Cernuda, surrealista
Para completar algo, el raro conocimiento sobre surrealismo literario espa?ol; definici¨®n mayor de Cernuda por un especialista; an¨¢lisis de tres libros del poeta: Un r¨ªo, un amor, Los placeres prohibidos, Donde habita el olvido, dentro del m¨¢s estricto an¨¢lisis universitario. Y un epistolario, muy interesante, de Cernuda a Higinio Capote, padre del autor de este ensayo.Habla de ?generaci¨®n? po¨¦tica, dejando en manos de tratadistas tradicionales esta cuesti¨®n. Generaci¨®n o grupo, lo m¨¢s importante es establecer obras Y. autores surrealistas en esta ¨¦poca literaria del veintisiete. Antes, relaciona surrealismo con ultra¨ªsmo y creacionismo, y las fuentes francesas del movimiento espa?ol, tras la aparici¨®n del manifiesto de Trist¨¢n Tzara en 1919 en la revista espa?ola "Cervantes. Surrealismo espa?ol, entre 1926 y 1939, sobre todo, aportaci¨®n inicial de Gerardo Diego, Aleixandre, Cernuda, Emilio Prados... Una afirmaci¨®n algo sorprendente: ?Espa?a, pa¨ªs propicio al surrealismo?. Desde 1922 -Imagen, de Gerardo Diego- hasta 1936 -Sal¨®n sin muros, de Moreno Villa, o Llanto subterr¨¢neo, de Juan Larrea- lo m¨¢s calificado de la poes¨ªa espa?ola. En este ambiente surrealista, una tristeza infinita desde hoy: Manuel Altolaguirre, Emilio Prados, Moreno Villa o Juan La rrea, en el olvido. Una llamada de atenci¨®n a las reivindicaciones literarias; no son s¨®lo Antonio Machado, Alberti, Le¨®n Felipe...; tambi¨¦n los otros merecen un lugar en nuestro hoy est¨¦ril Parnaso.
El surrealismo en la poes¨ªa de Luis Cernuda
Capote Benot, Jos¨¦ Mar¨ªaPublicaciones de la Universidad de Sevilla, 1976
Hay en el estudio de Capote Benot, material cr¨ªtico abundante, opiniones y an¨¢lisis sobre nuestro surrealismo. Segunda parte: ?La concepci¨®n del surrealismo en la cr¨ªtica de Cernuda?. Poeta surrealista ¨¦l mismo se limita entre 1929 y 1931, en carta a Vittorio Bodini. Cernuda regresa de Toulouse en 1929, cuando comenta,la poes¨ªa de Paul Eduard Jacques Vach¨¦, Rigaud, y exhibe su dandysmo, multiplicado. Tambi¨¦n opiniones sobre Aleixandre, Moreno Villa Ram¨®n G¨®mez de la Serna y, el m¨¢s extensivo, de la generaci¨®n del veintisiete, del veinticinco seg¨²n ¨¦l
Los tres libros son analizados minuciosamente, poema por poema: a) significaci¨®n; b) m¨¦trica; c) notas estil¨ªsticas, atendiendo siempre a los elementos que los califican como surrealistas. En la visi¨®n cr¨ªtica, alusiones al cine: Luis Bu?uel, Robert Flaherty.... incluso al cine en espectador que inspira a Cernuda alg¨²n poema (?Nevada?).
Muy importante, m¨¢s, por lo in¨¦dito, es un poema de Cernuda conservado en la biblioteca de Capote Benot, ?Por qu¨¦ los p¨¢jaros pequenos no tocan la mandolina?. Y, especialmente, las cartas de Cernuda a Higinio Capote, entre 1928 y 1932. Completan la correspondencia entre ambos, publicada ya en El per¨ªodo sevillano de Luis Cernuda (Gredos, 1971),del prop¨ªo Capote, Benot. Son 33 cartas. Epoca crucial en que Cernuda va a Madrid, sus dudas, inseguridad, dificultades, cr¨ªticas al ambiente sevillano. Las cartas VII a XII estan escritas desde Toulouse (12-XI-1928 a 7-V-1929) y una desde Par¨ªs. Vuelta por Barcelona hasta su nueva acomodaci¨®n en Madrid. En la ¨²ltima carta reclama la falta de correspondencia epistolar a Higinio Capote y aqu¨ª, bruscamente, con miel en los ojos, se acaba la lectura.
No radica ¨²nicamente su inter¨¦s en la publicaci¨®n; tambi¨¦n en su funcionalidad, en c¨®mo las cartas apoyan la afirmaci¨®n de Cernuda poeta surrealista. Adem¨¢s de los poemas analizados, o la cr¨ªtica literaria del poeta sustentador del movimiento, el aliento personal de sus opiniones y su palabra. Cernuda, a pesar, o sobre su dandysmo, se nos hace m¨¢s humano, o m¨¢s poeta.
Babelia
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