An¨¢lisis de la Iglesia del franquismo

Iglesia y sociedad en Espa?a, 1939-1975, obra de Editorial Popular, en la que se intenta someter a an¨¢lisis la actuaci¨®n de la Iglesia en Espa?a durante los ¨²ltimos cuarenta a?os y en la que se ofrece una interpretaci¨®n hist¨®rica teol¨®gica de la realidad contempor¨¢nea de la Iglesia espa?ola, fue presentada el pasado mi¨¦rcoles en el Colegio Mayor Charninade, de Madrid. Los autores, -intelectuales y sacerdotes a la vez-, tienen una larga experiencia pastoral en los a?os del franquismo. Son Rafael Belda, Jos¨¦ Bigorda, Antonio Duato, Casimiro Mart¨ªn, Enrique Mart¨ªnez, Jos¨¦ Mar¨ªa Rovira, Jos¨¦ Mar¨ªa Tortosaus y Fernando Urbina.Seg¨²n manifest¨® Alfonso Alvarez Bolado, jesuita, en la presentaci¨®n de la obra, ¨¦sta no es oportunista, pues las cosas que aparecen escritas la misma ya fueron dichas por sus autores hace diez o doce a?os, cuando era un hecho en Espa?a la existencia de lo que se podr¨ªa llamar la Iglesia de la resistencia. Escrito con capacidad autocr¨ªtica, no masoquista, pero s¨ª desacostumbrada en la Iglesia, el libro muestra que la historia de la Iglesia es tambi¨¦n una historia de error y de intereses bastardos.

Seg¨²n el padre Alvarez Bolado, el libro ofrece una visi¨®n de la Iglesia durante el franquismo tr¨¢gicamente fascinante, llena de errores, pero cuyo recuerdo es necesario para la libertad de la Iglesia en el futuro.

Por su parte, el profesor Tierno Galv¨¢n, invitado al acto de presentaci¨®n, expuso la visi¨®n de un agn¨®stico sobre la Iglesia del franquismo, Iglesia barroca -dijo-, cuya constante fue convertir ?el dogma en gesticulaci¨®n?. El profesor Tierno descubri¨® a la Iglesia de aquellos a?os como inquisitorial a la vez que c¨®mplice del Estado. Esta complicidad la explic¨® el profesor Tierno como deseo de la Iglesia de obtener beneficios econ¨®micos del Estado. El profesor Tierno mostr¨® su esperanza, tal y como parece apuntarse en la obra, de que la Iglesia espa?ola se regenere en profundidad, de lo que hay s¨ªntomas en los ¨²ltimos anos, y se decida por un compromiso claro a favor de su transformaci¨®n, que no debe limitarse s¨®lo a un simple blanqueo de fachada.