Castiella, una breve excepci¨®n a la ausencia de pol¨ªtica exterior espa?ola

?El Estado espa?ol ha carecido de una aut¨¦ntica pol¨ªtica exterior en los dos ¨²ltimos siglos de su historia ( ... ). Castiella supone, precisamente, una de las pocas excepciones, un raro momento en el que se pretende planificar ordenadamente una actuaci¨®n permanente. La excepci¨®n fue desgraciadamente breve en t¨¦rminos hist¨®ricos, y desaparecida la gran figura de ese ministro se recae en la tradici¨®n oportunista de producir gestos aislados?,afirm¨® ayer el ministro de Asuntos Exteriores, se?or Oreja, en un acto de homenaje a Fernando Mar¨ªa Castiella que tuvo lugar en el Ayuntamiento de San Roque.

Comenzaron los actos con una misa-funeral, a la que asistieron la viuda e hijos del se?or Castiella, la esposa y la madre del se?or Oreja, directores generales de Asuntos Exteriores, Jos¨¦ Joaqu¨ªn Puig y Juan Dur¨¢n Loriga, as¨ª como embajadores y diplom¨¢ticos, junto con las autoridades provinciales, comarcales y locales.En el Ayuntamiento de San Roque el alcalde, Francisco Jim¨¦nez, entreg¨® ala viuda del se?or Castiella las siete medallas de oro que los siete ayuntamientos del Campo de Gibraltar concedieron en su d¨ªa al entonces ministro. El se?or Jim¨¦nez ofreci¨® despu¨¦s un homenaje a la memoria de Fernando Mar¨ªa Castiella.

Finalmente el ministro de Asuntos Exteriores tom¨® la palabra y pronunci¨® un discurso en el que, entre otras cosas dijo: ?Gibraltar no era una obsesi¨®n de Castiella, Gibraltar fue para ¨¦l, y lo es para nosotros, la clave de toda una concepci¨®n de la pol¨ªtica exterior de Espa?a.?

?El ¨²nico problema de Castiella consisti¨® -dijo en otro momento- quiz¨¢ en pretender realizar una pol¨ªtica exterior objetiva y a largo plazo, partiendo de un sistema que necesariamente operaba a corto y subjetivaba cualquier planteamiento internacional en raz¨®n de unos supuestos muy concretos. Esa dificultad -a?adi¨®- es la que condujo a la existencia de una pol¨ªtica exterier no siempre congruente con la interior, disparidad insostenible m¨¢s all¨¢ de la voluntad de un hombre y que l¨®gicamente deber¨ªa conducir o al cambio de sistema o a la sustituci¨®n del hombre. Pero ese error de planteamiento inicial -afirm¨® el se?or Oreja- no hace sino engrandecer la personalidad de quien conscientemente lo asum¨ªa con todos los riesgos.?

Analiz¨® luego detenidamente todas las facetas de la dedicaci¨®n exterior del se?or Castiella y, su atenci¨®n a todos los frentes internacionales.

?La ilusi¨®n de Castiella -finaliz¨® el se?or Oreja- hubiera sido poder contemplar un d¨ªa a, todos los espa?oles libremente unidos tras su Rey, en defensa de los grandes intereses exteriores de la colectividad ?

?Cuando los ayuntamientos de esta bella regi¨®n se unen para rendir homenaje en la persona de su viuda a un gran pol¨ªtico y a un gran espa?ol, creo yo, como su disc¨ªpu lo, admirador y amigo, el mejor tributo que puedo prestarle es aprovechar la ocasi¨®n para, utilizando el nombre de Castiella, convocar a todos a la noble tarea de decantar una pol¨ªtica al servicio del mejor entendimiento de Espa?a y de su actuaci¨®n en el mundo.?