Las disponibilidades de recursos
La situaci¨®n actual de la Espa?a peninsular en cuanto se refiere a disponibilidad de recursos hidr¨¢ulicos superficiales queda bien reflejada, en t¨¦rminos generales, por la cifra de agua embalsada al finalizar el a?o 1976: 22.000 millones de m.3 -92 % de la demanda total de agua anual para usos consuntivos-, pese a corresponder al inicio de la estaci¨®n invernal y luego de una prolongada sequ¨ªa extendida al ejercicio hidrol¨®gico 1975-76 y del ciclo meteorol¨®gicamente adverso por la escasez de precipitaciones que se ha afrontado en los ¨²ltimos cinco a?os. Dicha reserva es fruto de la capacidad de regulaci¨®n interanual de nuestro sistema de embalses superficiales: 39.000 millones de m.3 de capacidad total, de los que un 40% corresponde a aprovechamientos construidos principalmente con fines hidroel¨¦ctricos y un 60% para usos consuntivos, que permiten cubrir en a?o hidr¨¢ulico normal un 42% de la pr¨®ducci¨®n total de energ¨ªa el¨¦ctrica actual y el suministro de 19.600 millones de m.3 anuales con destino a regad¨ªos y abastecimiento de poblaciones e industrias. Gracias a esta capacidad de embalse instalada, si la demanda lo requiriese, podr¨ªan aprovecharse -seg¨²n el Inventario de Recursos Hidr¨¢ulicos- unos 41.000 Hm.3/a?o para los usos consuntivos m¨¢s representativos e n las respectivas cuencas hidrogr¨¢ficas.A estas disponibilidades han de a?adirse las de recursos subterr¨¢neos explotados en la actu¨¢lidad: 4.100 millones de m.3 anuales aproximadamente -seg¨²n evaluaci¨®n del Centro de Estudios Hidrogr¨¢ficos-, de los que corresponden algo m¨¢s del 50% a acu¨ªferos interiores y algo menos del 50% a acufferos costeros, cubriendo con ellos el riego de unas 504.000 hect¨¢reas y alrededor de una tercera parte de la demanda industrial y urbana
Las disponibilidades totales de recursos superficiales, y un 10%, a luarse en unos 45.000 millones de m3 anuales, de los que una cifra aproximada al 90% corresponde a recursos superficiales, y un 10% a recursos subterr¨¢neos.
No obstante, es evidente que debe continuarse a ritmo sostenido el desarrollo de nuestra infraestructura hidr¨¢ulica, tanto en el dominio del aprovechamiento de los recursos superficiales como en el de los recursos subterr¨¢neos, puesto que la demanda de agua para distintos usos evoluciona a un ritmo creciente. Baste citar, a t¨ªtulo meramente orientativo, que, seg¨²n las previsiones del Balance Hidr¨¢ulico Nacional, no parece descaminado suponer que en los pr¨®ximos 30-35 a?os se alcance a duplicar la de manda actual para usos de abaste cimiento urbano e industrial y usos agr¨ªcolas.
Por lo que respecta a las posibilidades de aprovechamiento futuro de los recursos hidr¨¢ulicos, una hip¨®tesis basada en un notable incremento de la regulaci¨®n superficia y en el agotamiento de las posibilidades de extracci¨®n de los recursos subterr¨¢neos, tanto interiores como costeros, permite concluir que las disponibilidades totales podr¨¢n superar los 65.500 millones de m3 anuales, con la garant¨ªa exigible a los tipos de demanda previsibles; lo que significar¨ªa una cifra del orden del 60% de los recursos totales y unos incrementos del 44% y del 54% sobre la situaci¨®n actual y la natural, respectivamente.
La participaci¨®n en esta cifra de los recursos superficiales alcanzar¨ªa -en una primera aproximaci¨®n tal como la realizada en el Inventario de Recursos Hidr¨¢ulicos- una cifra superior a los 56.000 millones de m3 anuales, lo que significa un incremento m¨ªnimo de 15.000 Hm3/a?o, equivalente al 33% sobre la situaci¨®n actual y a un valor pr¨®ximo al 14% del total de los recursos naturales. Para ello ser¨ªa preciso construir unos 30.000 millones de m3 de capacidad de embalse adicional, esto es, un incremento del 43% sobre la situaci¨®n actual, con lo que se elevar¨ªa a unos 69.000 Hm.3 el total de la capacidad de embalse construida. Por su parte, la participaci¨®n en esta cifra de disponibilidades totales futuras de los recursos subterr¨¢neos alcanzar¨ªa -conforme al estudio realizado por Mart¨ªn Mendiluce y en la hip¨®tesis de agotamiento de los recursos renovables adoptada anteriormenteun valor m¨¢ximo de 9.500 millones de m3 anuales.
As¨ª pues, en una hip¨®tesis plausible; aunque optimista, respecto a las posibilidades de explotaci¨®n permanente de la recarga media anual de los acu¨ªferos, cabe suponer que las disponibilidades futuras de agua alcanzar¨¢n una cifra, sin duda, superior a los 65.500 millones de m3 anuales -60% del total de recursos naturales-, de los que un por centaje m¨ªnimo del 86% corresponder¨¢ a recursos superficiales, y un m¨¢ximo del 14%, a recursos subterr¨¢neos.
Con las cifras, expuestas queda claramente centrada -referida al marco geogr¨¢fico peninsular- la importancia relativa de los recursos superficiales y subterr¨¢neos, tanto en la situaci¨®n natural como en la situaci¨®n de disponibilidades actual o futura. E, igualmente, la necesidad de recurrir, en un plazo m¨¢s o menos dilatado de tiempo, al aprovechamiento de todos los recursos susceptibles de aprovechamiento.
Cuesti¨®n aparte es la secuencia de realizaci¨®n de las obras de aprovechamiento correspond lentes a un tipo u otro de recursos, puesto que la casu¨ªstica a contemplar ser¨¢ muy variable de unas a otras cuencas hidrogr¨¢ficas y de unos a otros determinados proyectos. Resulta obvio, en cualquier caso, llamar la atenci¨®n sobre el hecho de que el problema habr¨¢ de resolverse en todos los casos mediante la investigaci¨®n y evaluaci¨®n de aquellos recursos que ofrezcan posibilidades de explotaci¨®n, analizando todas las soluciones alternativas que resulten viables para la adecuaci¨®n de los recursos explotables a las demandas de agua existentes o previstas.
Por ¨²ltimo, por cuanto se refiere a las posibilidades de utilizaci¨®n de las reservas de agua subterr¨¢neas, como indica Mart¨ªn Mendiluce: ?La misma palabra "reserva" indica ya cu¨¢l debe de ser el enfoque , para el aprovechamiento de estas aguas. Las reservas se utilizan, en general, para acudir en momentos cr¨ªticos o de escasez y de la misma forma que los grandes embalses superficiales de car¨¢cter hiperanual usan normalmente un reducido porcentaje de su capacidad durante la mayor parte de los a?os, y ¨²nicamente en a?os secos suplementan la escasa aportaci¨®n natural de los r¨ªos hasta completar la disponibilidad prevista utilizando la mayor parte de su reserva embalsada, alas reservas subterr¨¢neas pueden jugar un papel an¨¢logo, incrementando las disponibilidades de a?os secos y complementando as¨ª las reservas interanuales de recursos superficiales. ?
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