¡®Trans¡¯, el documental que revolucion¨® Venezuela en los 80, puede verse por primera vez en Nueva York
La exhibici¨®n ¡®Due?as de la noche: Vidas y sue?os trans en los a?os 80 en Caracas¡¯, que incluye el documental de culto, se muestra en la sede de ISLAA hasta el 25 de enero
Cuando los venezolanos Manuel Herreros y Mateo Manaure terminaron de rodar su primera incursi¨®n en el cine, Trans (1982), un cortometraje documental de 22 minutos grabado con una c¨¢mara de 16?mm, no sab¨ªan que acabar¨ªa por convertirse en una cinta de culto. Los cineastas pasaron un a?o entero con la comunidad transformista (como se definen las protagonistas de la cinta) de Caracas, acompa?ando cada noche a estas mujeres cuando sal¨ªan a la calle de noche con intenci¨®n de prostituirse y entrevist¨¢ndolas tanto en sus casas como en locales p¨²blicos. Gracias a la confianza mutua que consiguieron desarrollar, fueron capaces de retratar lo precario y peligroso de la situaci¨®n en que viv¨ªan, en una cultura machista, donde imperaba la homofobia y la transfobia.
¡°Fue muy dif¨ªcil porque por entonces era ilegal hablar con transexuales en la calle. De hecho fui a la c¨¢rcel una vez. Pas¨¦ 12 horas en una celda con otras 17 personas¡±, cuenta Manuel Herreros, uno de los directores. El d¨ªa en que el documental fue estrenado en la Cinemateca Nacional de Venezuela, la polic¨ªa los esperaba en la puerta principal con la intenci¨®n de arrestar tanto a los cineastas como a las 25 personas trans que hab¨ªan acudido a ver el corto. Se escaparon por la puerta de atr¨¢s de la cinemateca, huyendo luego en taxi. Tras la reacci¨®n inicial de las autoridades, los cineastas no encontraron m¨¢s salas de cine que accedieran a proyectar el documental, excepto una sala de Caracas donde se proyectaban pel¨ªculas pornogr¨¢ficas. La cinta cay¨® en el oscurantismo.
El cometido de la cinta, seg¨²n los directores, era visibilizar la violencia a la que las personas trans estaban sometidas y tratar de movilizar a la sociedad para que la situaci¨®n cambiara. Se recogen testimonios que muestran la ignorancia y prejuicios de los ciudadanos de a pie, la crueldad de los agentes policiales, que tratan a este colectivo como criminales, la de los curas, que las conciben como enfermos mentales, y la del Gobierno, que las considera un peligro para la sociedad. Con el tiempo, muchas de estas mujeres acabaron muriendo v¨ªctimas de una violencia legitimada por el Gobierno venezolano, a la que se sumaron los suicidios fruto de una vida de rechazo y opresi¨®n y los estragos que caus¨® la epidemia del SIDA.
Una de las entrevistadas explica que estaba obligada a vivir recluida en una zona marginal de Caracas y a?ad¨ªa que una de sus compa?eras acaba de ser enterrada despu¨¦s de haber sido apaleada. ¡°Todos tenemos la capacidad mental para tratarnos los unos a los otros con respeto en la calle¡±, agregaba. En su tono no hab¨ªa rencor, enfado ni tristeza, ni siquiera cuando contaba que toda su familia le hab¨ªa dado la espalda. Tan solo un llamado al respeto, la tolerancia, la justicia. Una de las fotograf¨ªas expuestas muestra a una de las protagonistas sosteniendo un pedrusco que le acaban de arrojar, y otra imagen inmortaliza una escena en que varios hombres amigos de la trans agredida, se suben a la furgoneta de los agresores y empiezan a golpearlos.
43 a?os despu¨¦s desde que el documental se estrenase, este colectivo sigue viviendo en un estado de peligro y vulnerabilidad. Seg¨²n los comisarios de la exhibici¨®n, la esperanza de vida de una mujer trans en Latinoam¨¦rica es de 35 a?os y a d¨ªa de hoy, en Venezuela no existe ning¨²n instrumento jur¨ªdico que proteja la identidad o expresi¨®n de g¨¦nero de las personas trans. Los cambios de sexo y de nombre legal est¨¢n terminantemente prohibidos. Debido a la extrema pobreza que impera en el pa¨ªs y a que la poblaci¨®n venezolana est¨¢ dedicada a la supervivencia, el pueblo no ha podido empujar m¨¢s por un debate que nunca ha sido considerado por el Estado conservador.
Trans es una muestra de valent¨ªa y resiliencia, que muestra c¨®mo pese al odio social que suscitaban sus protagonistas y al peligro al que estaban constantemente expuestas, se mantienen fieles a su esencia, priorizando siempre sus sue?os. Una de ellas cuenta sin dramatismo c¨®mo se someti¨® a dos operaciones en Colombia, la primera para ser ¡°castrada¡± y la segunda para someterse a una vaginoplastia. Lo explica mientras le hacen una sesi¨®n de fotos porque est¨¢ form¨¢ndose como modelo, a lo que cuenta ilusionada que quiere dedicarse profesionalmente (el director revel¨® en el 2023 que no solo no lo consigui¨®, sino que acab¨® suicid¨¢ndose).
Otra, que se hace llamar Venezuela, baila mientras canta en playback la canci¨®n central de la pel¨ªcula, Fama. ¡°I¡¯m gonna make it to heaven/ light up the sky like a flame/ I¡¯m gonna live forever/ baby remember my name¡± (Voy a llegar al cielo/ Y encenderlo como una llama / Voy a vivir para siempre/ Nene, recuerda mi nombre). Y cuenta c¨®mo se sentir¨¢ realizada cuando se cumpla su deseo de convertirse en una mujer (muri¨® de SIDA). La cinta termina con un plano de las mujeres recorriendo la Avenida del Libertador, s¨ªmbolo del progreso democr¨¢tico del pa¨ªs, donde se prostitu¨ªan. Se dirigen hacia la Fuente de la Plaza Venezuela, arrancan un cartel que proh¨ªbe el paso y terminan metiendo los pies en el agua, reclamando su derecho a ser libres, a vestirse y a sentirse c¨®mo quieran.
Esta es la primera vez que el documental Trans se puede visionar en Nueva York y la segunda vez en Estados Unidos Es la pieza central de la exposici¨®n Due?as de la noche: Vidas y sue?os trans en los a?os 80 en Caracas, comisariada por seis curadores: Omar Farah, Lucas Ondak, Clara Prat-Gay, Andrew Suggs, Micaela Vindman y Clara von Turkovich. Se trata del proyecto de final de curso de estos estudiantes tras terminar un seminario sobre la historia queer impartido en el Centro de estudios curatoriales de Bard College (CCS Bard) en el 2023. La exposici¨®n se presenta en la sede del Instituto de Estudios de Arte Latinoamericano (ISLAA, por sus siglas en ingl¨¦s) en el barrio de Tribeca, en Manhattan. Consta de dos salas, donde puede verse el documental en cuesti¨®n, acompa?ado de una colecci¨®n de fotograf¨ªas que los cineastas tomaron de las protagonistas, a cambio de su aparici¨®n en el cortometraje. Adem¨¢s, se exhibe una peque?a vitrina con materiales de archivo, entre los que se incluyen notas de prensa relativas al estreno y el tr¨ªptico de presentaci¨®n de la pel¨ªcula.
D¨®nde: ISLAA. 142 Franklin St, New York, NY 10013 (Segunda planta)
Horario: De mi¨¦rcoles a s¨¢bado en horario de 12:00 pm a 6:00 pm
Hasta el 25 de enero.
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