Los grandes de la Liga rompieron la baraja
Y rompieron la baraja. Los grandes de la presente Liga se empe?aron el domingo en no jugar, o en jugar al despiste, que viene a ser lo mismo. Si es cierto que el Espa?ol trajo a Madrid prima del Barcelona por puntuar en el Calder¨®n nunca una derrota ha costado tan cara. El Barcelona, en dos partidos sin Cruiff, dos descalabros. De seguir las cosas as¨ª, junto al nombre del se?or Gamper habr¨¢ que colocar el de Cruyff con letras de oro. Nunca, a lo que se ve, un jugador hab¨ªa tenido tanta influencia en el rendimiento del equipo. En el Camp Nou'con senyeras e ikurri?as, la hermandad de los clubs recienternente castigados por el Comit¨¦ de Competici¨®n acab¨® de.modo imprevisto en el marcador. Pero, eso s¨ª, el p¨²blico aplaudi¨® a los vencedores, que no necesitaron regalos arbitrales para marcar dos goles.Fue bonito que en Barcelona hubiera amor y compa?a entre y catalanes. El espect¨¢culo deportivo tuvo en esta ocasi¨®n todas sus virtudes. Para acabar de situar las cosas en un terreno exclusivamente deportivo, Ir¨ªbar realiz¨® un gran encuentro y demostr¨®, una vez m¨¢s, que no necesita partidos homenaje para alcanzar el medio centenar de actuaciones internacionales. Con que Kubala tenga sentido com¨²n ser¨¢ suficiente para que sobrepase la cifra.
La an¨¦cdota del encuentro de. Barcelona estuvo en el hecho de que fuera justamente Irureta el autor de los dos tantos. Sus ex compa?eros del Atl¨¦tico de Madrid, que no supieron vencer al Espa?ol, deber¨ªan mandarle un espl¨¦ndido regalo. Al lo mejor los dos goles de Irureta le valen al Atl¨¦tico de Madrid el t¨ªtulo de Liga, con lo que el rendimiento del irundarra, para su ex club, tendr¨¢ caracteres cidianos.
Los seguidores atl¨¦ticos, sufridos y entusiastas donde los haya, tuvieron el domingo la compensaci¨®n de la victoria bilba¨ªna. No ganarle al Espa?ol hubiera sido de berrinche en tono mayor. Las victorias atl¨¦ticas saben m¨¢s y mejor a sus partidarios porque se producen casi con el regusto de la fruta prohibida.
Quienes. parecen destinados este a?o a saborear s¨®lo lo amargo son los madridistas, a los que cada d¨ªa se suma un nuevo desenga?o. Con todos los respetos para ¨¦l Burgos, la verdad es que el resultado propio de un club que tiene una plantilla numeros¨ªsima de t¨¦cnicos y una n¨®mina de jugadores que nada tiene que envidiar, en los costos, a las m¨¢s pregonadas.
Que el Madrid sea el noveno en la tabla de clasificaci¨®n es algo deprimente para los suyos. En la Casa Blanca deben estar cociendo algo para encubrir el drama. Lo que sigue sin entrar en los c¨¢lculos de la organizaci¨®n es el cese de Miljanik. Todos los entrenadores deben envidiar al yugoslavo, porque s¨®lo el Madrid es capaz de "mantenella y no enmendalla? a pesar de tan pobres resultados
Miljanic se mantiene a base de buenos modales, cosa, que en estos tiempo tiene m¨¦rito. Miljanic se sostiene, adem¨¢s, por que es extranjero. Si fuera espa?ol ya habr¨ªa habido coro de inquisidores pidiendo paya ¨¦l la hoguera. No se puede exigir a un entrenado que sea campe¨®n. siempre, pero cuando se obliga al club a notables desembolsos hay que dar otro tono. Igual resulta que lo que le pasa al Madrid es que no le va la democracia.
Lo malo de hacerse ilusiones desmesuradas el que luego no hay quien se conforme con su papel real. Esto es lo que sucede en Valencia, en donde la Cabeza de Herrera peligra seiamente. Desde aquel desdichado resultado del Camp Nou no ha habido forma de rehacer la imagen del entrenador El Valencia, para acallar voces, de vez en cuando echa mano del posible fichaje de Bonhof, lo que es un pobre recurso porque resulta que el papel del equipo, a base de grandes estrellas extranjeras, no mejora lo que hac¨ªan aquellos muchachos que sal¨ªan del Mestalla.
El fin de semana se caracteriz¨® por los temas jur¨ªdicos. Mientras anuncia que los jugadores de Mallorca ser¨¢n subastadosa 10.000 duros per capita, el Manresa, ha sido condenado a pagar a los jugadores que se declararon en huelga porque no cobraban. Adem¨¢s, el Comit¨¦ de Competici¨®n, el domingo, se decidi¨® a desestimar el recurso del Barcelona. El no al Barcelona, en domingo, es todo un aplazamiento pol¨ªtico.
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