Preguntas a un programa econ¨®mico

A escasamente tres meses de las anunciadas elecciones generales, y cuando el proceso de legalizaci¨®n de los partidos pol¨ªticos solamente se ha iniciado -restando a¨²n no pocas incertidumbres-, el Gobierno publica un extenso docuftiento sobre la situaci¨®n econ¨®mica que es dif¨ªcil de calificar. No es un plan de estabilizaci¨®n con medidas concretas; ni se trata de un programa de recuperaci¨®n para salir de la crisis econ¨®mica; ni aspira a ser, aunque tenga alg¨²n vestigio-, un plan de desarrollo a la antigua usanza de los a?os sesenta. Y dif¨ªcilmente cabe pensar que, sin decirlo explicitamente, el Gobierno Su¨¢rez est¨¦ planteando su reforma econ¨®mica para un per¨ªodo mucho m¨¢s largo del que terminar¨¢ en junio del presente a?o.Por otra parte, en la larga declaraci¨®n gubernamental, se combinan apreciaciones propias de un ensayo period¨ªstico con observaciones que encajar¨ªan m¨¢s en el ?programa econ¨®mico? de un partido pol¨ªtico. Hay muy pocos visos de que nos hallemos ante un plan de acci¨®n frente a la dura emergencia de hoy. Entre otras cosas, porque el desarrollo legislativo de todas las r¨²bricas que contiene el documento en su ¨²ltima parte de ?acciones inmediatas?, no ser¨ªa posible en tres meses, ni seguramente en un a?o. Por eso el mejor comentario que puede hacerse a este extra?o documento es una serie de preguntas: ?qu¨¦ se propone realmente el Gobierno? ?no estar¨¢ preparando su propia perpetuaci¨®n m¨¢s all¨¢ de las elecciones? O por el contrario, -lo que parece m¨¢s probable- ?no estar¨¢ simplemente ?cubriendo el expediente? para llegar a las elecciones? De las pocas cosas que est¨¢n claras en el documento es la promesa, que parece formulada para el corto plazo de ir a la liberalizaci¨®n progresiva de los tipos de inter¨¦s. Lo cual, a no dudarlo, ser¨ªa un magn¨ªfico negocio para la oligarqu¨ªa financiera en general. Cuando se habla de luchar contra la inflaci¨®n y de controlar los precios de los productos y servicios b¨¢sicos, no deja de ser sorprendente que se vaya a dejar en plena libertad el precio del dinero.

Como punto final habr¨ªa que pedir tambi¨¦n un poco de autocr¨ªtica, que explicara cu¨¢les han sido los resultados del anterior ?paquete de medidas? del 8 de octubre de 1976. Su eficacia, rn¨¢s que dudosa, es la mejor prueba de la ineficiente conducci¨®n econ¨®mica del actual Gobierno, que con su lenta reforma pol¨ªtica no hace sino agravar la situaci¨®n econ¨®mica y social.