Carabanchel: contin¨²a la tensi¨®n entre los presos
La situaci¨®n en las prisiones espa?olas era ayer de mayor tensi¨®n si cabe, seg¨²n fuentes de la Asociaci¨®n de Familiares Presos y de la Comisi¨®n Organizadora de Presos Espa?oles en Lucha (COPEL). Seg¨²n estas fuentes ha habido en la madrugada del jueves nuevos y numerosos traslados. Y la acci¨®n planteada por los presos comunes no es ya de huelga de hambre, sino de dignidad. Al parecer, en algunos casos se han tragado cristales y en otros los propios reclusos se golpean la cabeza contra las paredes.
?El hecho m¨¢s significativo -comunicaba a EL PAIS la madre de un recluso- es que ya no los llevan al hospital, sino al siqui¨¢trico.? Por otra parte, entre los familiares de presos, ha corrido el rumor del fallecimiento de uno de los reclusos de Oca?a. EL PAIS ha intentado obtener informaci¨®n a este respecto en fuentes oficiales y no ha podido. En la Direcci¨®n General de Prisiones se nos comunic¨® que no sab¨ªan nada y que para cualquier informaci¨®n deber¨ªamos dirigirnos al gabinete de prensa. Los tel¨¦fonos del citado gabinete no contestaron.La Asociaci¨®n de Familiares de Presos y ex Presos envi¨® ayer un telegrama al rey don Juan Carlos en los siguientes t¨¦rminos: ?Un grupo de madres nos dirigimos a SM para comunicarle que nuestros hijos se encuentran con la cabeza abierta y apaleados, en celdas bajas, sin asistencia m¨¦dica, en la prisi¨®n de Carabanchel. Y le pedimos de todo coraz¨®n que al mirar a sus hijos refleje nuestro dolor y les tienda una mano y como m¨ªnimo, por mucho que hayan hecho, les den asistencia m¨¦dica urgente y saquen de celdas por ser todos heridos y enfermos. Gracia que esperamos alcanzar de su bondad.?
Comunicado de COPEL
Por su parte, el COPEL, en el extenso comunicado a que ayer hac¨ªamos referencia, intenta aclarar qu¨¦ es, qu¨¦ pretende y por qu¨¦ act¨²a.La COPEL se cre¨® entre un grupo de deportados del mot¨ªn de Carabanchel -agosto 1976- con el ¨²nico fin -?cost¨¢ra lo que costara?- de conseguir-que ?de una vez por todas? -dice textualmente el comunicado- nos trataran como personas y fu¨¦ramos ante todo respetados en la integridad f¨ªsica y moral de nuestra persona?. A ra¨ªz de su constituci¨®n, los miembros de la COPEL hicieron un estudio de sus metas y medios para alcanzarlas, ?quedando muy claro entre los firmantes la exclusi¨®n total y absoluta de la violencia?. ?Este proceder -contin¨²an- fue adquiriendo fuerza y constancia entre la poblaci¨®n penal espa?ola, a ra¨ªz de los consiguientes comunicados que se mandaban a los distintos centros de Espa?a. Para que todo lo propuesto tuviera un car¨¢cter m¨¢s legal posible, solicitamos varias veces audiencia con el director general de Prisiones e igualmente solicitamos la presencia peri¨®dica de inspectores de prisiones para denunciar la penosa situaci¨®n de los centros y la falta de asistencia m¨¦dica necesaria, as¨ª como la fatal y maloliente comida que inger¨ªamos.?
?Lo dem¨¢s -contin¨²a el comunicado-, por reciente, ah¨ª est¨¢, el mot¨ªn. Este, que ha suscitado m¨¢s represalias de las previstas por parte de la administraci¨®n penitenciaria.? M¨¢s adelante dicen: ?Pero lo que fundamentalmente ha movido el actual momento de excitaci¨®n de los reclusos de Carabanchel ha sido la del cambio de director. Indican que ¨²ltimamente se ha producido un incremento en los malos tratos y el uso de la violencia.
Lo que piden los presos comunes
?Impulsados por limpiar la imagen exterior e interior de que somos objeto por parte de la Administraci¨®n de justicia y el poder, en general redactamos a continuaci¨®n los siguientes puntos reivindicativos:- Exigimos a la administraci¨®n penitenciaria el cese de todo tipo de malos tratos y el respeto ¨ªntegro de los derechos humanos, en los que Espa?a estamp¨® su firma y que hoy d¨ªa no se cumplen.
- Una profunda y justa reforma penitenciaria, y que las directrices de la misma sea redactada conjuntamente por juristas especializados en temas penales, entre decanos del Colegio de Abogados, que a la vez tengan los reconocidos conocimientos en terap¨¦uticas penitenciarias y que sea o¨ªda una comisi¨®n de presos comunes, etc¨¦tera.
- El cese de la explotaci¨®n en el trabajo de que es objeto el preso com¨²n y el salario sea retribuido, a igual trabajo igual salario, comprendiendo las pagas reglamentarias exigidas por la ley, suprimiendo a la vez ese exiguo beneficio que en concepto de pagas se nos da.
- Una alimentaci¨®n m¨¢s sana y nutritiva. El derecho a recibir alimentos del exterior, al igual que los pol¨ªticos.
- Acceso real a la biblioteca de la prisi¨®n, desaparici¨®n de la actual censura, arcaica y degradante, y el libre paso de cualquier lectura as¨ª como la prensa y revistas.
La abolici¨®n total y absoluta de las celdas de castigo, que con el paso del tiempo llega a trastornar la mentalidad de la persona reclu¨ªda en ellas.
- La libre comunicaci¨®n con los familiares y dem¨¢s amigos allegados a la misma, as¨ª como la comunicaci¨®n oral y escrita con el abogado defensor.
- La reforma y aclimataci¨®n en lo posible de las celdas donde se habita. La implantaci¨®n de los adecuados servicios y duchas con la m¨¢s absoluta higiene que requiere el lugar donde se ha de permanecer durante bastante tiempo.
- La adecuada instalaci¨®n de utensilios deportivos, y el libre acceso a la pr¨¢ctica de cualquier deporte. La necesidad de abolir la censura televisiva, en telediarios y dem¨¢s programas informativos, as¨ª como el cine.
Todo esto es una s¨ªntesis de lo m¨¢s esencial que urge en este momento, y no pretendemos con ello polemizar una situaci¨®n de por s¨ª desagradable, sino llamar la atenci¨®n a la opini¨®n p¨²blica y denunciar por los cuatro costados a la actual legislaci¨®n penitenciaria, instituci¨®n opresora y antihumana, causante de las actuales circunstancias;
Y para terminar, s¨®lo nos resta pedir la comprensi¨®n de la sociedad en general, y en especial de esos que dicen ser partidos democr¨¢ticos.
Por ¨²ltimo, decir que detr¨¢s de estas siglas no se encuentra parapetado ning¨²n partido pol¨ªtico, como se ha argumentado.?
El comunicado concluye diciendo: ?Y quede claro que no pedimos una justicia m¨¢s flexible. Lejos est¨¢ de nuestras pretensiones, Simplemente una justicia m¨¢s justa y humana en lo social y en lo penitenciario.?
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