Se extiende el consumo de hero¨ªna en Europa occidental
El consumo de hero¨ªna, aumenta en Europa. Un informe hecho p¨²blico por el Organo Internacional para el Control de Estupefacientes (OICE), de las Naciones Unidas, correspondiente al a?o 1976, hace hincapi¨¦ en el hecho de la ?aparici¨®n cada vez m¨¢s frecuente de la hero¨ªna en el mercado clandestino europeo-occidental. Las autoridades internacionales intentan aunar esfuerzos en el control de la producci¨®n y tr¨¢fico de la hero¨ªna y otras drogas.La hero¨ªna es un ¨¦ter diac¨¦tico de la morfina. Se trata de una sustancia blanca, pulverulenta, cristalina y de sabor amargo. Tiene un gran efecto sedante sobre el organismo humano aunque no se emplea con finalidades terap¨¦uticas.
Durante los ¨²ltimos diez a?os, las cifras de adictos se multiplicaron en un 500%.
La hero¨ªna, como sucede con la morfina, elimina en pocos instantes las sensaciones de dolor f¨ªsico, angustia, miedo, fatiga, etc¨¦tera. Pero, en el caso de la de hero¨ªna producen un efecto si tambi¨¦n mayores son sus consecuencias. Dos miligramos de her¨ªna producen un efecto similar, al de diez de morfina. Mientras la morfina crea un adicto en una semana, la hero¨ªna lo crea en breve n¨²mero de d¨ªas.
La vida de las personas que acceden al consumo de hero¨ªna es muy corta. La causa general de la muerte suele ser la par¨¢lisis respiratoria provocada por una dosis alta, aunque tambi¨¦n se puede producir la defunci¨®n por el s¨ªndrome de abstinencia, es decir por la incapacidad del organismo para adaptarse a prescindir de la sustancia. Ante la imposibilidad de suprimir bruscamente el suministro de hero¨ªna en el tratamiento generalmente se recurre a una droga menos peligrosa que la sustituya, en las personas afectadas por la adicci¨®n. La metadona suele emplearse con esta finalidad. Una raz¨®n de accidentes mortales es el hecho de que las dosis suministradas habitualmente llevan un 15% de hero¨ªna mezclada con excipientes como lactosa o talco. Cuando la dosis es mayor, puede sobrevenir la citada par¨¢lisis respiratoria.
La hero¨ªna se produce fundamentalmente en Birmania y Tailandia. La ruta de los traficantes atraviesa la pen¨ªnsula malaya, llegando hasta Amsterdam, que constituye el centro de su distribuci¨®n en Europa Occidental. Pero no todo es hero¨ªna en el informe del OICE. Sus p¨¢ginas revelan que se han efectuado serios avances en la lucha contra el mal a trav¨¦s, sobre todo, de los dos ¨²ltimos tratados internacionales: el de la convenci¨®n de Viena sobre sustancias psicotr¨®picas tales como LSD, anfetaminas y barbit¨²ricos; y el protocolo de Ginebra, acordado en 1972 sobre narc¨®ticos.
La lucha contra la droga se plantea a diversos niveles. Por una parte se intenta evitar la producci¨®n, financiando incluso a las administraciones de las naciones que suprimen los cultivos. Pero a la larga, el cultivo vuelve a aparecer porque el tr¨¢fico de drogas es un gran negocio que acaba desplazando el valor de cualquier subvenci¨®n.
Sin embargo, el informe del OICE pone el dedo en la llaga al referirse a otros aspectos no menos alarmantes del problema de las adicciones. Se constata, seg¨²n el citado informe, que los Gobiernos son cada d¨ªa m¨¢s conscientes del abuso que existe en el uso de barbit¨²ricos y tranquilizantes. Ambos tipos de sustancias pueden crear un h¨¢bito f¨ªsico, siendo su curaci¨®n m¨¢s dif¨ªcil a¨²n que en el caso de la hero¨ªna.
El desarrollo de estas nuevas drogas de uso diario y tr¨¢fico legal, hace plantearse de nuevo la tercera vertiente del problema de las adicciones: la cuesti¨®n psicol¨®gica y social. La preocupaci¨®n de los expertos se orienta entonces, no ya a la averiguaci¨®n del c¨®mo y d¨®nde se produce la droga, o de cuales son las trayectorias de su tr¨¢fico, sino por qu¨¦ se recurre a ellas. Los intentos de comprender en profundidad los mecanismos psicol¨®gicos y sociales de dependencia y habituamiento, as¨ª como la g¨¦nesis de las depresiones y dem¨¢s conflictos psicol¨®gicos, se convierten en campo imprescindible de investigaci¨®n para la lucha contra el problema.
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