"Ra¨ªces" una novela que conmociona a Estados Unidos
Se emiti¨® seriada por TV y obtuvo un r¨¦cord de audiencia
Nadie acierta a explicarse el motivo, pero los hechos son abrumadores. Ochenta millones de personas siguieron por la televisi¨®n la semana pasada la historia de una familia negra, basada en la novela de Alex Haley Roots (Ra¨ªces), que, a su vez, con 800.000 ejemplares vendidos en tres meses, es el mayor ¨¦xito literario de los ¨²ltimos a?os en Norteamerica.Ra¨ªces es la saga de una familia negra desde que su fundador, Kunta Kinte, es capturado en Africa por los mercaderes de esclavos y vendido en el sur de Estados Unidos, hasta que la esclavitud es abolida. El autor, Alek Haley, tard¨® doce a?os en escribir esta novela, que tiene algunos fragmentos hist¨®ricos de la propia familia de Haley. Nada especial parec¨ªa destinarla al ¨¦xito, pero las ediciones comen-. zaron a agotarse a las pocas sema-. nas de aparecer en las librerias, pese a su elevado precio (casi mil pesetas ejemplar) y a lo desconocido del autor, un periodista negro de 55 a?os, sin anterior producci¨®n destacable.
La cadena de televisi¨®n ABC compr¨® los derechos de la obra e invirti¨® seis millones de d¨®lares en producir un serial de televisi¨®n de doce horas, que emiti¨® en ocho noches consecutivas, a finales de enero-El resultado fue un nuevo r¨¦cord en los porcentajes de audiencia: m¨¢s del 60% de los hogares norteamericanos sintonizaron esas noches sus televisores con la cadena A BC. Dicho de otro modo: 32 millones de hogares y ochenta millones de personas siguieron el serial, que hizo a Roots batir los anteriores. r¨¦cords de audiencia televisival que. poseian la versi¨®n cinematogr¨¢fica de Lo que el viento se llev¨®, ernitida en dos-partes por la cadena NBC el pasado oto?o, y el Superbow, o recopa entre los campeones de liga de f¨²tbol americano. Alex Haley fue el primer sorprendido por el ¨¦xito de su obra. El afirma que simplemente quiso profundizar en sus ra¨ªces hist¨®ricas y negar la versi¨®n de la cultura africana ofrecida por las pel¨ªculas de Tarz¨¢n y similares, presentando al p¨²blico su visi¨®n de una cultura seria y sensible, que fue destruida por el colonialismo.. Ante la sorpresa del autor y de los directivos de la cadena A BC, la emisi¨®n de Ra¨ªces fue seguida de una lluvia de cartas y de llarriadas telef¨®nicas a las emisoras locales en las que muchos negros protestaban por el trato a que fueron sometidos su ? s antepasados. ?Gracias por de~ volvernos nuestra historia?, dijo una mujer de color a Haley. Entre los blancos se produjo un fen¨®meno parecido. En las encuestas realizadas'sobre el temapor la prensa o la televisi¨®n fue asombroso ?comprobar c¨®mo muchos de ellos descubrieron, a trav¨¦s de Ra¨ªces, el problema o incluso la existencia de la esclavitud. A partir de ahora mirar¨¦ a los negros de otro modo, manifest¨® uno de los encuestados.Haley, que mantiene que ?no hay que olvidar c¨®mo sucedi¨® aquello?, presenta a los negros en su novela de forma totalmente opuesta a como tradicionalmente fueron dibujados en la mayor parte de las obras escritas por blancos. Los negros son, en Ra¨ªces, qui¨¦nes poseen virtudes como el valor, la lealtad o el esp¨ªritu de indepen dencia, mientras que, por una vez, el papel de ?malos? corre a cargo de los blancos.
Derivaciones raciales
La ?mala conciencia hist¨®rica? de los blancos habr¨ªa contribuido al ¨¦xito de Ra¨ªces, seg¨²n algunos. Para otros, la clave reside en el deseo de todos los norteamericanos de bucear en sus ra¨ªces. No falta quien se lo toma a broma y asegura que si no hubiera sido por la ola de fr¨ªo polar que obliga a la gente a encerrarse en sus casas, no se habr¨ªa producido el r¨¦cord de audiencia. Pero el fen¨®meno de Ra¨ªces tiene otras derivaciones que las econ¨®micas o raciales. Por ejemplo, puede servir para modificar la estructura de los programas de televisi¨®n e implantar la f¨®rmula del serial. De hecho, la cadena A BC se arriesg¨® mucho al programar ocho d¨ªas seguidos Ra¨ªces, porque si hubiera fracasado, sud ¨ªndices de audiencia se habr¨ªan visto muy perjudicados, y sobre ¨¦stos se estable cen las tarifas de publicidad. Claro que los directivos de la A BC no las ten¨ªan todas consigo, porque programaron el serial una semana antes de la primera de febrero, en la que se establecen los ?porcentajes Nielsen? de audiencia, que son los que gu¨ªan a las compa?¨ªas publicitarias.Ra¨ªces es tambi¨¦n el libro m¨¢s robado de Estados Unidos en estos momentos y pr¨¢cticamente el ¨²nico que ha provocado la existencia de un mercado negro. Los ladrones se llevan la novela de las librer¨ªas y la revenden, a mitad de precio, en plena calle. Incluso se han llegado a producir asaltos a almacenes de la distribuidora en los que el ¨²nico bot¨ªn fueron unos centenares de ejemplares de la novela.
La empresa editora, Doubleday, manifiesta que las ventas se han incrementado mucho m¨¢s a ra¨ªz de la emisi¨®n televisada y reconoce que no puede atender la demanda total. La edici¨®n en paperback, libro econ¨®mico de bolsillo, est¨¢ programada para el pr¨®ximo mes de octubre y se anuncian nuekVos r¨¦cords.
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