Espa?a podr¨ªa verse obligada a clausurar sus centrales nucleares.
La nueva pol¨ªtica nuclear de Estados Unidos podr¨ªa ser causa del cierre de centrales nucleares espa?olas. Las nuevas directrices del presidente Carter, en el sentido de la no proliferaci¨®n de la energ¨ªa nuclear en el mundo, modalidad energ¨¦tica muy contestada en varios pa¨ªses, pueden hacer imposible la recepci¨®n de los residuos espa?oles por parte de otros pa¨ªses. Los residuos de las instalaciones nucleares pueden ser procesados y empleados de nuevo o almacenados definitivamente. EL Gobierno norteamericano se opone a que materiales suministrados por Estados Unidos sean reprocesados en otros pa¨ªses. En este caso, Espa?a no podr¨ªa eliminar en el exterior sus residuos. Al estar incapacitada para eliminarlos en el interior, se ver¨ªa forzada por ello a clausurar centrales nucleares. Las primeras consecuencias que parecen adivinarse de esta situaci¨®n es el cierre de la central espa?ola de Vandell¨®s (Tarragona) adem¨¢s de una suiza y una japonesa, puesto que los residuos no podr¨¢n ser en el futuro enviados a Inglaterra.
Un art¨ªculo aparecido en el diario londinense The Times acaba de anunciar —nos comunica nuestro corresponsal en Londres, Juan Cruz— que quiz¨¢ haya que clausurar muy pronto una estaci¨®n nuclear espa?ola —concretamente la de Vandell¨®s—, otra japonesa y otra suiza, ya que los residuos no podr¨¢n ser enviados a Inglaterra, tal como estaba previsto. La decisi¨®n ¨²ltima depende del Gobierno norteamericano, que, al ser el pa¨ªs proveedor del material radiactivo es el que decide sobre su destino final.
El futuro de los residuos espa?oles depende ahora de varios Gobiernos y organismos. Estados Unidos, Gran Breta?a, Francia, la Comunidad Europea y los pa¨ªses donde hay instalados reactores nucleares deber¨¢n ponerse de acuerdo sobre el destino final de los residuos radiactivos, si es que se lleva a cabo la nueva pol¨ªtica nuclear del presidente Carter.
Aumento de residuos
El tema de los residuos radiactivos es uno de los m¨¢s espinosos aspectos de la debatida cuesti¨®n de las centrales nucleares, que constituye, a su vez, enconado objeto de debate en casi todos los pa¨ªses occidentales. Es bien conocido el hecho de que la derrota del Partido Socialdem¨®crata sueco, que encabeza Olof Palme, fue debida, entre otras causas, a su apoyo a las instalaciones nucleares frente a la pol¨ªtica de no proliferaci¨®n propuesta por el candidato del partido conservador, Thorbj?rn Falldin.
En Alemania Federal tuvieron lugar recientemente serios incidentes como el intento de ocupaci¨®n de una central nuclear, a causa de la protesta desencadenada en ese pa¨ªs frente a la instalaci¨®n de centrales nucleares y ante el hecho m¨¢s grave de la acumulaci¨®n de residuos radiactivos en el pa¨ªs. Seg¨²n un informe del Ministerio Federal de Investigaci¨®n, en el a?o 1975, se produjeron 6.500 metros c¨²bicos de residuos radiactivos de los cuales 1, 700 proven¨ªan de centrales nucleares. Si la basura at¨®mica contin¨²a aumentando, se calcula que en el a?o 1980 la cifra alcanzar¨¢ los 11.500 metros c¨²bicos, en la Rep¨²blica Federal de los que 6.000 corresponder¨¢n a centrales nucleares, En 1990 podr¨ªan alcanzarse los 33. 500 metros c¨²bicos de residuos radiactivos, de los que 22.000 corresponder¨ªan a los producidos por las centrales nucleares.
