISCUSION sobre la naturaleza pol¨ªtica de los GRAPO puede llegar hoy mismo a su final. Quienes hayan seguido esa pol¨¦mica saben que los diversos matices y argumentos pueden reducirse a tres posiciones bien diferenciadas. Para un amplio sector de la Oposici¨®n y algunas personalidades del Gobierno, este grupo es un burdo invento de servicios paralelos, nacionales o internacionales, de inequ¨ªvoco signo derechista. Otros sectores de opini¨®n adoptan el criterio opuesto: toman al pie de la letra los mensajes en los que los secuestradores del se?or Oriol y del teniente general Villaescusa se autodenominan revolucionarlos antifascistas. Existe a¨²n una tercera posibilidad, que combina elementos de las dos anteriores: un grupo de militantes de extrema izquierda manipulados desde zonas pr¨®ximas a la Internacional Negra y los servicios secretos extranjeros.
Cada una de estas tres hip¨®tesis cubre, con mayor o menor eficacia, un cierto n¨²mero de los hechos hasta ahora producidos; y dejan tambi¨¦n sin explicar, cada una por su lado, otros acontecimientos. Son necesarias nuevas y contundentes pruebas para que cualquiera de esas hip¨®tesis pueda transformarse en una teor¨ªa s¨®lida e indiscutible.
Estamos en v¨ªsperas de poder descartar para siempre la hip¨®tesis de que los GRAPO son un grupo independiente de militantes revolucionarios de extrema izquierda. A esta conclusi¨®n se llegar¨¢ de forma irrebatible si el se?or Oriol y el teniente general Villaescusa no son puestos inmediatamente en libertad. Porque las condiciones exigidas por los secuestradores para esa liberaci¨®n puede decirse que ya han sido cumplidas.
En efecto, la carta del se?or Oriol, recogida por redactores de este peri¨®dico el mi¨¦rcoles 19 de enero, y publicada dos d¨ªas despu¨¦s, expon¨ªa con claridad las nuevas exigencias de sus secuestradores, hechas llegar al ministro de la Gobernaci¨®n d¨ªas antes: ?En la carta a Mart¨ªn Villa se rectifica el planteamiento anterior, que yo resum¨ªa en la f¨®rmula libertad por libertad, por el nuevo, que se resume en la f¨®rmula: promesa p¨²blica de libertad por libertad.? Ese cambio de criterio se halla igualmente expl¨ªcito en el comunicado en el que los GRAPO se responsabilizaron del nuevo secuestro: ?Si el Gobierno hace una declaraci¨®n clara y p¨²blica de una pr¨®xima amnist¨ªa total, nosotros liberar¨ªamos a Oriol. ? (Y, l¨®gicamente, tambi¨¦n al teniente general Villaescusa).
Esa ?declaraci¨®n clara y p¨²blica? de ?premesa de libertad? por parte del Gobierno se ha producido. El comunicado del Consejo de Ministros del mi¨¦rcoles 27 de enero se?ala taxativamente que ?el Gobierno estudia detenidamente unos proyectos de m¨¢xima aplicaci¨®n del derecho de gracia, que permitan llegar a las elecciones generales en un clima pol¨ªtico y social superador de discordias pasadas?. Y tambi¨¦n da claramente a entender que s¨®lo ?los atentados contra la libertad, la integridad f¨ªsica y la vida de las personas? producidos ¨²ltimamente, entre otros los dos secuestros, han impedido que esos proyectos se transformen en leyes.
Y hay m¨¢s que esa promesa. En sus conversaciones con los representantes de la ?comisi¨®n de los nueve?, el presidente Su¨¢rez ha asegurado formalmente que para el Aberri Eguna de los vascos, esto es, el domingo de Pascua, no habr¨¢ ning¨²n preso pol¨ªtico en la c¨¢rcel. Las filtraciones no permiten determinar las f¨®rmulas exactas mediante las que se realizar¨¢ esa promesa (se habla, por ejemplo, de la conmutaci¨®n de las penas de cadena perpetua por el extra?amiento), pero esa promesa existe. Las consecuencias de su eventual incumplimiento son Inealculables en muchos terrenos, pero previsibles en un dominio concreto: imposibilitar¨ªa la celebraci¨®n de esas elecciones que el propio Gobierno tanto desea y necesita. De otro lado, el desprestigio del se?or Su¨¢rez ante la opini¨®n p¨²blica nacional e internacional ser¨ªa completo e irreparable: un presidente de Gobierno no puede enga?ar a los representantes de los principales partidos sin firmar, al tiempo, su sentencia de muerte pol¨ªtica.
Todo este razonamiento, claro y elemental, lleva a una sola conclusi¨®n: si los militantes de los GRAPO son los que dicen ser, en el plazo de unas horas el se?or Oriol y, el teniente general Villaescusa, sanos y salvos, se reunir¨¢n con su familia; y en el plazo de dos meses y medio todos los presos pol¨ªticos, inclu¨ªdos los condenados a muerte y luego conmutados por delitos de sangre, recobrar¨¢n su libertad. Si esa liberaci¨®n no se produce, ya sabemos a qu¨¦ atenernos: los servicios paralelos que se proponen la desestabilizaci¨®n de la situaci¨®n espa?ola son los respon sables del doble secuestro, bien de manera directa, bien a trav¨¦s de la financiaci¨®n y la manipulaci¨®n de militantes de extrema izquierda que creen estar sirviendo a otros objetivos.
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