Estreno de "Oroitaldi", de Luis de Pablo
Programa interesante y arriesgado para el director, el ¨²ltimo de la Orquesta Sinf¨®nica de RTVE. Jos¨¦ Mar¨ªa Franco-Gil, maestro invitado, merece de antemano, por su actitud, un aplauso sincero pero no sorpresivo. Su carrera est¨¢ plagada de cap¨ªtulos brillantes trazados desde su postura de servicio a la m¨²sica de su tiempo y de resistencia al repertorio trillado.Con la excepci¨®n de Luis de Pablo, todos los autores incluidos en programa eran franceses de distinta significaci¨®n. Para la interpretaci¨®n del Poema de Chausson esa bell¨ªsima y poco frecuentada p¨¢gina, y para la Introducci¨®n y Rond¨®, de Saint S¨¢ens, vino de Par¨ªs el violinista Serge Blanc, premio Enesco en Bucarest y Heifetz en Estados Unidos. Nos hab¨ªa visitado en otra ocasi¨®n para actuar en los Lunes de Radio Nacional. Por tanto, s¨®lo una parte del p¨²blico realiz¨® el descubrimiento de un m¨²sico cabal, con un sonido bell¨ªsimo, fraseo y dicci¨®n impecables y, sobre ello, una temperatura expresiva que lleg¨® a todos. El triunfo de Blanc ha sido total y merecido como demostraron las insistentes ovaciones del auditorio.
Orquesta Sinf¨®nica RTVE
Director: Jos¨¦ Mar¨ªa Franco-Gil. Solista: S. Blane. Obras de Berlioz, Chausson, S. Sdens, De Pablo y Varese. 12, 13 marzo. Teatro Real.
Punto de especial inter¨¦s lo constitu¨ªa el estreno de Oroitaldi (?En memoria?), de Luis de Pablo, p¨¢gina sinf¨®nica escrita en 1972 para la Orquesta de Montecarlo. Se trata de un homenaje a la memoria de F¨¦lix Huarte, el industrial navarro que impuls¨® tantas actividades de m¨²sica contempor¨¢nea, que dirigi¨® Luis. Tengo para m¨ª que Oroitaldi es una de las obra m¨¢s de m¨¢s bella sonoridad del compositor bilba¨ªno. Siguiendo procedimientos personales que atienden, de un lado, a la consecuci¨®n de un total sonoro en sus diversas dimensiones t¨ªmbricas, estructurales, temporales, espaciales expresivas y de otro a una comunicatividad efusiva que, a lo largo de la obra, no olvida el car¨¢cter de evocaci¨®n al hombre y las cosas perdidas, Luis de Pablo ha conseguido una densidad sonora transparente y caleidosc¨®pica. Yo dir¨ªa que se consigue aqu¨ª -que Luis ha logrado solucionar una rara paradoja: que nos sintamos dentro de la m¨²sica -o la m¨²sica muy dentro de nosotros- al tiempo que verificamos un real distanciamiento. Algo as¨ª como un impresionismo tocado de pasi¨®n o, lo que viene a ser lo mismo, de sustancialidad barroca.
Todo ello pulido, mesurado por v¨ªas de un sutil¨ªsimo refinamiento. Cada tinte est¨¢ agudamente cuidado como lo est¨¢ cada situaci¨®n del sonido, la gran orquesta sinf¨®nica se convierte as¨ª en un mundo multiforme y viv¨ªsimo, cuyos extensos l¨ªmites se advierten desde el comienzo para, m¨¢s tarde, llenar el campo establecido de incesantes vivencias y acontecimientos sonoros. A fin de mantener el clima -el car¨¢cter si se quiere- de Pablo renuncia a los consabidos puntos culminantes, f¨¢ciles de conseguir por otra parte. El p¨²blico acogi¨® la partitura de modo absolutamente positivo y sin la menor disidencia y el compositor salud¨® repetidas veces, as¨ª como el director y la orquesta. Franco-Gil, tan familiarizado con la prosodia -las prosodias- de Luis de Pablo supo ofrecer una versi¨®n clara, fiel y po¨¦tica de la nada f¨¢cil obra.
El concierto, iniciado con un Berlioz inhabitual, la obertura de El Rey Lear, termin¨® con una pujante traducci¨®n de Arcana, de Edgard Varese, uno de los m¨¢s redondos aciertos del m¨²sico franco-americano y, tambi¨¦n, una de las m¨¢s evidentes adivinaciones del lenguaje de nuestro tiempo. (Arcana es de 1927. M¨²sica violenta, sideral, sacralizada y ritual como La consagraci¨®n de la primavera, con la que tiene m¨¢s de un contacto y de la que se separa abismalmente. Jornada dura para la orquesta, que trabaj¨® con flexibilidad y entrega; ¨¦xito cualificado por el m¨¢s dif¨ªcil camino, de Jos¨¦ Mar¨ªa Franco-Gil, conductor de cinco obras que la Sinf¨®nica de RTVE tocaba por primera vez.
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