Rosa Le¨®n: "Soy mediocre como todo el pa¨ªs"
No me gusta hacer canci¨®n de partido. Defiendo la libertad de creacion, y la de expresi¨®n. Sin embargo, creo que mi canci¨®n es pol¨ªtica, en el sentido en que todas las canciones lo son. La minifalda de Escobar, es una canci¨®n pol¨ªtica. Esto dice Rosa Le¨®n, una de las cantantes enroladas en el movimiento, ambiguo formalmente, pero coherente, a nivel de modo de actuar, que se va llamando canci¨®n castellana. Este grupo de cantantes, procedentes de todas las ideolog¨ªas de izquierda, que se mueven por los barrios, que intentan contestar a los problemas cotidianos de las clases populares, y de alg¨²n modo -ambiguo, vacilante, dificil- intervenir en el cambio social.-?Qu¨¦ entiende por libertad de creaci¨®n?
-El derecho a equivocarme.
-?Intervienen los partidos pol¨ªticos de izquierda en la creaci¨®n misma?
-Hasta ahora no creo. Es un sector casi virgen para su intervenci¨®n, aunque los cantantes sean o no militantes, individualmente. Creo que ahora es cuando se est¨¢ empezando a plantear el problema, las contradicciones que tenemos como cantantes y como militantes pol¨ªticos, los roces entre estas dos posibles vertientes de nuestras personas.
?La canci¨®n "progre" ya no est¨¢ de moda?
-?A qu¨¦ problemas se refiere?-El primero de todos, la costumbre de silencio que tenemos. Hay parcelas enteras de temas que nos saltamos. Y luego, que el cantante que estaba antes en la brecha ahora est¨¢ de moda. Ser progre vende: intuyo que hab¨ªa que ir por otro lado. Lo nuestro est¨¢ ya bien deglutido y asimilado. Y yo pienso que la revoluci¨®n y el arte va m¨¢s all¨¢. No s¨¦ a d¨®nde, no lo tengo claro. Yo soy mediocre, como todo el pa¨ªs. Y hay una sola cosa que tengo clara: la revoluci¨®n del arte que estar en el arte mismo.
Creo que los cantantes estamos un poco muertos. Que le damos vueltas a los mismos poetas, y al mismo tipo de arreglos. Todo esto tengo -la impresi¨®n de que est¨¢ est¨¦ticamente muerto. Aute, seguramente, es la ¨²nica excepci¨®n. Primero, porque la canci¨®n es s¨®lo una de sus facetas, y sobre todo, por esa manera de ir contra corriente siempre. Es el que m¨¢s rompe con las estruettiras establecidas. Ahora saca un disco surrealista, que toca temas cotidianos, dom¨¦sticos. Vamos, que no tiene nada que ver con lo qu.9'hacemos los dem¨¢s.
Falta de medios
La verdad es que yo soy muy poco cantante: quiero decir, que lo de oficiar de cantante, las entrevistas, la publicidad, las fotos y todo eso, me fastidia un tanto, y adem¨¢s, si quieres que te diga la verdad, me importa muy poco. Siempre digo que tengo complejo de secretaria: es el lado rutinario y siniestro de esta profesi¨®n. Y la canci¨®n no es eso. Eso son sus servidumbres.-?Pero, por d¨®ndepuede ir la canci¨®n revolucionaria, en el sentido m¨¢s est¨¦tico y total de la palabra?
-En principio, yo diferencio la creaci¨®n de la canci¨®n, que hasta ahora es algo ¨ªntimo, personal e intransferible, de las actuaciones con 1 a gente. La verdad es que ambas facetas est¨¢n muy relacionadas: de alg¨²n modo, nos podemos dar con un canto en los dientes con lo que vamos consiguiendo, que es actuar en los barrios, y que esa juventud normalita, que no va a la Universidad, que anda por ah¨ª, nos escuche y nos conozca y compre nuestros discos. Y que, de alg¨²n modo, se, identifique con nuestra manera de ver el mundo, y con los problemas de que hablamos, que son un poco los suyos. Pero lo cierto es que estos circuiltos nuestros, a los que no podemos renunciar, son pobres, de solemnidad.As¨ª que esto nos condiciona a seguir de espaldas a la m¨²sica m¨¢s progresiva, que a lo mejor necesita equipos grandes y costosos. Mucha de la no evoluci¨®n de la canci¨®nprogre espa?ola se debe a esto.?
?Las salidas? Pues igual van por la creaci¨®n colectiva. 0 por abrir las puertas a la imaginaci¨®n, que de esa, a lo mejor sobra. Y perder el miedo. Creo que podemos empezar-a cantar lo que queremos cantar en los mismossitios, en los barrios. Y si no lo entienden, ya lo entender¨¢n. Despu¨¦s de todo, a qui¨¦n le ex.tra?a? S¨ª, imaginaci¨®n sobra, pero la realidad es la del garb¨¢nzo. Este es un pa¨ªs donde los autobuses funcionan mal y donde se hunde el -Metro ?C¨®mo vamos a estar los cantantes?
Babelia
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