"La censura gubernativa de la correspondencia es una pr¨¢ctica habitual"
La violaci¨®n de correspondencia epistolar, denunciada en dos provincias, Lugo y Badajoz, adquiere una mayor relevancia en el panorama espa?ol, puesto que los comunicados y declaraciones contradictoria se suceden en breve espacio de tiempo.
?En relaci¨®n con algunas informaciones sobre violaci¨®n de la correspondencia, puede informarse que ello es totalmente inexacto -se?ala el director general de Correos, Ignacio Acha, en una nota facilitada a EL PAIS. En la actualidad, ¨²nicamente se lleva a cabo, en algunas ocasiones, un control de los objetos que circulan por correo para evitar que entre ellos est¨¦n los denominados ?objetos prohibidos?, como estupefacientes, explosivos, billetes de banco, materias inflamables, objetos inmorales, etc¨¦tera. Este control -a?ade la nota- que se lleva a cabo en todos los pa¨ªses del mundo, se efect¨²a de conformidad con lo previsto en la vigente Ordenanza Postal de 19 de mayo de 1960, Reglamento de los Servicios de Correos de 14 de mayo de 1964 y acuerdo de la Uni¨®n Postal Universal (UPU) de Tokio de 1969 y Laussanne de 1974.?Sin embargo, en esta cuesti¨®n existe una confusi¨®n de origen, puesto que lo que se denunci¨® en Badajoz, por parte de un grupo de funcionarios de Correos, es una supuesta intervenci¨®n e inspecci¨®n de correspondencia por parte de la polic¨ªa, es decir, funcionarios ajenos al Cuerpo de Correos y empleando para ello una serie de objetos y utensilios, presuntamente utilizados para la producci¨®n de vapor a trav¨¦s de una delgada espita para abrir cartas, utensilios infrecuentes en la b¨²squeda de explosivos o materiales inflamables.
La Junta Provincial de Representantes de Correos y Tel¨¦grafos de Madrid facilit¨® un comunicado dirigido a sus compa?eros y a la opini¨®n p¨²blica en el que se?alan que: ?La prensa nacional se hace eco estos d¨ªas en amplios reportajes sobre la violaci¨®n de la correspondencia en la principal de Lugo.?
?De todos los que trabajamos en este servicio p¨²blico es conocido que la censura gubernativa de la correspondencia es o ha sido una pr¨¢ctica habitual, por lo menos hasta hace tres d¨ªas, coincidiendo con la aparici¨®n de las denuncias en la prensa, en nuestros servicios, realizada de una forma m¨¢s o menos solapada. En el camino hacia una normalidad democr¨¢tica, el derecho humano al secreto e inviolabilidad de la correspondencia, el derecho a la intimidad de la persona, reconocido por la Carta de los Derechos Humanos, deben ser rigurosamente protegidos y m¨¢s cuando el Fuero de los Espa?oles en su art¨ªculo trece dice: "Dentro del territorio nacional, el Estado garantiza la libertad y el secreto de la correspondencia."?
?Asimismo nuestra Ordenanza Postal en sus art¨ªculos catorce y quince -a?ade la nota- y el Reglamento de Servicios, art¨ªculos veintis¨¦is, veintisiete, veintiocho, veintinueve y treinta "garantiza la libertad, el secreto y la inviolabilidad de la correspondencia, base de la funci¨®n p¨²blica de lo que les est¨¢ encomendada".?
?En esta Administraci¨®n Provincial, tanto en los negociados de buzones como en otros de clasificaci¨®n de carter¨ªa, se retira correspondencia a determinados destinatarios, correspondencia que es enviada a la central, donde es manipulada por personal ajeno al Cuerpo de Correos. Estas pr¨¢cticas se realizan igualmente en los servicios postales del aeropuerto de Barajas.?
?La junta de representantes de Correos y Tel¨¦grafos de Madrid -concluye la nota- denuncia estas pr¨¢cticas que lesionan el bien ganado prestigio profesional de todo este colectivo, y exigen su final inmediato, salvaguardando as¨ª los derechos inalienables de los destinatarios del correo, todos los ciudadanos.?
?Al mismo tiempo la junta provincial hace un llamamiento a todos los compa?eros para que a partir, de ahora se denuncien todos los casos de violaci¨®n de correspondencia?.
Investigaciones en marcha
Puestos al habla con la Direcci¨®n General de Seguridad sobre este asunto, el se?or Pastor, del gabinete del director general, declar¨® a EL PAIS que ?est¨¢ en proceso de investigaciones correspondientes. Quiz¨¢ en su momento oportuno las dos direcciones generales, la de Seguridad y Correos, faciliten una nota sobre el tema. Le puedo decir que, de momento, no hay nada en concreto?.Por su parte el subdirector general de Correos, Ernesto Brunet, en unas declaraciones concedidas al programa Espa?a a las 8 de Radio Nacional, coment¨® entre otras cosas, que ?efectivamente unas veces hay que hacerlo (se refiere al hecho de abrir las cartas) a requerimiento de la autoridad judicial y otras como comprobaci¨®n de car¨¢cter reglamentario. En cuanto un funcionario de Correos sospecha de alguna clase de objeto lo pone en conocimiento de sus superiores para tornar las medidas oportunas. El control sobre el correo es algo normal y rutinario en todas las ¨¦pocas?.
Sin embargo, lo que los representantes provinciales de Madrid denuncian es el hecho de que la correspondencia epistolar se viola por parte de funcionarios ajenos al Cuerpo de Correos y sin la presencia habitual del destinatario, lo que est¨¢ reglamentado.
M¨¢s de mil personas
En Madrid, en las oficinas centrales, concretamente en la planta s¨¦ptima, se controlan unas cuatro sacas diarias de correspondencia, sacas que se sub¨ªan hasta hace poco por el ascensor de la puerta ?S? y que en la actualidad se realiza por el de la puerta ?L?. En dicha planta se puso, desde hace tres d¨ªas -es decir, tras las informaciones sobre la violaci¨®n de correspondencia en Lugo- un cartel con la siguiente inscripci¨®n: ?UPU, Objetos prohibidos?. En fuentes solventes se comunic¨® a EL PAIS que las listas con la relaci¨®n de destinatarios de los que se debe apartar la correspondencia para su posterior control, se env¨ªan a las oficinas de los distritos postales en papeles blancos, sin membrete ni sello alguno. Podernos afirmar, por ejemplo, que despu¨¦s de la rueda de prensa clandestina de Santiago Carrillo, el 10 de diciembre de 1976, la oficina del distrito de Vallecas recibi¨® la notificaci¨®n de que se apartara toda la correspondencia que recibiera Santiago Carrillo o cualquiera de sus familiares. Las mismas fuentes indican que en estos momentos existen, cuando menos, m¨¢s de mil nombres -la mayor¨ªa pol¨ªticos de la Oposici¨®n democr¨¢tica- a los que se les vigila y controla la correspondencia.EL PAIS ha podido saber tambi¨¦n que el pr¨®ximo domingo se reunir¨¢ la Junta Provincial de Representantes de Correos y Tel¨¦grafos para estudiar, entre otros temas, ¨¦ste de las violaciones de la correspondencia epistolar.
Por otra parte, y como publicaba EL PAIS en su edici¨®n de ayer, viernes, Espa?a ha ratificado numerosas declaraciones y convenciones internacionales en las que se reconoce la inviolabilidad de la correspondencia Entre ellas cabe citarse la Declaraci¨®n Universal de los Derechos Humanos, la Convenci¨®n Americana, relativa a los derechos del hombre y el ya mencionado Fuero de los Espa?oles.
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