Bazas importantes para renegociar la compra de az¨²car cubano
Mientras el precio del az¨²car en el mercado internacional est¨¢ situado en nueve centavos de d¨®lar-libra, las importaciones espa?olas de este producto procedente de Cuba se contin¨²a pagando a veintitr¨¦s centavos, producto del convenio firmado por el se?or Fern¨¢ndez Cuesta a finales de 1974, lo que supone que el az¨²car cubano puesto al consumo en Espa?a sale a 42,5 pesetas kilo, es decir, diez pesetas por encima del precio ofici¨¢l, que son motivo de subvenci¨®n por parte del Tesoro. Contabilizando las entregas cubanas durante 1975 y 1976, el total del subvenciones que se han pagado al consumo alcanza, como m¨ªnimo, la importante cantidad de 3.300 millones de pesetas, a lo que hay que a?adir las subvenciones al consumo que son pagadas al az¨²car de producci¨®n nacional, lo que supone que anualmente el Tesoro debe desembolsar, en concepto de subvenciones, m¨¢s de 4.100 millones de pesetas para un consumo que supera, ligeramente, el mill¨®n de toneladas.
Con esta situaci¨®n, una delegaci¨®n espa?ola presidida por el subsecretario de Comercio, Eduardo Pe?asali¨® ayer con destino a Cuba con objeto de entablar conversaciones con sus autoridades sobre el desarrollo del convenio firmado a finales de 1974 con una vigencia de tres a?os.Aunque el motivo oficial es el expuesto, el tema que preocupa seriamente a la delegaci¨®n es la renegociaci¨®n del contrato de suministro de az¨²car cubano a Espa?a, en sus dos vertientes de entregas y precios, ya que se considera que en la situaci¨®n actual los precios que se est¨¢n pagando por el az¨²car a este pa¨ªs son demasiado elevadoscon respecto a los del mercado internacional.
Las bazas que posiblemente utilice l¨¢ delegaci¨®n espa?ola, seg¨²n ha podido saber EL PAIS, girar¨ªan en torno al compromiso cubano de comprar bienes de equipo por valor de novecientos millones de d¨®lares durante los, tres a?os de convenio, de los cuales ¨²nicamente han sido utilizados, hasta el momento, menos de doscientos, ya que el Gobierno de Cuba ha modificado sus planes d¨¦ inversi¨®n. Igualmente, se jugar¨¢ la baza de ser el pa¨ªs capitalista m¨¢s importante en las relaciones comerciales con el r¨¦gi.men de Castro, que se traduce fumarnos la mitad de su producci¨®n de tabaco y ser grandes compradores de caf¨¦, n¨ªquel y marisco, productos, en algunos casos, de dif¨ªcil salida en otros mercados.
Fuentes competentes aseguran que conociendo la seriedad de los planteamientos cubanos, como pa¨ªs, soti alista que es, se espera conseguir en cierta medida una renegociaci¨®n-, importante del contrato de azucar firmado en 1974 y ya renegociado el pasado a?o.
Historia de un contrato
El contrato de suministro de az¨²car cubano a Espa?a se firm¨® en los ¨²ltimos meses de 1974, dentro del contexto de un acuerdo comercial m¨¢s amplio, en una situaci¨®n pol¨ªtica interior que debilitaba cualquier posici¨®n negociadora de Espa?a frente a otros pa¨ªses y con la consigna de no consentir el racionamiento de az¨²car en Espa?a, dado que era previsible una producci¨®n en nuestro pa¨ªs, en la campa?a 74/75, del orden de 550.000 toneladas, es decir, solamente un 55% de nuestras necesidades para el consumo. En el momento de la negociaci¨®n, los precios del az¨²car en el mercado internacional alcanzaban la co.ta m¨¢s alta de toda su historia, con cerca de sesenta centavos la libra.La firma del convenio supuso la compra de un m¨ªnimo de 220.000 toneladas anuales en los tres a?os siguientes, a unos precios m¨ªnimos para 1975 de treinta centavos, y para 1976 y 1977, de veintitr¨¦s centavos.
