La acci¨®n concertada: una regal¨ªa incre¨ªble
Por medio de un acto de concierto entre la Administraci¨®n y las empresas de un sector siderurgia, miner¨ªa del carb¨®n, piel, que voluntariamente deciden acogerse a la acci¨®n concertada (AC), aquella concede una serie de beneficios, entre los cuales el m¨¢s importante es el acceso al cr¨¦dito oficial.Las actas son un documento curioso. No s¨®lo su contenido no es p¨²blicamente conocido, sino que tampoco est¨¢ muy claro qu¨¦ suceder¨ªa si una empresa, una vez recibidos los cr¨¦ditos, incumple lo pactado en el acta.
Pero pasando del terreno legal al campo financiero, indic¨¢bamos antes que el acceso al cr¨¦dito oficial constitu¨ªa el mayor privilegio del regimen de AG. Y es f¨¢cil cornprender por qu¨¦.
El cr¨¦dito, destinado a la modernizaci¨®n o aumento de la capacidad acordado, corresponde a una proporci¨®n de la inversi¨®n. con lo que y es humano, ¨¦sta suele presentarse convenientemente inflada. A ello se ha unido el que, los bajos tipos de inter¨¦s han propiciado una intensidad de capital que explica parte de las elevad,as tasas actuales de paro.
Quiz¨¢s convenga ilustrar estas afirmaciones un tanto abstractas con algunos ?casos pr¨¢cticos?. Con el primer Plan de Desarrollo naci¨® la m¨¢s importante de las AC: la de la siderurgia. A ella se acogieron todas las empresas de la Integral y la gran mayor¨ªa de las no ¨ªntegrales. Por si ello fuera poco. en mayode 1969, y siendo ministro de Industria L¨®pez Bravo, se dio el car¨¢cter de ?sector preferente? a la siderurgia integral. Ello supon¨ªa la concesi¨®n gen¨¦rica de las ventajas de acci¨®n concertada sin acta de concierto.Cuantificando lo hasta ahora dicho; los cr¨¦ditos oficiales distribu¨ªdos a trav¨¦s del Banco de Cr¨¦dito Industrial -el mismo de? asunto Matesa-, ascend¨ªan a 10.000 millones de pesetas al finalizar el primer Plan -cifras dispuestas-, llegando a los 36.000 en diciembre de 1976. Pero en dicho a?o, y dentro del marco de la segunda AC, se han hecho concesiones por un valor aproximado de 50.000 millones, que al no haber sido dispuestos no aparecen todav¨ªa en el balance del Banco.
A la importancia de la suma se ha de a?adir lo ventajoso de las condiciones. En la primera AC. el cr¨¦dito llego) a suponer en alg¨²n caso el 70% de sus inversiones -el 55 era lo normal- con un plazo de quince a dieciocho cinco de carencia, si bien se conocen casos de ocho, a un inter¨¦s del 6,5% -fue en alguna ocasi¨®n del 55- devengado desde el comienzo, pero que no se pagaba hasta el final del pr¨¦stamo. Se da, pues, el caso de que en pr¨¦stamos concedidos a la siderurgia en los a?os 1960, ¨¦sta comenzar¨¢ a pagar intereses hacia 1982. El c¨®mo podr¨¢ una empresa pagar puntualmente una cifra equivalente a casi todo el cr¨¦dito no es f¨¢cil de imaginar: la soluci¨®n m¨¢s probable es una tercera acci¨®n concertada para el pago de intereses de la siderurgia?.
Este car¨ªsimo sistema de industrializaci¨®n, esta incre¨ªble regal¨ªa, resulta doblemente criticable por cuanto, adem¨¢s, se trata de un despilfarro injustificable. Es injustificable como mecanismo de subvenci¨®n disfrazado de cr¨¦dito oficial, injustificable como medio de allegar fondos a trav¨¦s de circuitos privilegiados de financiaci¨®n sin preocuparse de que las empresas del sector beneficiario sean innovadoras o retr¨®gradas, o dispongan de acceso a otras fuentes de financiaci¨®n -obligaciones, acciones, cr¨¦ditos internacionales-. As¨ª, se da el caso de Altos Hornos, primer beneficiarlo de la AC de la siderurgia, que cuenta con un 29% de capital extranjero (la US Steel).
Adem¨¢s, y en contra de lo que puedan afirmar los panegiristas oficiales, no se controla la evoluci¨®n del proyecto ni se analizan sus resultados en t¨¦rminos de impacto sobre el empleo, la balanza de pagos, etc¨¦tera. La selecci¨®n de sectores, por otro lado, se basa en consideraciones muy sesgadas por el peso de los respectivos lobbies sectoriales: primero fueron los astilleros, luego han sido los sider¨²rgicos.
Resumiendo, la arbitrariedad de selecci¨®n de sectores el car¨¢cter secreto de las actas significa una fuente importante de corrupci¨®n, ya que se distrihuyen cr¨¦ditos elevados a plazos largos y tipos de inter¨¦s casi nulos a trav¨¦s del mecanismo de circuitos privilegiados.
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