PSOE: comp¨¢s de espera tras la tormenta
Un relativo comp¨¢s de espera se observ¨® ayer en el problema abierto en las filas de la Oposici¨®n democr¨¢tica con la retirada del Partido Socialista Obrero Espa?ol de la comisi¨®n negociadora. El terreno pol¨ªtico Gobierno-Oposici¨®n ha quedado demasiado resbaladizo como para precipitarse en nuevas declaraciones y tomas de postura. Mientras tanto, el PSOE (hist¨®rico) -cuya legalizaci¨®n ha sido- el origen del conflicto- replic¨® a las cr¨ªticas recibidas el d¨ªa anterior con un fuerte contraataque. Por otra. parte, no se descarta una radicalizaci¨®n del PSOE.
La Oposici¨®n, en su conjunto -y desde luego el Partido Comunista-, trata con respeto el problema del PSOE, pero procura reducirlo a eso: al problema particular de un partido, que no tiene por qu¨¦ arrastrar al resto de la Oposici¨®n. De ah¨ª los generales requerimientos al PSOE para que regrese al hogar y contin¨²e reforzando una estructura de por s¨ª no muy fuerte.
Sin embargo, no parece que el PSOE haya tomado su decisi¨®n a la ligera, seg¨²n todas las impresiones. Necesariamente tendr¨ªa que producirse un cambio importante en la situaci¨®n para que dicho partido diera marcha atr¨¢s. En cierto modo, el an¨¢lisis de su direcci¨®n es que no merece la pena continuar en una comisi¨®n negociadora a la que el Gobierno apenas deja terreno de actuaci¨®n. El PSOE abandona un barco que supone est¨¢ haciendo agua, por la intransigencia gubernamental. Y, de paso, intenta compensar con su decisi¨®n la moment¨¢nea p¨¦rdida de influencia que ello puede comportar.
El PSOE estaba ignorante de lo que iba a suceder con el sector hist¨®rico hasta un par de horas antes de que el ministro de la Gobernaci¨®n recibiera al secretario ge neral de aquel sector y le felicitara por la buena nueva. Fuentes dig nas de cr¨¦dito afirman que, sin ha ber existido nunca una aut¨¦ntica negociaci¨®n en torno a la legalizaci¨®n del PSOE hist¨®rico, el PSOE no se negaba a la legalizaci¨®n de dicho grupo -como la del resto de los partidos pol¨ªticos-, pero siempre que se hiciera con un nombre que no coincidiera con el suyo.
La actitud del Poder parec¨ªa incluso favorable a esta soluci¨®n, hasta que, de pronto, cay¨® en la cuenta de que no pod¨ªa seguir re trasando dicha legalizaci¨®n y tom¨® la decisi¨®n origen de este conflicto. El PSOE lo ha tomado como una pu?alada por la espalda, que hace inviablesbu¨¦na parte de sus planes electorales. No hay muchos pa¨ªses donde dos partidos se disputen los votos con una denominaci¨®n casi id¨¦ntica, que, l¨®gicamente, tiene que producir notable confusi¨®n en la clientela electoral.
Por su parte, el PSOE (hist¨®rico) produjo ayer un comunicado en el que califica de infantil rabieta la reacci¨®n del PSOE, y expresa su creencia de que Europa no va a seguir a este ¨²ltimo. Asimismo afirma que ellos siempre han estado abiertos a la unidad socialista en condiciones de igualdad y sin personalidades; ?han sido los dirigentes renovados a quienes no ha interesado la unidad por razones econ¨®micas que todo el mundo conoce ?. Asimismo, sale al paso de la informaci¨®n de que Manuel Murillo, su secretario general, no pertenec¨ªa al partido en 1972, defendiendo su ?memorable linaje socialista?.
Lo cierto es que las iniciativas del Gobierno est¨¢n consiguiendo que la casi totalidad de la izquierda llegue a las elecciones envuelta en problemas: algunos partidos no han sido legalizados, y durante va rias semanas vivir¨¢n en la incertidumbre de aguardar la decisi¨®n judicial, y el que estaba legalizado se encuentra con que por un camino diferente, le cortan las alas. ?Permiten una an¨¦cdota? La agencia Efe transmiti¨® ayer, desde D¨¹sseldorf, un despacho con el t¨ªtulo. ?C¨®mprese una corbata y triunfe?, seg¨²n el cual ?los hombres que usan corbata tienen m¨¢s ¨¦xito en los negocios y en el amor?, de acuerdo con un estudio del Instituto de la Corbata de Alemania Federal. Este centro ha financiado el informe para comprobar si la corbata hace al hombre. Y ha llegado a la conclusi¨®n -agrega Efe- ?de que, en efecto, es as¨ª?.
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