Los goles salvaron el mal juego en Las Margaritas

Con muchos apuros venci¨® el Getafe a un mediocre San Andr¨¦s. El mal juego, fue caracter¨ªstica general a lo largo de los noventa minutos, si bien, la segunda parte, result¨® interesante por las alternativas del marcador y los goles, logrados, m¨¢s por despistes de las respectivas zagas, que por m¨¦ritos ofensivos.Daticik, viejo, viej¨ªsimo zorro del f¨²tbol hispano, entrenador ?camp? por su edad, a¨²n mantiene ideas ?progres? en cuanto a innovaciones y extravagancias t¨¢cticas. En Las Margaritas, intent¨® despistar, montando para ello un aut¨¦ntico tinglado de n¨²meros y posiciones. As¨ª, Casassas, te¨®rico extremo, jug¨® en el centro del campo, el canario Pepe Juan, con el diez, de extremo, al que se peg¨® como una lapa el tosco Amun¨¢rriz, y Cort¨¦s, con el cuatro, fue el pr¨¢ctico centro delantero. Pese a todo, la horizontalidad del juego andresense resulta en exceso desesperante, a lo que contribuye, en gran medida, el desgarbado y ap¨¢tico Mart¨ª Filos¨ªa. El ex barcelonista, especie de pivote te¨®rico de su equipo, intenta cubrir el c¨ªrculo central y, si a veces su excelente t¨¦cnica se deja sentir, la lentitud de la que hace gala, sigue siendo el mismo, acaba por frenar a sus propios compa?eros. Frente a esta parsimonia del rival, el Getafe, imprim¨ªa un mayor coraje y fuerza a sus acciones, pero sus hombres adolecen de dos defectos: excesiva precipitaci¨®n y falta de profundidad.

Luego, Daucik adelant¨® sus peones, y Cort¨¦s lograba, en fallo colectivo de la zaga madrile?a, el primer empate. A partir de ah¨ª los errores defensivos de unos y otros, la invidencia del colegiado en el segundo gol andresense, y la de su juez de l¨ªnea, que no levant¨® el bander¨ªn, provocaron los goles.

Al Final, apuros, agobios, sustos para la parroquia getafe?a por la terquedad visitante en igualar, y dos puntos importantes para el cuadro de Las Margaritas que parece eludir, por el momento, el peligro de un descenso de categor¨ªa El San Andr¨¦s, pese a las dos igualadas y al buen hacer de Pepe Juan, justific¨® plenamente el inc¨®modo pen¨²ltimo puesto que ocupa en la tabla. Por esta vez, Daucik, aut¨¦ntico salvavidas de equipos otras temporadas, no parece encontrar la f¨®rmula socorrista.