Este acuerdo ha sido, quiz¨¢, el m¨¢s criticado de todos aquellos que se han realizado en f¨®rmula de Estado. Dada la situaci¨®n en aquel a?o de la campa?a azucarera de nuestro pa¨ªs, era l¨®gico que se flijara un precio m¨ªnimo alto, para 1975, pero los t¨¦cnicos califican de disparatado el fijar unos precios de semejante cuantia para 1976 y 1977. Pocos meses despu¨¦s de la firma del contrato y hasta 1976, el mercado internacional del az¨²car vino experimentando una fuerte inflexi¨®n a la baja en sus precios, hasta situarse actualmente en los nueve centavos la libra.
Pese a esto, Espa?a sigue comprando el az¨²car cubano a veintitr¨¦s centavos la libra, es decir, casi 2,5 veces por encima del precio internacional. Por otro lado, el az¨²car cubano puesto al consumo en Espa?a nos sale a 42,5 pesetas-kilo, es decir, diez pesetas por encima del precio oficial, lo que supone que la Administraci¨®n tiene que subvencionar con igual cantidad el consumo de az¨²car importado.
La negociaci¨®n llevada a cabo por Espa?a contrasta grandemente con la efectuada por la CEE con los pa¨ªses de Africa, Caribe y Pac¨ªfico, consiguiendo que el precio de importaci¨®n, a partir de 1975, saliera puesto al consumo a iguales precios que los de su mercado interior.
Haciendo una simple operaci¨®n, las subvenciones al consumo pagadas por.el Estado espa?ol al az¨²car cubano se han elevado, poco m¨¢s o menos, a 3.300 millones de pesetas, lo que supone una cifra importante e incrementada si.se suman las subvenciones al consumo del az¨²car nacional.
Para la presente campa?a, la oferta total de az¨²car supondr¨¢ un total de 1,42 millones de toneladas, con un consumo que 1,16 millones, lo que representar¨¢ unos excedentes de 332.000 toneladas.
Soluciones
Ante esta situaci¨®n, caben dos soluciones: exportar parte de este az¨²car con una p¨¦r dida del orden .de quince pesetas-kilo, ya que en estos momentos el az¨²car blanca en la Bolsa de Par¨ªs se viene cotizando a unas diecisiete pesetas-kilo, o reportarla a la siguiente campa?a con unos costes financieros y de almacenamiento del orden de las 3,40 pesetas kilo y a?o.Ante estas perspectivas, parece m¨¢s razonable la segunda de estas posibilidades, y m¨¢s, teniendo en cuenta que en la pr¨®xima campana es previsible que la producci¨®n de az¨²car no alcance el mill¨®n de toneladas. Adem¨¢s, es posible que, si no se retocan los actuales precios de la remolacha en la campa?a siguiente, se produzca una nueva bajada de la producci¨®n que conduzca a un desabastecimiento interior de az¨²car. Por ello, t¨¦cnicos azucareros estiman necesaria la constituci¨®n de unos stocks estrat¨¦gicos, al igual que ha previsto la CEE en el ¨²ltimo reglamento sobre el az¨²car.
Ante el viaje del subsecretario de Comercio a Cuba, informes del sector, conocidos por EL PAIS; convienen en se?alar que se hace necesaria la renegociaci¨®n de las entregas hasta un l¨ªmite de 70.000 toneladas de az¨²car blanco al a?o (actualmente se importan 130.000 toneladas), a un precio m¨ªnimo de diecis¨¦is centavos, que es el que se considera conveniente para que desaparezca la subvenci¨®n de diez pesetas al consumo que paga actualmente el Tesoro.
Estas condiciones, consideradas m¨ªnimas, se deben a que son 70.000 toneladas de az¨²car blanca, importadas de Cuba, las que se destinan al consumo de Canarias, Baleares, Ceuta y Melilla, provincias que no tienen plantas para refinar el az¨²car, por lo que resulta mucho m¨¢s gravoso el transportarlo a la Pen¨ªnsula, para refinarlo y luego distribuirlo a los centros de consumo, que llevarlo directamente a los puntos indicados.
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