Navidades en cl¨ªnica de lujo

Esto es lo que me aconteci¨® en estas ¨²ltimas Navidades en la cl¨ªnica Los Nardos. Creo un deber de ciudadan¨ªa dar a conocer los hechos.Mi esposa lleg¨® a la cl¨ªnica Los Nardos el d¨ªa 22 para dar a luz prematuramente una criatura de siete meses, despu¨¦s de rotura de la bolsa de agua hac¨ªa quince d¨ªas.

El d¨ªa 23 la hacen una ces¨¢rea y, debido a una complicaci¨®n, la hacen una histerectom¨ªa subtotal y anexectom¨ªa izquierda.

Me comunican inmediatamente lo sucedido y que, adem¨¢s, ha nacido deforme mi hija (esto, falso, testigos, ginec¨®logo, comadrona, enfermeras, etc¨¦tera); parece ser que el doctor P¨¢ez Esteso no sab¨ªa que era un parto seco.

El d¨ªa 24 el doctor P¨¢ez Esteso, jefe del Servicio de Neonatolog¨ªa de la cl¨ªnica Los Nardos (doctor que diagnostic¨® la deformidad). visita a la madre y la dice que la ni?a tiene un 50 % de posibilidades de vivir. (No habla de deformidades.)

El d¨ªa 25 el mismo doctor vuelve a visitar a la madre y la dice que la ni?a ha pasado una buena noche y que est¨¢ mejor. (No habla de deformidad.)

El d¨ªa 26 a las 5.30 de la madrugada, muere la ni?a, sin estar atendida por el pediatra. El doctor P¨¢ez Esteso no quiere comunicar la muerte a los padres. (Testigo, la enfermera.)

La muerte me la comunican a las ocho de la ma?ana, sabiendo que yo estaba de guardia, atendiendo a mi esposa en la habitaci¨®n de la cl¨ªnica desde el d¨ªa 23.

El d¨ªa 27 expongo mis quejas en direcci¨®n, por la actuaci¨®n deshumanizada del doctor P¨¢ez Esteso, e indagando compruebo con estupor las irregularidades que hay en los partes m¨¦dicos de la historia cl¨ªnica de mi hija. En ellos figura un cambio de alimentaci¨®n antes de las 48 horas. La ni?a est¨¢ muy grave a las veintiuna horas del d¨ªa 25, y el citado doctor.aparece en la cl¨ªnica a las doce de la ma?ana del d¨ªa 26, encontr¨¢ndose con que la ni?a hab¨ªa muerto a las 5.30 del mismo d¨ªa. No quiere hacerse cargo del certificado de defunci¨®n, pues no es de su incumbencia. (Testigo, la enfermera que le acompa?aba.)

El d¨ªa 28, en conversaci¨®n mantenida con el doctor P¨¢ez Esteso (testigo, el director), dice que mi hija era de ocho meses, incre¨ªble que el pediatra y puericultor que atiende a un prematuro no sepa el tiempo exacto que tiene ¨¦ste! ?Qu¨¦ tratamiento dio a la ni?a? Se niega rotundamente a facilitarme los partes m¨¦dicos en los que figura toda la historia cl¨ªnica de la ni?a.

El d¨ªa 29 sigo viendo irregularidades en un parte m¨¦dico adicional, en el cual el doctor P¨¢ez Esteso, al tener noticias de la gravedad de la ni?a le pone un tratamiento por tel¨¦fono y ¨¦sta empeora, los paros se suceden cada cinco minutos y el doctor P¨¢ez solamente aparece al d¨ªa siguiente por la cl¨ªnica, para encontrarse con que ya no hab¨ªa nadie ocupando la incubadora n¨²mero dos.

El d¨ªa 30 sale de la cl¨ªnica mi esposa.

A partir de aquel d¨ªa he intentado en varias ocasiones que ense?asen los partes m¨¦dicos a un doctor amigo m¨ªo, lo cual, hasta el mom¨¦rito, ha sido imposible.