Sobre la supuesta inocuidad o peligrosidad de estos productos se ha discutido mucho, precisamente en Alemania con ocasi¨®n de la reciente protesta. Algunos medios informativos aludieron a la existencia de un informe secreto del Ministerio Federal del Interior. Seg¨²n este informe, en el caso de que se diese una explosi¨®n en un proyectado cementerio at¨®mico en la Baja Sajonia, la nube radiactiva se extender¨ªa a lo largo de una franja del pa¨ªs (de norte a sur) que llegar¨ªa hasta Suiza e Italia, ocasionando la muerte a treinta millones de personas. Otro de los grandes riesgos ser¨ªa el que se deriva del transporte de los residuos a lo largo de las carreteras del pa¨ªs. Durante los ¨²ltimos a?os hubo varios accidentes de este tipo, si bien su proporci¨®n disminuy¨® en 1976 gracias a la mejora de las medidas de seguridad que se han tomado.
Otro pa¨ªs centroeuropeo. Hungr¨ªa, ha puesto recientemente en servicio una planta de reprocesamiento y almacenaje de residuos radiactivos, en la ciudad de Puspoksilagy, al norte del pa¨ªs en cuya construcci¨®n han sido invertidos cincuenta millones de flirint (trece millones de pesetas). La planta permitir¨¢ reprocesar y almacenar residuos as¨ª como los restos de animales que hayan sido utilizados en experiencias -radiobiol¨®gicas. Su capacidad de almacenaje es de varios millones de metros c¨²bicos.
Los residuos son los radiois¨®topos que tienen una vida med¨ªa larga producidos en la fisi¨®n nuclear. Existen residuos s¨®lidos, l¨ªquidos y gaseosos. Unas veces, estos residuos son reprocesados, tras el empleo del combustible nuclear en las centrales, pero otras veces son eliminados definitivamente.
Estados Unidos acepta un trasvase de residuos para la producci¨®n de energ¨ªa, pero no para su reprocesamiento. La empresa Combustibles nucleares brit¨¢nicos, de Vindscale, en Cumbria (Inglaterra), sin embargo, pone como condici¨®n para la aceptaci¨®n de residuos espa?oles, la posibilidad de reprocesarlos, que es precisamente lo que quiere evitar el Gobierno norteamericano. Si no se llega a un acuerdo entre los Gobiernos implicados las citadas centrales espa?olas, suizas y japonesas tendr¨ªan que ser clausuradas ya que la geograf¨ªa nacional de estos pa¨ªses no har¨ªa aconsejable la acumulaci¨®n de residuos en el propio pa¨ªs.
El problema espa?ol
Seg¨²n afirma Pedro Costa Morata, conocedor espa?ol del tema nuclear ?el problema de los residuos permanece absolutamente irresuelto en Espa?a. Las centrales deben tener los residuos durante cinco a?os, pero las autoridades espa?olas todav¨ªa no han decidido un cementerio definitivo?. Recientemente cundi¨® la alarma en una mina abandonada de C¨®rdoba, al aparecer 1.200 bidones de residuos radiactivos, producidos por las instalaciones radiol¨®gicas de medicina, residuos cuyo almacenamiento en la citada mina no hab¨ªa sido hecho p¨²blico.
Se trata generalmente de bidones recubiertos de cemento que, seg¨²n el se?or Costa Morata, plantean muchos problemas ambientales. ?Recientes informaciones de la uni¨®n Sovi¨¦tica -asegura el se?or Costa Morata— han hecho ver que se puede producir una reacci¨®n nuclear de fisi¨®n en cadena sin control en un dep¨®sito de residuos (se dice que ya la ha habido en los Urales, pero esto es imposible de saber). Un disidente sovi¨¦tico ha comentado estos hechos, asegurando que hubo un incidente de ese tipo. De todas formas, es claro que se dan muchos problemas en torno a los residuos radiactivos: posibilidad de corrosiones o filtraciones, probabilidad de movimientos s¨ªsmicos en los pozos donde son colocados los residuos. La Junta de Energ¨ªa Nuclear no ha determinado un lugar concreto para depositar los residuos del programa nuclear. El problema de los residuos demuestra una incapacidad tecnol¨®gica general reconocida por todos los expertos. Es un problema que est¨¢ lejos de resolverse.?
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